Sara Ladrón de Guevara González encabeza desde agosto de 2015 una lucha para que el Gobierno de Javier Duarte en Veracruz le pague a la casa de estudios un adeudo de 2 mil 300 millones de pesos. Al principio la lucha era por dinero, dice la Rectora, pero ahora también es por el respeto a la educación, a los derechos humanos y a vivir en un ambiente donde no se criminalice a los jóvenes.
Por Ignacio Carvajal
Xalapa, Veracruz, 23 de marzo (SinEmbargo).– La lucha de la Universidad Veracruzana (UV) para que el Gobierno del priista Javier Duarte de Ochoa le pague 2 mil 300 millones de pesos que le debe por aportaciones estatales para la educación superior, y otros 400 millones de recursos federales, ya no es “una lucha por los dineros”, sino una defensa férrea y que seguirá creciendo por la “defensa de los derechos humanos”.
Así ubica la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara González, al movimiento que se articuló desde agosto de 2015, cuando ella públicamente le cobró al Gobernador Duarte de Ochoa, después de que éste negara sostener una deuda con la casa de estudios, y aún con eso, afirmar que era la universidad la que le debía a su administración.
¿Y por qué una lucha por los derechos humanos?, porque sin educación superior, afirma la Rectora, no hay futuro para Veracruz, la formación de más y mejores profesionistas, es la cura a la enfermedad de violencia que afecta a cada rincón de este estado habitado por unos ocho millones de personas. Un Veracruz que ya no es el que la actual Rectora conoció en su juventud, cuando iniciaba en el mundo de la arqueología y recorría, por días enteros, montes, praderas y montañas, en su faceta como arqueóloga, libre de preocupaciones por la seguridad pública.
En esos años, cuenta Sara Ladrón de Guevara a SinEmbargo, “se podía andar por el monte sin ningún pesar, y si uno encontraba a alguien, era seguro que se iba recibir ayuda”. Pero hoy en día, los mismos arqueólogos saben que salir al campo a trabajar “da pesar”, más si se encuentran personas. “Es terrible el cambio que se vive en nuestro estado”.
Más de 51 mil personas, alumnos, académicos, y sociedad en general, se sumaron a la última marcha monumental, el pasado 10 de marzo, replicada en las ciudades veracruzanas, con apoyo de otras universidades públicas, la cual es comentada como la movilización más importante de la que se tenga memoria en el estado, además, la más grande muestra de rechazo a un Gobernador.
Un movimiento académico-estudiantil que se gestó en un contexto por demás complicado en Veracruz, con un mandatario debilitado y desgastado por la crisis política, de seguridad y económica. Duarte pensaba que iba a poner al candidato a sucederlo para la minigubernatura de dos años, entre los aspirantes había varios de su gabinete, al paso del proceso interno del Partido de la Revolución Institucional (PRI), sus delfines quedaron desplazados, totalmente neutralizados por los señalamientos de desvíos millonarios de recursos por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), y el actual aspirante del Partido Revolucionario Institucional a la candidatura de 2018 es Héctor Yunes Landa, quien pertenece al grupo del líder nacional del tricolor, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Durante su Gobierno, Duarte de Ochoa ha solicitado más de 25 préstamos que suman unos 45 mil millones de pesos de deuda con la banca privada, y mantiene empeñadas las participaciones federales, los recursos de la tenencia vehicular para periodos más allá de los 30 años. Dinero que ha sido empleado para financiar y refinanciar la deuda que él mismo y su antecesor, Fidel Herrera Beltrán, le dejaron a los veracruzanos, lo que ha llevado a la pregunta reiterada de ¿dónde tiene Duarte el dinero no sólo el de la UV; también el del combate a la pobreza, el de los hospitales, el del Seguro Popular, el de la educación y el de las madres solteras, entre otros recursos que sí fueron aportados puntualmente por la Federación.
Y es la inseguridad la que ha puesto en los últimos meses a Veracruz en los titulares de medios de comunicación internacionales, después de que el mismo Gobernador dijo que no pasaba nada más allá del robo de simples “frutsis y pingüinos en los oxxos”, meses después de esa declaración, se dio la desaparición de los cinco jóvenes de Tierra Blanca, víctimas de desaparición forzada a manos de elementos de la Policía del Estado, un caso que Sara Ladrón de Guevara ubica al mismo nivel que el de los 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero, hace 18 meses, pues si los 43 despertaron la conciencia de México, los cinco de Tierra Blanca deberían tener el mismo efecto en los veracruzanos, salir a exigir que eso no puede estar pasando. “Es terrible que nuestros jóvenes vivan con miedo”, dice.
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Sara Deifilia Ladrón de Guevara González nació en Xalapa, Veracruz, en 1964, es antropóloga por la Universidad Veracruzana desde 1988 con especialidad en Arqueología. En 1991 obtuvo la Maestría en Arqueología e Historia del Arte por la Universidad de París I La Sorbona y en el 1996, el doctorado en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En su currículo destaca el haber sido secretaria académica de la UV (1997-2001) y directora del Museo de Antropología de Xalapa. Como arqueóloga, ha participado en unos 14 proyectos en Veracruz (la zona del Tajín es su especialidad, pero además, en la región de Occidente de México).
Tiene seis libros como autora y 14 como coautora y coordinadora, 42 artículos, cuatro reseñas, dos traducciones, así como dos libros para niños. Ha publicado en Estados Unidos, Japón, Francia, Suiza, Finlandia, China, Argentina, entre otros. Ha dictado 60 conferencias o ponencias, destacando su participación en el Museo del Louvre, en el Museo de Young en San Francisco, en la Universidad de Texas en Austin, entre otras.
Ha sido profesora invitada en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, en la Smith College, en Massachusetts, EU, y en la Universidad de París I-Sorbona.
La rectora que le hizo frente al Gobernador de Veracruz, pertenece al Sistema Nacional de Investigadores ininterrumpidamente desde 1993; ha sido evaluadora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en programas de posgrado y en proyectos de investigación, además, habla, lee, traduce y escribe inglés y francés con fluidez. Lee y traduce italiano y portugués.
–¿En dónde está situada esta lucha por la Universidad Veracruzana?
–Creo que hay una plena conciencia de toda la comunidad universitaria de luchar por sus derechos. Si yo comencé el 7 de septiembre pasado, durante mi segundo Informe de Labores, diciendo que había una deuda, de pronto era yo sola denunciando el tema, y ahora somos miles de voces. Hay una cohesión de toda la universidad con la conciencia, la UV es el espacio del pensamiento, de pensamiento crítico y de la libertad de expresión, que son derechos humanos. Entonces, esta es una lucha no por los dineros, sino una lucha por los derechos humanos. Así lo ubico, totalmente, por eso en mi discurso de la mega marcha no hablo de dinero, se habla de los sueños. Y los dineros pendientes son para la educación, y esa educación es el proyecto de este país, del Estado. En este momento hay una conciencia de los universitarios, y somos muchos, y eso es lo que hace a los universitarios ir a las calles, salir en orden, salir creativos, propositivos, porque estamos defendiendo un derecho humano.
–¿Cuál es la relación que tiene en estos momentos con el Gobernador?
–Es que yo nunca he tenido un pleito con el Gobernador, y eso también la gente no lo entiende bien. Este no es un tema personal, es tema institucional. El Gobierno del Estado no ha entregado los recursos que son de la UV, y se lo he dicho, una y otra vez, al Gobernador. Eso no significa que yo tenga que insultarlo. Puedo decir que él jamás ha sido grosero. Es muy cordial con mi persona cuando yo me he acercado a él, y lo he hecho muchas veces, y lo seguiré haciendo para reclamar lo que es de justicia para la universidad. Yo nunca me he peleado con él, ni tengo que hacerlo
–¿Después de la segunda marcha, hay comunicación?
–Me llamó el mismo día, después de la marcha, me dijo que había estado observante de la marcha, que celebraba que se había desarrollado sin incidentes. Yo le dije que la manifestación fue de altura, de un poder ciudadano ejercido, en donde la sociedad se expresó. La llamada del Gobernador era para eso, para celebrar que no hubo incidentes. Le dije que las declaraciones suyas un día antes de la marcha, me había sorprendido, porque las cartas escritas, abiertas, que me dirigió, había avances en el reconocimiento de adeudos y los impuestos por pagar. Una serie de asuntos financieros pero que significan la política de la educación.
COMUNICACIÓN, PERO SIN ARREGLO
La Rectora está convencida de que si Duarte llamó para reconocer el civismo de la comunidad universitaria, fue algo que se logró “a base de presión”. Pues días antes, categórico, afirmaba que era la UV la que le debía al Gobierno de Veracruz en referencia a los pagos al Instituto de Pensiones del Estado (IPE), lo “cual es un absurdo, entonces, yo he procurado mucho la serenidad, pues no nos sirve para nada ser estridentes. Este es un tema que se puede revisar administrativamente, legalmente, y tenemos la razón. Y lo sabe el Gobierno de Veracruz, tan es así, que en esas dos últimas cartas, ya habla de pendientes y de la calendarización de recursos federales. Hay un calendario de pagos que esperamos queden antes de que termine el Gobierno de Javier Duarte. De ese dinero, nos preocupa el recurso estatal, que son mil millones para el pago de impuestos, de dos años, de al menos 10 mil trabajadores de la UV.
De la situación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), “no pudo decirle mucho, sólo que estamos morosos”.
Uno de los episodios más tensos de la mega marcha de marzo se dio con el arribo, dos días antes, de un nutrido grupo de militantes de la organización Antorcha Campesina, que en Veracruz siempre ha estada ligada a los intereses del Gobernador del turno y del PRI. Los comentarios que comenzaron a leerse en medios de comunicación, es que los antorchistas habían sido enviados desde el Gobierno para desalentar la participación de la marcha, pues en otras ocasiones antorchistas y otros grupos han reñido públicamente por el uso de la plaza. Y el Gobierno de Veracruz, en distintas ocasiones, ha enviado a grupos similares, como el de los 400 Pueblos, para ocupar la Plaza Lerdo u otros espacios públicos para evitar que sean empleadas para protestar contra el Duartismo.
La Rectora dijo que el día previo a la salida de la marcha, por la tarde, recibió la visita de la legisladora Minerva Salcedo Baca, cuyo cargo emanó de una negociación entre el PRI y Antorcha Campesina en Veracruz, para aclarar que la ocupación de la Plaza Lerdo no era para boicotear la protesta universitaria, sino una movilización que había sido agendada con antelación para exigir pendientes al Gobierno estatal. Con la misma, la Diputada pidió disculpas por el mal entendido, y ofreció a la rectora, así como sus colaboradores, quitar el campamento de los antorchistas de inmediato para evitar eventuales incidentes o provocaciones, que una vez terminada la marcha de la UV, Antorcha Campesina regresara para retomar sus reclamos.
Sin embargo, observadores de la política han comentado que si Antorcha se marchó, fue gracias a la llamada desde el equipo de campaña de Héctor Yunes Landa, candidato del PRI a suceder a Javier Duarte de Ochoa, a quien no le convenía un eventual enfrentamiento entre alumnos y los antorchistas.
En la entrevista, Sara Ladrón mostró confianza en la versión de la Diputada Salcedo Baca, pues ella ofreció mover a sus compañeros para despejar la plaza, y regresar cuando terminara la mega marcha de la UV.
Si lo de Antorcha Campesina fue montado o no, “no lo sé, eso se lo tendría que preguntar a ella (a la Diputada), yo le cuento como fue mi acercamiento. Yo estoy acá en la oficina y recibo al que venga. Yo esa vez tuve que llamar de nuevo a la serenidad la comunidad universitaria porque había mucha inquietud por esa ocupación frente a esta situación que hubiese protestas en Lerdo y que hubiera incidentes que generaran algo a nuestros jóvenes”.
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A finales de noviembre de 2013, Sara Ladrón de Guevara se convirtió en la primera mujer al frente de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz. Emanada de una familia de artistas y con alta sensibilidad por las causas sociales y los problemas de Veracruz, es hija del finado músico y compositor veracruzano Raúl Ladrón de Guevara, pianista prodigioso que fue el primer egresado dela Facultad de Música de la UV y tiempo después se convirtió en su director; y de Sara González Bricare, quien a la par del cuidado de su hogar, fundó y formó parte de un grupo de madres que hace algunos años protestaban de manera habitual contra la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, ubicada en el municipio de Alto Lucero, Veracruz. Es la única planta nuclear en el país, y a la que ellas atribuyen daños a la salud de los veracruzanos, un desgaste al medio ambiente que no ha sido atendido por el gobierno, además, de ser un riesgo inminente para la población aledaña. Se trata del Grupo Antinuclear de madres veracruzanas.
Todos los familiares de Sara Ladrón de Guevara tienen título universitario, la mayoría en artes. Isabel Ladrón de Guevara, pianista, hermana de la Rectora, cuenta que desde niña Sara fue muy taciturna y metida en su mundo interior.
Sara Ladrón –cuenta su hermana– heredó la agudeza mental de mi mamá, que no es académica, pero es súper lista, y de mi papá, tiene el carácter fuerte, enérgica, firme, pero muy sensible e inclinada a apreciar las artes, así que ella tiene como que esos dos aspectos de mis padres que la hacen ser así.
“Hablaba muy poco, pero ya tenía cualidades intelectuales muy desarrolladas, cuando ingresó al jardín de niños, ya sabía leer”, relató, y cree que en su vida nunca ha titubeado para tomar una decisión complicada, ni las evade.
LA GRAN PRUEBA
Esto cualidad se puso a prueba en la vida de la Rectora después de que tomó protesta en su máxima responsabilidad y encontrar que la deuda del Gobierno de Veracruz con la UV era de unos 900 millones de pesos.
“Cuando yo llego y recibo la UV, están pendientes 900 millones a septiembre de 2013. Lo que hice entonces, fue acércame al Ejecutivo para explicarle la situación financiera, que esperaba que esos recursos llegaran, el Gobernador siempre expresó que se pondrían al día en cuanto la situación financiera del estado cambiara. Me decía: ‘me van a llegar recursos el próximo mes’, ‘estoy gestionando tal y tal asunto financiero’, entonces, yo esperaba, pues esperaba que el Gobierno cumpliera con esos recursos. Y si fuese un tema de que el Gobierno del estado no tiene suficiencia financiera, y lo expresara así el Gobernador, seguiríamos con medidas de austeridad, que las hemos tomado, y esgrimamos deseando y esperando estos recursos. (Pero) salgo a reclamar públicamente el mismo día que el Gobernador dice que no debe nada a la UV, y que es voluntario o que aporta. [Entonces], ya no es un tema de falta de recursos, sino un tema de política de educación pública, es un posicionamiento del Gobierno frente a sus deberes con la UV, y yo tengo que reclamar”.
Pero acota que “yo le reclamo desde el principio, por escrito, haciendo gestiones”.
Diversos sectores en Veracruz han cuestionado la ausencia de Sara Ladrón de Guevara en las primeras protestas organizadas por el Colectivo en Defensa de la Universidad Veracruzana –que ha hecho evidentes los abusos de Javier Duarte por medio de una estrategia artística y el uso de redes sociales–, así como su tardía postura enérgica ante el Gobierno de Veracruz, pues en un principio, incluso, se le miraba cercana a Javier Duarte de Ochoa.
La Rectora explica que su estilo personal de proceder ante un problema, en la búsqueda de resoluciones, la primera vía siempre es la conciliación y la institucionalidad. No la caracterizan la estridencia ni los actos mediáticos, acota. Y como mujer institucional, dice, sabe que hay tiempos para realizar y emprender las diversas acciones.
“Yo estaba confiada, creyendo, en la palabra del Ejecutivo de que estos recursos nos iban ser entregados. Uno puede entender, cuando tiene un deudor, que uno va a cobrar, y le dice, mira, espérame, te doy esto, y te voy a dar, eso es así, usted me debe diez, y me da cincuenta y para la otra regresa. Y así fue”, dice.
“Yo entendía que faltaban recursos en las arcas, pero que el Gobernador era conocedor de los pendientes con la UV porque yo se los había dado a conocer. Yo llamo al Consejo Universitario, reunido en mi segundo informe, el mismo día que el Gobernador dice que lo que le ha dado a la UV es voluntario, y eso no es así: la Ley nos protege”, expresa.
En este sentido, recuerda, en cada sesión ante el Consejo Universitario “decía que había un adeudo, que teníamos dificultades financieras, pero como ya el Gobernador tenía conocimiento, se los decía en el entendido de que el dinero se estaba gestionando, y que se iba a destrabar.
–¿Estos retrasos, le han restado algo a la UV?
–Le puedo decir que somos una universidad que está trabajando, no lo hemos dejado, el mismo consejo se negó a hacer un paro por el tema de los pendientes. Lo que tenemos, son muchos acreedores, ya de ese dinero, la mitad es para impuestos, otros 500 millones de constructoras, obras, tanto de construcción como de mantenimiento en distintas regiones, es un adeudo importante, con las asociaciones sindicales. Están igual los montos que se entregan a los trabajadores cuando se jubilan. Las pensiones corresponden al IPE, pero cuando renuncian por jubilación, la UV les da una cantidad, como finiquito, y de esto debemos algo. De servicio médico, que es una conquista sindical que defendemos, la salud también es un derecho humano. Pero no hemos faltado nunca al sueldo de los trabajadores de la Universidad, aunque se hayan parado las obras de mantenimiento de nuestros edificios, ha habido un esfuerzo mayor para que la sociedad en general vea que estamos trabajando, pero eso el lema de que en la universidad damos más.
Durante este andar, la Rectora reconoce que ha establecido muchos puentes con actores del Gobierno federal, senadores y diputados federales para crearse un círculo de relaciones que resulten propositivas a la UV.
Así, menciona encuentros con el ex Secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor; con el actual, Aurelio Nuño Mayer; con el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; con el Senador Juan Carlos Romero Hicks, ex rector de la Universidad de Guanajuato, conocedor, dice la Rectora, de la problemática del financiamiento de las instituciones de educación superior. Con todos ellos, cuenta, ha platicado el tema del financiamiento de la UV y el pendiente que arrastra el Gobierno de Veracruz con sus obligaciones. De todos esos encuentros ha conseguido algo. “De todos los titulares de la SEP tuve el respaldo en su momento”.
Romero Hicks, cuenta, la ayudó a acercarse al Senador veracruzano José Yunes Zorrilla.
“De Romero Hicks también tuve acercamiento y la recomendación para lograr un punto de acuerdo, por unanimidad, en el Senado para que se le pagara a la UV.
Así, “el mismo día que la UV se expresa en las calles, la legislatura tenía ese punto de acuerdo, algo histórico, lograr que el pueblo y la cámara de representantes estén de acuerdo. A veces pasa que el pueblo pide algo en las calles y los diputados no están de acuerdo, acá no pasó así, todos estuvieron de acuerdo. Es un tema histórico para la UV y para la educación Pública”.
Con Osorio Chong los acercamientos se dieron en el marco de la celebración de los Juegos Centroamericanos y del Caribe por las constantes marchas violentas de grupos de anarquistas, también cuando se dio la agresión a los estudiantes de la UV la noche previa a la jornada electoral del pasado 6 de julio de 2015, con saldo de al menos ocho alumnos golpeados presuntamente por elementos de la SSP.
–¿Por qué con todos estos padrinos, como coloquialmente se dice, Duarte no ha pagado?
–No lo sé, eso hay que verlo con el Secretario de Finanzas, nosotros hemos seguido en el crecimiento de nuestra petición, porque los dineros nos han llegado (…) Eso se lo tiene que preguntar a él, nosotros estamos dejando claro que esos dinero son de la UV, y están pendientes.
–¿Y en medio de esta batalla de la UV, cual ha sido su papel en el financiamiento de la educación superior?
–Justamente están ahora proponiendo un cambio en la Ley de Educación Superior, que no se ha movido desde el 70, el Senado quiere hacer modificación, por eso se acercó a la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), y a mí me invitaron a hablar del financiamiento, y en esa ocasión, comenté sobre la autonomía financiera que se propone para la UV; lo propongo como algo positivo, será bueno establecer fondos que sean seguros, que no estén en manos de quien es Gobernador, o de la opinión de la legislatura, que en nuestro caso, nos cortaron el 7 por ciento del presupuesto estatal, eso es aberrante. Entonces, si se establecen fondos fijos de acuerdo a porcentajes del presupuesto estatal, eso es beneficioso.
En este párrafo piensa que el incremento del 3 por ciento al presupuesto de la UV que ofrece el Gobierno de Veracruz es bueno, “es más de lo que hemos tenido”; sin embargo, si el consejo universitario lo ha rechazado es porque la administración duartista “insiste en cargarnos las aportaciones del IPE”, ante ese escenario el 3 por ciento es insuficiente para una autonomía financiera.
El Consejo Universitario también duda del ofrecimiento porque Duarte hasta el momento dio a conocer que no cargaría los pendientes de las jubilaciones pero sólo en boletines de prensa, no lo ha hecho oficial mediante la Gaceta Oficial.
LOS RECLAMOS DE DUARTE
“Para mí sería muy fácil y sería una cuestión que rayaría en la demagogia el aceptar esta propuesta del 5 por ciento, porque a mí no me tocaría ni siquiera aplicarla y serían 5 mil millones de pesos que estaría garantizándole a la Universidad; sin embargo, sería una medida irresponsable, porque estaría dejándole a la siguiente administración una situación que no va a poder cumplir”, declaró el mandatario estatal el pasado 8 de marzo a la sazón de que la UV le pidió el 5 por ciento para lograr autonomía.
Sobre esta declaración, la Rectora dice que siempre ha estado involucrada en el tema de la educación pública.
“Soy lo que soy por la educación pública, vengo de una familia que no hubiéramos tenido carreras universitarias con el sueldo de mi padre, hubiéramos tenido una vida diferente. A mí la educación superior me formó, hice posgrados en el extranjero y en la UNAM y todo fue educación pública, pero ese es un enorme regalo. Uno como joven en el sistema público, tiene que esforzarse para mantener, es trabajo continuo, y vive uno escasez, en una etapa de la vida productiva, los jóvenes en nuestras aulas pudieran estar trabajando, y están limitándose mucho por formarse, se atrasan en la etapa de recibir salarios, es un esfuerzo que tienen que asumir para capacitarse, yo trabajo para reproducir esa oportunidad, tengo muy claro que estoy para eso, quien piense que tengo una agenda oculta o para un partido está muy equivocado. Estoy trabajando para defender a la UV, me tocó estar en la Rectoría en un momento de crisis, y lo asumo”.
–¿Qué piensa de los ataques a su persona, que es panista o azul?
–Pues sí, pero es falso… aquí está mi amiga Eugenia que en una ocasión me dijo algo muy sabio, que cuando a uno lo imitan para calumniarlo o le sacan cosas falsas en las redes sociales, uno no sale a decir ‘ese no soy yo”, nooo. Mi trabajo dice quién soy, eso es todo. Yo no milito en ningún partido, soy respetuosa de las instituciones, trabajo en una institución, por eso en mi discurso dije la gran pérdida que era perder la fe en las instituciones. Yo no estoy en ninguna agenda partidista, que lamentable que haya prensa que diga cosas sin información verás, que no está considerando revisar esa información, que asume que es así, como rumor, que lástima que los periodistas lanzan una información sin verificar, uno no puede siempre estar negando esos rumores, es desgastante, yo no estoy en apoyo a ningún partido, por eso en mis redes pedí a los candidatos no acercarse a nuestras marchas. Por eso el consejo dijo que no nos salgamos manifestar durante campañas. Se darán expresiones de defensa de la Universidad, pero haremos otras expresiones, a mí me tocará seguir informando y gestionando a la comunidad sobre lo que pasa”.
–¿Cómo pensó en encabezar esta lucha?
–No, pues a mí me tocó, yo estoy en la Rectoría, yo he estado desde que llegué, pidiendo los dineros, y cuando lo hicimos con más energía fue cuando hubo posicionamiento de parte del Gobernador, de parte de su voluntad, por eso entendí que había que ser enérgico.
–He visto que los que exigen sus derechos a este Gobierno, por lo regular, el mismo sistema los calumnia, los difama, los presiona o amenaza, ¿ha sido su caso, ha sido presionada?
–Yo no quiero hablar de eso, así se lo digo, no quiero distraer la atención, son asuntos personales que guardo.
–¿Su familia como ha tomado su lucha?
–Soy de una familia universitaria. Todos se dedican al arte, mi padre trabajaba en la UV, todas la hijas estudiamos en la UV, y ahora trabajamos en la UV, es una familia que se ha desarrollado en la universidad, y uno se pone la camiseta con claridad. A mi familia le toca tal vez sufrir presiones, pero nunca me dicen que no me salga. Debe ser pesado, uno hace la piel fuerte ante las críticas cuando uno está como figura pública, se acostumbra uno a que le peguen a uno, pero la familia no necesariamente.
LA VIOLENCIA CONTRA LOS JÓVENES
–¿Cuando hablas de los desaparecidos en tu discurso, hablas de las que son buscados por las madres en Veracruz?
–Y de las desapariciones forzadas, el tema de tierra Blanca es atroz, es igual que Ayotzinapa, que levantó la conciencia de este país, reclamos a todos, a los 43, a los cinco de Tierra Blanca les pasó lo mismo, la diferencia es numérica, y que en lugar de activismo venían de la fiesta, no entiendo porque este pueblo no se ha levantado por los cinco, sabemos que hay más, vivimos una situación dura. Cuando yo era joven, mi familia no tenía temor de que yo saliera, salíamos, regresábamos en la madrugada, no había temor de mis padres o de que fuera caminando o no al colegio. Mi familia me dio mucha libertad, yo veo ahora que, como adultos, no les damos a nuestros hijos la misma libertad. Estamos temerosos de su seguridad. Es terrible y espantoso lo que pasa con Tierra Blanca y con nuestros jóvenes.
La académica ve en esta ola de violencia, “una pérdida de valores”, y “la única manera de salir de esto es la educación. De Pronto las personas ven como una opción entrar al narcotráfico, en lugar de seguir un camino de trabajo, de tener derecho a la educación y trabajo, y vamos, es el tema de qué oportunidades estamos dando a nuestros jóvenes para el desarrollo, por eso mi lucha”.
–¿Qué aprendió de los agravios a los alumnos de la UV durante la golpiza en la víspera de las elecciones?
–Fue algo muy doloroso, movimos a toda nuestra gente para apoyar a los jóvenes, pero hubo muchas cosas inciertas, no tengo claro que pasó, de inicio decían que ocho afectados y nosotros encontramos tres en el hospital, después dos se acercaron y eran de la UV, cinco he tenido contacto con ellos, hay tres que no aparecen. No lo sé, les dimos apoyo, de inicio médico y estaban ya siendo atendidos, pero hablé con los padres, ellos querían otro diagnóstico y los apoyamos para que tuvieran el médico y hospital que quisieran, los apoyamos y después los otros nos trajeron recibos, una operación de una fractura y atención psicológica postraumática y los pagamos, dimos el apoyo para la salud, legal; la oficina del abogado general los apoyó en la denuncia y hay un seguimiento jurídico.
Por otra parte, considera que “es lamentable, condenable que los estudiantes no estén tranquilos mientras se reúnen en un domicilio particular. Eso es atroz para cualquiera, sea o no sea de universitario, pero hay que poner las cosas en su justa dimensión, me parece que el tema de los desaparecidos de Tierra Blanca es mucho más duro, tuvimos manifestaciones por la golpiza, pero no hemos tenido manifestaciones por los cinco desaparecidos de Tierra blanca… desaparición forzada, sabemos que fue desaparición forzada”.
Sara Ladrón de Guevara recuerda su juventud en el extranjero, paseando por las calles de París, con limitaciones financieras, pero feliz por la tranquilidad de la metrópoli. Por esos días, conoció a muchos colombianos que se habían exiliado por la violencia generada por la cacería del Gobierno, los paramiliates, la guerrilla y los narcotraficantes. Conoció de boca de ellos numerosas historias desgarradoras. Jamás pensó que en su México, Veracruz, se siguiera la misma senda.
“Yo como arqueóloga, tuve mucho trabajo en el campo, salir al campo y encontrar personas antes, era encontrar seguro un saludo. Eso era antes, ahora uno no sabe. Ahora da mucho pesar a los arqueólogos salir al campo y encontrar gente. Yo por eso en el discurso dije que no era solo dinero, estamos reclamando los derechos de vivir en paz. De un futuro mejor, de tener sueños”, finaliza.