Ciudad de México, 24 de marzo (SinEmbargo).- Desde hace décadas el final de la humanidad se contempla como una posibilidad que va más allá de suposiciones fatalistas. La crisis medioambiental y los conflictos sociales son el escenario en el que la idea de un apocalipsis se vuelve cada vez más real.
En un estudio realizado por el Goddard Space Flight Center de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) el colapso de la sociedad moderna debido a factores asociados a la población, clima, agua, agricultura y energía fue pronosticado dentro en un par de décadas.
La NASA afirma que “el desgaste de los recursos debido a la tensión puesta sobre la capacidad de carga ecológica”, así como “la estratificación económica de la sociedad en ricos y pobres”, son las razones que han jugado “un papel central en el carácter o en el proceso del colapso en los últimos 5 mil años”, publicó el diario inglés The Guardian.
El estudio está basado en un modelo multidisciplinario llamado “humanos y la naturaleza dinámica” (HANDY, por sus siglás en inglés), el cual fue encabezado por el matemático Safa Motesharrei, de la Fundación Nacional de Ciencia de EU y fue publicado por la revista Ecological Economics.
El trabajo tomó en cuenta los factores asociados a la población, clima, agua, agricultura y energía para concluir en que la civilización industrial global pueda colapsar en los próximos decenios debido a la explotación insostenible de los recursos y la distribución de la riqueza cada vez más desigual.
De acuerdo con el Átlas Global de Justicia Ambiental, los pronósticos de la NASA tienen una alta probabilidad al ponerse en evidencia el colapso planetario que ya sumerge a la humanidad en una época crítica, plagada de conflictos medioambientales y desigualdad social que desemboca en una “lucha de clases” producida por la acumulación de poder en un sector minoritario que abusa de sus privilegios perjudicando a las mayorías menos favorecidas, así como a sus ecosistemas.
El informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), por su parte, sólo contribuye a remarcar la situación. Así, los países con mayor número de personas pobres son Israel, México, Turquía, Chile y Estados Unidos. Naciones que, irónicamente, producen desmesuradas fortunas individuales.
Asimismo, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) elaboró entre 2011 y 2013 el informe GEO-5, que alarmó sobre las alteraciones que provoca la actividad humana sobre ecosistemas causando cambios “sin precedentes abruptos e irreversibles”, que desencadenará la “sexta extinción”.
Por otra parte, los datos elaborados por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres, la Red Global de la Huella Ecológica y la Agencia Espacial Europea (ESA), afirman que en menos de cuatro décadas los ecosistemas han disminuido un 30 por ciento, afectando a 9 mil poblaciones de más de 2 mil 600 especies, mientras que la biodiversidad tropical mermó un 60 por ciento en este mismo lapso.
Finalmente, las alternativas que la agencia espacial estadounidense brinda tampoco son muy esperanzadores y, en el caso de la colonización espacial, sugieren que harán falta al menos tres planetas para mantener viva a la raza humana.
“Todo el ecosistema está fallando”, dijo Dennis Bushnell, director científico del Centro de Investigación Langley de la NASA. “Básicamente hay demasiada gente. […] Las personas dicen que ahora les falta una superficie equivalente al 40 por ciento o 50 por ciento del planeta. Ahora que miles de millones de personas de Asia adoptan nuestro sistema de vida vamos a necesitar tres planetas más”, agregó en una entrevista con la revista Motherboard.