Luego de perder su hogar o ser obligados a desalojar sus casas por la destrucción del sismo del 19 de septiembre pasado, habitantes de la Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Puebla enfrentan ahora la pesada carga de empezar de nuevo.
La fuerza del terremoto ha dejado, hasta ahora, 25 mil 120 casas dañadas en las cuatro entidades mencionadas. Para esta emergencia se tiene el Fondo de Desastres Naturales que es de 15 mil millones de pesos, las donaciones de empresarios, figuras públicas y partidos políticos, así como con la Banca Nacional de Desarrollo.
Grupos financieros coinciden que, como sucedió tras el terremoto del 19 de septiembre de 1985, el sismo del martes pasado afectará a la economía en sectores como servicios, pero la industria de la construcción será la beneficiada.
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Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).– Al norte de la Ciudad de México, afuera del Metro Lindavista en la Delegación Gustavo A. Madero, 200 familias habitan en un campamento compuesto por 13 módulos de cuartos, de aproximadamente 24 metros cuadrados, hechos con lámina de asbesto, cartón, madera y puertas de sábanas. Llevan 32 años viviendo en condiciones antihigiénicas, compartiendo baño y cocina comunitaria, luego de ser trasladados ahí “temporalmente” por las afectaciones del terremoto del 19 de septiembre de 1985.
La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros documenta que tras ese movimiento telúrico hubo pérdidas por 4 mil millones de dólares en construcciones, de los cuales sólo se recuperaron 400 millones mediante el cobro de póliza de seguro y el otro 90 por ciento lo cubrió el Estado.
Ahora, tras el sismo del 19 de septiembre de 2017, alrededor de 25 mil 120 casas registran afectaciones, y el recuento de daños apenas comienza.
En la capital del país, 3 mil 848 hogares presentan algún daño leve, moderado o grave, y 2 mil 500 capitalinos asisten a los albergues para dormir, informó Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la CdMx. En el Estado de México son mil 500 las casas dañadas. En Morelos, uno de los epicentros del sismo de 7.1 grados, se registran al menos 10 mil casas afectadas, reportó el Gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu. En Puebla se contabilizan 9 mil 772 viviendas siniestradas, de las cuales mil 632 están catalogadas como pérdida total y hay 200 patrimonios muy dañados, informó el Gobernador Tony Gali Fayad.
Ciudadanos de las entidades del centro de México han manifestado su preocupación y tristeza por haber perdido su hogar o tener que desalojar el edificio para prevenir un desastre. Miles han quedado con la carga de empezar de nuevo. Algunos pudieron llevarse parte de sus pertenencias y otros, desde que salieron por el temblor, no pudieron regresar.
“Ayer [el miércoles pasado] comimos lo que la gente nos regaló, porque iban pasando y nos daban agua y tortas. Guardé unas para mi hijo, pero después qué vamos hacer si nos agarra esta desgracia y sin dinero. A penas tuvimos para las inscripciones de los hijos. Hasta pedimos un préstamos que aún debemos”, aseguró Socorro de la capital de Puebla al Periódico Central. Su esposo, hijos y ella vivían en una casona de 14 departamentos, pero ahora están desamparados.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda (SHCP), el monto para el Fondo de Desastres Naturales ascendería a 15 mil millones de pesos, ya que para 2017 se cuentan con 9 mil millones –justo el mismo monto gastado en comunicación social durante 2016– y para el 2018 se propuso añadirle 6 mil millones más, pero podría aumentar cuando el Congreso apruebe el Paquete Económico a finales de este año.
A ese dinero se suman las donaciones provenientes de figuras públicas, empresas y partidos políticos. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ha propuesto dar el 50 por ciento de su gasto para la campaña 2018, al igual que el Partido Acción Nacional (PAN), y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hará lo propio con el 25 por ciento de su parte. Asimismo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) a través de su fundación realiza la captación en efectivo y en especie de donativos de sus empresas socias y sus empleados.
Hacienda también se apoyará de la Banca Nacional de Desarrollo, parte del sistema bancario mexicano, cuyo objetivo fundamental es el de facilitar el acceso al financiamiento a personas físicas y morales para, entre otros usos, dar créditos para vivienda para familias de bajos recursos.
Sin embargo, en el país la mitad de la población que trabaja labora en el sector informal y por lo tanto no cuenta con seguridad social la cual incluye el crédito a vivienda por parte de sistemas financieros del IMSS, Fovissste, Infonavit o el ofrecido por bancos privados.
Los datos más recientes del Banco de México (Banxico) reportan que la cartera de crédito de vivienda creció un 7.1 por ciento anual en septiembre de 2016. En total la banca comercial –sin considerar Fovissste e Infonavit– otorgó 1.5 millones de créditos de vivienda con un saldo de 670 mil millones de pesos. De toda la cartera, el 74 por ciento fue para adquisición con una tasa de entre 8.9 y 10.4 por ciento.
En 1986, en un marco de crisis económica y el terremoto, México decreció un -3.08 por ciento. Ante el ocurrido el martes pasado, Grupo Bursátil Mexicano prevé que el efecto en el PIB será “significativo” y se verá en el tercer trimestre de 2017. Banco Base redujo su estimación de crecimiento para este año a 2.1 por ciento porque “es muy probable” que el sector servicios y consumo se vea afectado por el sismo.
CONSTRUCCIÓN, EL SECTOR BENEFICIADO
Los grupos financieros Grupo Bursátil Mexicano, Banco Base, Bx+ y Citibanamex coinciden en que el sector de la construcción será el que más brille en medio de las pérdidas al consumo y servicios.
“Este tipo de tragedias suele provocar una pérdida en la producción regional a corto plazo, seguida por un ligero crecimiento en la construcción”, refirió GBM en su análisis. Bx+ resaltó una mayor demanda de casas nuevas, efecto que también incluye a las compañías de materiales como las cementeras.
Vecinos de la colonia Narvarte que habitan sobre Avenida Obrero Mundial ayer estaban en las calles con maletas. La escena se repite en las colonias Condesa, Hipódromo y Roma en la delegación Cuauhtémoc.
En al menos 15 poblados de Morelos como Jojutla, Tlayecac, Xalostoc, Hueyapan, Xochotla y Jantetelco “definitivamente va a hacer falta dinero y ayuda para reconstruir casas de algunas de estas comunidades afectadas”, evaluó Brenda, una ciudadana de la capital del país que realizó un recorrido el jueves por esa entidad.
“Enviar víveres, material de curación, medicinas, agua ya no es prioridad. Ayudemos donando a instituciones que ayuden a reconstruir casas o con material de construcción. Pero donen dinero y en un tiempo ayudemos con mano de obra. Donar en especie es un desperdicio de recursos y de ayuda, que aunque sé que nos hace sentir bien, no va a servir de nada”, aseguró.
En Ecatzingo, Estado de México, Jessica documentó que muchas casas están derrumbadas, dañadas o a punto de colapsarse.
“No hay gente herida, pero sí sin hogar. Los voluntarios intentan convencer a los habitantes que no vuelvan a ingresar a sus casas y también han demolido algunas bardas para evitar pérdidas humanas”, dijo
Como respuesta al terremoto de 1985, el Banco de México y el Fondo de Operación y Financiamiento Bancario a la Vivienda (FOVI) crearon un programa emergente de financiamiento a la vivienda destinado a los damnificados.
A penas en agosto, el Gobierno de la Ciudad de México invirtió para la construcción de mil 144 departamentos un monto de más de 600 millones de pesos y destinó 116 millones 636 mil 173 pesos en créditos. Parte de esos créditos fue entregado a quienes perdieron su hogar en 1985. “Por eso, más de 30 años viviendo en la calle, les vamos a empezar a entregar sus viviendas”, dijo el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa.