Los casos de agresiones contra choferes de Uber se han vuelto en un hecho bastante común en las 27 ciudades de nuestro país en donde la empresa ofrece su servicio. Tan sólo en noviembre se tiene registro de tres ataques por parte de taxistas que buscan intimidar a los conductores y en ocasiones a los mismos usuarios.
Ciudad de México, 23 de noviembre (SinEmbargo).– La llegada de Uber, la empresa que permite a las personas solicitar un servicio de chofer privado similar a un taxi desde una aplicación móvil y pagar el viaje con una tarjeta bancaria provocó un cambio en el sistema de transporte, pues los usuarios pueden elegir el carro en el que se quieren trasladar, la ruta e inclusive pueden conocer el precio estimado de su viaje. Sin embargo, ser conductor de Uber en México se ha vuelto en un trabajo arriesgado debido a los constantes ataque que sufren los operadores de estas unidades por parte de distintos gremios de transportistas que se oponen a la operación de este servicio.
Los casos de agresiones contra choferes de Uber se han vuelto en un hecho bastante común en las 27 ciudades de nuestro país en donde la empresa ofrece su servicio. Tan sólo en noviembre se tiene registro de tres ataques por parte de taxistas que buscan intimidar a los conductores y en ocasiones a los mismos usuarios.
El pasado 20 de noviembre un grupo de taxista de la ciudad de Tijuana, Baja California, golpearon brutalmente a un chofer de la empresa privada supuestamente por brindar el servicio en una zona controlada por los muleteros.
En un video difundido en redes sociales se obsrva cómo al menos cinco taxistas patean al conductor que se encontraba en el piso tirado hasta que una mujer se acercó y trató de defenderlo.
“Pinches abusivos ¿Por qué le están pegando? Los vamos a reportar, lo estamos grabando”, amenazó la mujer.
El segundo ataque ocurrió el martes por la mañana, cuando un conductor de Uber fue asesinado a balazos por un sujeto desconocido en la calle Uranga, del Fraccionamiento Villas de La Hacienda, en el municipio de Cuautlancingo, en Puebla.
El cuerpo del hombre, quien habría recibido entre tres y cinco balazos en la cabeza, quedó al interior de su automóvil Chevrolet Aveo color negro con placas de circulación TZN7003.
Según testimonios de algunos de los vecinos, salieron de inmediato de sus viviendas al escuchar las detonaciones y relataron que observaron a un sujeto vestido de negro que se dio a la fuga del lugar.
Elementos policiales así como paramédicos arribaron al sitio, donde se confirmó que el transportista ya no contaba con signos vitales.
Las primeras versiones señalan que el asesinato se debió a conflictos personales.
El tercer ataque ocurrió el 5 de noviembre cuando un conductor de Uber grabó con su teléfono celular a un grupo de taxistas que trató de intimidar a un compañero que acabada de realizar un servicio en la central camionera de Saltillo, Coahuila.
De acuerdo con Vanguardia, los taxistas le cerraron el paso al conductor, después descendieron de sus autos y comenzaron a golpear las ventanas de su unidad mientras lo amenazan por haber entrado en su territorio.
La víctima mencionó que los ataques e intimidaciones contra los choferes de Uber en esta zona son un hecho bastante común, pues siempre que los taxistas ubican a un conductor de la empresa privada no dudan en agredirlo.
Pese al rechazo de los taxistas la extensión de Uber por México ha ido en aumento pues actualmente brinda servicio en las ciudades de Aguascalientes, Campeche, Cancún, Celaya, Chihuahua, Ciudad Juárez, Ciudad de México, Cuernavaca, Culiacán, Guadalajara, Guanajuato, Hermosillo, Irapuato, León, Mexicali, Monterrey, Merida, Puebla, Querétaro, Saltillo, San Luís Potosí, San Miguel de Allende, Tijuana, Toluca, Torreón, Villahermosa y Zacatecas.
Con información de Periódico Central