Ciudad de México, 23 de julio (SinEmbargo).– El número absoluto de mexicanos en pobreza aumentó de los 53.3 millones que había en 2012 a los 55.3 millones que se contabilizaron al 2014, lo que representa un aumento de casi 2 millones de personas.
Para la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga, significa que la estrategia de protección social del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, para contener y evitar un crecimiento del sector más pobre de la población en México está funcionando.
“Debemos de seguir por este camino”, afirmó.
La cobertura de carencias sociales aumentó, pero los ingresos de las familias bajaron. “Si el ingreso no hubiera disminuido, la pobreza hubiera sido de 44.8 por ciento (es de 46.7 por ciento). Es falta de crecimiento económico y de elementos para mejorar el ingreso de los mexicanos”, aseguró este jueves Gonzalo Hernández Licona, Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) durante la presentación de la Medición de la Pobreza en México 2014 a nivel nacional.
La pobreza extrema bajó de 11.5 millones registrados en el 2012 a 11.4 millones contabilizados en el 2014. Una reducción de aproximadamente 90 mil personas.
En cuanto a la zona rural, la pobreza extrema bajó de 21.5 por ciento a 20.6 por ciento en el 2014. La pobreza extrema en la zona urbana bajó de 6.3 por ciento a 6.2 por ciento. La diferencia entre la medición de las zonas radica en la composición y el costo de la canasta básica.
La medición de pobreza la integran dos elementos que han tenido evoluciones contrarias: la cobertura de servicios básicos (educación, salud, seguridad social, vivienda, alimentación, servicios básicos) y el ingreso de las familias. Se basa en los datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) recolectados entre agosto y noviembre del año pasado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Asimismo, se considera que la población del país pasó de 117.3 en 2012 a 119.9 millones de habitantes en 2014.
“La pobreza es el resultado de que haya carencias de derechos sociales y bajen los ingresos”, afirmó Hernández Licona.
Los estados donde aumentó la pobreza son Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Morelos y Oaxaca. En tanto, en 24 entidades federativas se observó reducción del porcentaje de pobreza o pobreza extrema.
En el marco de la presentación de los resultados, el investigador Fernando Cortés Cáceres afirmó que las cifras son el reflejo del comportamiento de la economía y de la política pública.
A nivel nacional la población vulnerable por carencia social pasó de 33.5 a 31.5 millones de personas.
Respecto a las carencias sociales, el rezago educativo se redujo de 22.6 a 22.4 millones de personas; la carencia por acceso a los servicios de salud bajó de 25.3 a 21.8 millones de personas; la carencia por acceso a la seguridad social se redujo de 71.8 a 70.1 millones de personas; la carencia por calidad y espacios de la vivienda se redujo de 15.9 a 14.8 millones de personas; la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda se mantuvo sin cambio; la carencia por acceso a la alimentación pasó de 27.4 a 28.0 millones de personas.
Sin embargo, a nivel nacional la población vulnerable por ingreso subió de 7.2 a 8.5 millones de personas.
Para el doctor John Scott Andretta, por la tasa de progreso y crecimiento económico, tomará tiempo disminuir los niveles de pobreza. El factor de ingreso es el que más golpea las cifras. Aunque, mencionó, el los efectos de las reformas estructurales están programados para un mediano y largo plazo, aseguró que en varias ocasiones los resultados no llegan a la población que vive en pobreza extrema.
Destaca que la población en más pobreza son los menores de 18 años. Representan el 53.9 por ciento. La cifra subió de 21.2 millones en el 2012 a 21.4 millones de personas en el 2014.
En cuanto a la población indígena, sigue siendo la más vulnerable y la que más tardan en llegar los programas sociales. En ese sector poblacional se eleva la pobreza extrema y además se mantiene la pobreza general.
La semana pasada, el Inegi documentó que el ingreso corriente promedio por hogar bajó 3.5 por ciento en el 2015.
En estos años se ha visto que más hogares cuentan con piso firme, drenaje, electricidad, mayor asistencia escolar, apoyo alimentario y afiliación a servicios de salud. Por esta razón, explicó la Coneval en un mensaje previo a la presentación del informe, la pobreza tiende a disminuir, como sucedió con la pobreza extrema entre 2010 y 2012.
Pero el ingreso de las familias ha tenido una evolución desfavorable. El poder de compra del ingreso de las familias ha bajado desde 2008 y no se ha recuperado. Este otro efecto hace que la pobreza general suba, como sucedió entre 2010 y 2012.
Si bien la cobertura de servicios básicos ha mejorado, la calidad de los servicios educativos y de salud no lo ha hecho por lo que aún hay una enorme desigualdad en acceso efectivo.
Los retos principales para reducir la pobreza son:
1) Mejorar el ingreso de las familias, especialmente el que reciben de su trabajo, lo cual está ligado a la productividad, a las políticas salariales y a los programas de apoyo productivo, cuya responsabilidad recae en las instancias económicas del gobierno federal y de gobiernos locales.
2) Mejorar la calidad de los servicios para ampliar el acceso efectivo, cuya responsabilidad es compartida por los tres órdenes de gobierno.
3) Continuar con el aumento de la cobertura de servicios básicos realizado a nivel federal y local.