Once civiles y cinco presuntos delincuentes fallecieron hoy en Veracruz tras un ataque armado contra tres autobuses de pasajeros, informaron fuentes oficiales. Los pistoleros comenzaron a disparar contra los tripulantes, informó el alcalde de Tantoyuca, el panista Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, de acuerdo con información que le proporcionaron las mismas autoridades militares y navales.
El presidente municipal afirmó que fueron 40 los muertos, y no 16, como maneja la mayor parte de la prensa.
De acuerdo con Proceso, el alcalde no descartó que el número de fallecidos podría ser más, ya que hasta las 13:00 horas las autoridades ministeriales continuaban realizando las diligencias.
El diputado local de ese distrito, Wilebaldo Flores Loman, demandó a la Secretaría de Seguridad Pública del estado reforzar la vigilancia en la zona, donde en menos de una semana se han registrado varios enfrentamientos con saldos de más de medio centenar de muertos, incluyendo a los pasajeros de este jueves.
Mediante un decreto oficial, el gobernador estatal, Javier Duarte, ordenó la desaparición de la Policía Intermunicipal Veracruz-Boca del Río, en la que trabajaban 900 agentes y 100 administrativos para una zona en la que habitan más de 600 mil personas.
De acuerdo con reportes del comando del operativo especial “Veracruz Seguro” citados por las agencias EFE y AFP, se han encontrado 96 cadáveres sólo en un mes en la zona conurbana de Veracruz-Boca del Río.
Los sicarios dispararon contra los tripulantes como una supuesta venganza ante la muerte de cuatro de sus compañeros durante un enfrentamiento contra el Ejército registrado dos días antes en esa región. El ataque se registró alrededor de las 05:00 horas de este jueves, cuando los autobuses procedentes de Nuevo León y Tampico fueron detenidos por los sicarios.
La fiscalía de Veracruz, citada por la agencia EFE, dijo que los cinco presuntos delincuentes mataron a cuatro personas más en el municipio de El Higo, y después fueron abatidos por las fuerzas del orden.
BUSCAN A LOS AGRESORES
Tras los ataques a los autobuses, miembros del Ejército, de la Secretaría de Marina y de Seguridad Pública estatal pusieron en marcha un operativo para dar con los agresores.
Unas horas después, se registró un enfrentamiento en el que fueron abatidos los cinco presuntos delincuentes, y las autoridades decomisaron una camioneta blindada, 5 armas largas, 54 cargadores y ocho teléfonos celulares.
En declaraciones a Milenio Televisión, la portavoz del Gobierno de Veracruz, Gina Domínguez, indicó que las autoridades ya reforzaron las medidas de seguridad en las carreteras del norte del estado para proteger a los usuarios.
Señaló que están en marcha las investigaciones de estos “lamentables hechos” para establecer si los agresores eran de esa zona o llegaron de algún estado vecino.
Domínguez señaló que la seguridad aumentó con motivo de las fiestas y el gran flujo por las carreteras del estado, y que en el norte de Veracruz, en particular, “las fuerzas federales mantienen operativos permanentes con retenes” para reforzar la vigilancia.
El Gobierno mexicano puso en marcha en octubre pasado la operación “Veracruz Seguro” con el despliegue de fuerzas federales y el reforzamiento de tareas de inteligencia para garantizar la seguridad en la zona, sacudida por una ola de violencia.
La medida llegó tras los hallazgos de los cuerpos sin vida de 32 personas en tres viviendas, así como de otros 35 cadáveres arrojados en una transitada avenida de la zona turística de Veracruz, en el Golfo de México.
Las matanzas fueron atribuidas al cártel Jalisco Nueva Generación, también denominado “Los Mata Zetas”, que surgió a raíz de las divisiones entre diversos grupos narcotraficantes tras la muerte en 2010 de Ignacio Coronel, alias “Nacho Coronel”, uno de los líderes del poderoso cártel de Sinaloa.
Dicha organización disputa a la organización criminal de Los Zetas el control de Veracruz, donde también operan el cartel del Golfo y algunos reductos de La Familia Michoacana.
Veracruz, en el oriente de México, es clave para el crimen organizado, ya que es una zona de paso de miles de inmigrantes que buscan el sueño americano y un corredor para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.