La calificación de ‘A-‘ en la que HR Ratings mantiene a México lo ubica como un país con “grado de inversión”, lo cual significa que tiene capacidad para pagar su deuda, y mantiene indicadores macroeconómicos, políticos e institucionales sanos. Actualmente tanto Fitch, como Standard & Poor’s y Moody’s mantienen a México en grado de inversión. Hace apenas tres días, el titular de la SHCP, José Antonio Meade Kuribreña, declaró que las calificadoras tienen al país en un mejor nivel que al inicio de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto.
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Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo/EconomíaHoy).– La calificadora HR Ratings ratificó la calificación de largo y corto plazo para la deuda soberana de México en “A-“, pero cambió la perspectiva de la misma de “estable” a “negativa”, uniéndose a la misma medida que han tomado el resto de las calificadoras durante 2016.
La firma coincide con sus competidoras en el motivo para modificar la perspectiva de México: el elevado nivel de deuda como porcentaje del PIB, que para 2016 cerrará en 51.4 por ciento y subirá a 53.4 por ciento en 2023. Entre 2015 y 2016 este indicador aumentó un 4.07 por ciento.
Además, HR Ratings indicó que “la incertidumbre en cuanto a las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos justifica el cambio en la perspectiva”.
La calificación de “A-” en la que HR Ratings mantiene a México lo ubica como un país con “grado de inversión”, lo cual significa que tiene capacidad para pagar su deuda, y mantiene indicadores macroeconómicos, políticos e institucionales sanos. Actualmente tanto Fitch, como Standard & Poor’s y Moody’s mantienen a México en grado de inversión.
El pasado 15 de diciembre, el presidente y CEO de Barclays en México, Raúl Martínez Ostos, aseguró que la probabilidad de que las principales agencias calificadoras de deuda rebajen la nota de México es “moderadamente alta”. No obstante, esta medida no tendría un gran impacto sobre la economía del país, debido a que los mercados financieros ya han descontado que esto puede ocurrir en algún punto de 2017.
Hace apenas tres días, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade Kuribreña, declaró que las calificadoras tienen al país en un mejor nivel que al inicio de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto.
Durante su participación en el foro Perspectivas Económicas 2017 organizado por el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, el funcionario federal dijo que las tres calificadoras tienen al país en un nivel superior que al principio de la administración y que “estamos haciendo lo que está en nuestras manos frente a un contexto, que igual que las calificadoras, reconocemos diferente y difícil”.
Además, señaló que la economía mexicana cuenta con los fundamentos necesarios para enfrentar el estrés de los mercados internacionales y el entorno de incertidumbre mundial.
“México puede, frente a la incertidumbre que se tiene por delante, hablar de energía, telecomunicaciones, asociaciones público privadas y encontrar en ellas y en el resto de las reformas estructurales, un mejor elemento de anclaje”, afirmó.
Referente a la deuda pública, Meade dijo es una deuda bien gestionada, con buenas características, con un nivel que es claramente manejable y administrable comparado con nuestra región, comparado con la OCDE, pero que sería deseable, y es lo que vamos a buscar, que se estabilice y que empiece a bajar.
Además expuso que se buscará que este año llegue a su monto máximo para disminuirlo en 2017.
“Lo que vamos a tratar de hacer es que la deuda alcance su máximo este año y que a partir del año que entra empiece a disminuir con un elemento adicional para poner en perspectiva la deuda y sus características”, indicó.
LA CALIFICACIÓN
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Por otra parte, la calificadora indicó que la ratificación de la calificación se basa principalmente que el nivel actual y esperado de deuda neta presupuestaria ajustada al PIB, la cual “aún se ubica en niveles congruentes con la calificación otorgada”. La firma supone que México “podrá mantener el superávit primario suficiente para estabilizar en el largo plazo el cociente de deuda neta a PIB cerca de los niveles actuales”.
Explicó que el incremento de la relación deuda/PIB del último año se debe en gran parte a un movimiento extraordinario y “no recurrente” del tipo de cambio. Destacó que el Gobierno Federal incorporó a su deuda parte de los pasivos laborales de Pemex y de la CFE, la cual “no fue colocada con el público inversionista, sino con las Empresas Productivas del Estado”. Estos pasivos representarán 1.52 por ciento del PIB en 2016.
HR Ratings coincide con otras instituciones financieras en que para 2017 los remanentes de operación del Banco de México serán importantes. Estima que podrían llegar hasta 254,000 millones de pesos, y al transferirse a la Secretaría de Hacienda, éstos podrían reducir sustancialmente el déficit financiero, ayudando a contener el crecimiento de la deuda. Así “el beneficio de los remanentes compensa en parte el efecto negativo que la depreciación del peso ha tenido sobre el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP)”, que es la medida más amplia de la deuda, expresada, precisamente en deuda como porcentaje del PIB.
Además, la calificadora señaló que México exhibirá un superávit primario presupuestario moderadamente creciente a partir del 0.4 por ciento del PIB en 2018. No obstante, proyecta que aumentará el costo financiero (los intereses y comisiones) de la deuda, pues alcanzará el 3.38 por ciento del PIB en 2022.
–Con información de Gabriela Jiménez, EconomíaHoy