La UNAM sale en ayuda de las abejas, claves en la ecología, y va tras los virus que las acaban

24/03/2016 - 10:45 am

Las variaciones en el clima, la modificación de la temporada de lluvias y las sequías, entre otros aspectos, afectan de manera importante la producción de polen y néctar, alimento de las abejas, lo que implica un estrés nutricional que contribuye a la aparición de patologías, como virosis que impactan en forma significativa la producción de miel, informó la UNAM.

En el mundo existen nueve especies de abejas y la más importante para la apicultura nacional es la Apis mellifera. Foto: Shutterstock.
En el mundo existen nueve especies de abejas y la más importante para la apicultura nacional es la Apis mellifera. Foto: Shutterstock.

Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).- En México, la apicultura juega un papel muy importante tanto en la ecología como en la economía, ya que es una de las principales actividades pecuarias generadora de divisas. Según informes de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), la producción promedio de miel en los últimos cinco años ha sido de 57 mil toneladas anuales, y el país ocupa el sexto lugar como productor y el tercero como exportador a nivel mundial, de acuerdo con un comunicado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Las abejas son los principales polinizadores, son fundamentales para la supervivencia de diversas especies de plantas silvestres y cultivos de interés comercial; sin embargo, actualmente hay un declive en las poblaciones de estos insectos, ya que se están viendo amenazadas por el uso de pesticidas, agroquímicos e inclusive por el uso de organismos genéticamente modificados”, dijo Alejandro Olivera, representante para la Biodiversidad Biológica en México, a SinEmbargo.

La forma en que podríamos vernos afectados, dijo, sería con la falta de polinización: “cualquier amenaza hacia las abejas, representa una amenaza hacia los humanos”, ya que la economía podría verse afectada si no se obtienen los beneficios de las polinizaciones en cultivos de interés comercial y en la producción de miel.

Académicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán encabezan un estudio en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) para el mapeo de los virus que afectan apiarios en siete estados: Yucatán, Campeche, Hidalgo, Querétaro, Morelos, Estado de México y Ciudad de México.

En la República Mexicana se estima que las pérdidas económicas por virosis podrían ser, en promedio, de unos 20 millones de dólares, pues aquí no existe un cuidado exhaustivo como el que hay en naciones desarrolladas.

Son los agricultores, en especial los de bajos recursos, quienes están a cargo de dichos cuidados, además de que no está contemplada como fuente de producción primordial, expuso Liborio Carrillo Miranda, quien lidera al grupo de universitarios junto con Marisela Leal Hernández, también académica en la UNAM.

Asimismo, el experto puntualizó que en México no existen estadísticas económicas precisas que indiquen la afectación de los virus en la producción de miel, pero en Estados Unidos los apicultores reportan pérdidas de más de la mitad de la población en un año y una baja, en la misma proporción, en sus producciones apícolas.

VIROSIS IMPACTAN EN LA PRODUCCIÓN DE MIEL

De acuerdo con expertos, en el mundo existen nueve especies de estos insectos y la más importante para la apicultura nacional es la Apis mellifera. El académico explicó que “las variaciones en el clima, la modificación de la temporada de lluvias y las sequías, entre otros aspectos, afectan de manera importante la producción de polen y néctar, su alimento, lo que implica un estrés nutricional que contribuye a la aparición de patologías, como virosis que impactan en forma significativa la producción de miel”, se lee en el comunicado.

En México no existen estadísticas económicas precisas que indiquen la afectación de los virus en la producción de miel. Foto: Shutterstock.
En México no existen estadísticas económicas precisas que indiquen la afectación de los virus en la producción de miel. Foto: Shutterstock.

Como parte del proyecto de investigación y con la colaboración de los productores de los estados en estudio, se han identificado diversos tipos de virus: el de parálisis lenta, crónica, aguda y aguda israelí; celdas reales negras; colapso de la colmena (CCD); alas deformes; cachemira y cría ensacada.

Para erradicarlos, informó la máxima casa de estudios, “no existen medicamentos ni curas mágicas”. Por ello es indispensable introducir nuevos núcleos de abejas reinas, ya que contribuyen a mejorar el material genético de las generaciones futuras y permitiría corregir el problema.

“Se decía que estábamos libres de estos virus, sin embargo, la Apis mellifera sí padece enfermedades, lo que ocurre es que no se había hecho un diagnóstico por falta de infraestructura”, resaltó.

Actualmente se cuenta con un número importante de profesionales en el manejo de equipos para su detección, con lo que es posible su mapeo.

FUNDAMENTALES EN EL EQUILIBRIO AMBIENTAL

Las abejas tienen una función importante en el equilibrio del medio ambiente, pues al obtener el alimento de las flores fomentan la fecundación (polinización) de las plantas. No obstante, al igual que todos los animales, incluido el hombre, son sensibles a las bacterias, virus y parásitos, reiteró Carrillo Miranda.

La UNAM, continuó, también contribuye con la aportación de muestras de los apiarios de la misma Facultad, la participación de estudiantes de servicio social, así como con el desarrollo de algunos capítulos en libros.

“La apicultura no es tomada en serio, por lo que es necesario capacitar a los interesados en áreas como la producción, industrialización, manufactura, crianza de reinas y detección de enfermedades, entre otras; así podríamos mejorar poco a poco”, concluyó.

Por su parte, Alejandro Olivera subrayó que “una disminución en la población de las abejas repercutiría gravemente en todas las especies de plantas y en procesos de cultivo. Ellas contribuyen a la biodiversidad de los ecosistemas porque favorecen la reproducción de las especies de plantas como polinizadores e intercambian material genético de una planta a otra, lo que contribuye a colonizar otros hábitats”.

en Sinembargo al Aire

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