Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).– «El ritmo de la lucha contra la corrupción en México se está desacelerando», publica el Financial Times en un análisis firmado por su corresponsal Jude Weber en el que especialistas alertan sobre el riesgo que representa este problema para el país y ante el cual, dicen, el gobierno de Enrique Peña Nieto ha hecho poco, pese a reconocer que es un freno para la economía.
El reconocido diario británico refiere cómo en su Tercer Informe de Gobierno, Peña Nieto reconoció que la desigualdad, el difícil entorno económico internacional y la corrupción han frenado el avance de México. Reseña que el Presidente admitió que los escándalos de las casas que él, su esposa Angélica Rivera y su Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, habían comprado a contratistas del gobierno favorecidos habían causado «ira e indignación».
Pero, dice, aún así no se ha hecho algo contra la corrupción, un «factor que ha sido durante mucho tiempo un problema».
«[Peña Nieto] se disculpó, pero parece que se perdió en la incredulidad que muchos sintieron cuando la investigación de gobierno lo exoneró de los conflictos de interés. De hecho, el contratista en el centro del escándalo, Juan Armando Hinojosa, fue un invitado a su discurso [del Tercer Informe de Gobierno]», detalla el Financial Times.
Dice que Peña Nieto «parece estar perdiendo la batalla en las mentes y los corazones de las personas», y destaca los resultados del estudio publicado por el Pew Research Center el mes pasado, el cual reveló que sólo el 27 por ciento de los encuestados aprobaba su manejo de la corrupción, una caída de 15 puntos respecto al año pasado.
«Me preocupa que esta supuesta autocrítica no venga acompañada de acciones concretas para corregir el problema de la corrupción y… de la transparencia. Las palabras pueden ser arrastradas por el viento», dijo Marco Fernández, un investigador del Wilson Centre, al Financial Times.
Juan Pardinas, director del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), si bien reconoció el plan para implementar mayores controles y equilibrios con el Sistema Nacional Anticorrupción criticó la postura del gobierno: «el gobierno dice aquí es donde no va a ser un edificio fantástico, [pero] todo lo que ves es un agujero».
El Financial Times expone que los mexicanos son impacientes con las ventas de las casas, «la escalofriante desaparición del año pasado de 43 estudiantes a manos de la policía local corrupta en el occidental estado de Guerrero, y la sospecha de que los sobornos pueden haber ayudado al principal capo de México, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, a escaparse de la cárcel.
El medio dice que los problemas de México no terminan ahí y, por el contrario, «parecen estar empeorando, según el control del índice de corrupción, elaborado por el Banco Mundial como uno de sus indicadores de gobernanza global».
Anne Van Praagh, directora general del grupo de riesgo soberano Moody’s dijo al medio que «la corrupción y la estabilidad política son los dos puntos débiles [del país]. Hemos visto una tendencia a la baja en las calificaciones de México [en los ratings]».
El Financial Times dice que los economistas estiman que la corrupción puede estar comiendo 10.2 por ciento del PIB, «y dado que el banco central está dibujando, en un escenario pesimista, un crecimiento de alrededor del 1.7 por ciento, esto es difícil de tragar».
Van Praagh explicó que 30 por ciento de los incumplimientos soberanos a nivel mundial están relacionados con la debilidad institucional o política, incluida la corrupción. «Para nosotros, la corrupción es una parte importante de cómo nos fijamos en la calidad crediticia», comentó.
La publicación declara que aunque México ya cuenta con grado de inversión, eso no debería hacerlo complaciente. «Como dice Van Praagh, el riesgo para México, un exportador de petróleo, es que una campaña contra la corrupción traiga un dolor económico a corto plazo en un entorno operativo que ya es bastante frágil debido a la baja de los precios del petróleo».
El medio destaca lo ocurrido en la vecina Guatemala, donde Otto Pérez Molina, el ex Presidente, se vio obligado a renunciar y fue encarcelado por cargos de corrupción en un movimiento encabezado por una comisión respaldada por la ONU. «Esto llevó a muchos en Twitter para preguntar si México necesitaba ayuda similar».
«A diferencia de Brasil o Guatemala, donde el poder del pueblo tomó la lucha contra la corrupción en las calles y le dio impulso, las grandes protestas mexicanas del año pasado en contra de la desaparición de los 43 y los escándalos de las casas se han desvanecido», dice el Financial Times.