Ciudad de México, 22 de noviembre (SinEmbargo).- En una semana marcada por el Paro Nacional del 20 de noviembre en demanda de la aparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, los pronósticos de la economía mexicana nuevamente se registraron a la baja.
En sólo cinco días, el Banco de México, la calificadora de riesgo internacional Moody’s y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) recortaron a la baja sus pronósticos de crecimiento para el año de un promedio de 2.7 por ciento a niveles que llegan al 2.0 por ciento.
Factores como la crispación social, las fluctuaciones en el precio del petróleo y la baja producción de Petróleos Mexicanos (Pemex), según analistas, sienta el precedente para que el país crezca, pero por debajo de los parámetros fijados esta semana.
“Se ve difícil que, por milagro divino, la economía presente un repunte”, señaló en entrevista desde Nueva York, Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analitics.
Agregó que “el carro de la economía mexicana se desvieló en el tercer trimestre”, a pesar de que los resultados disponibles hasta ahora son hasta septiembre y todavía no reflejan el efecto de las movilizaciones y descontente desatados por la desaparición de los normalistas desde el mes de octubre.
Desde su óptica, si los problemas sociales continúan, no aterrizarán las inversiones que se tenían previstas una vez aterrizadas las Reformas Energética y de Telecomunicaciones, dos de los elementos prometidos por el gobierno federal para potenciar el crecimiento económico y la generación de empleos en el país.
Jorge Gordillo Arias, director de Análisis de CIBanco, coincidió con Coutiño y aseguró que “la situación está un poco incierta” y para que la economía crezca se necesita más certeza.
“Las expectativas nos están quedando a deber y nos siguen dejando con un mal sabor de boca”, opinó.
EL INICIO DEL RECORTE
El jueves, Moody’s modificó la estimación de crecimiento para 2014 “ante la crisis social y de derechos humanos, y el nerviosismo de inversionistas y empresarios”, de 2. 3 por ciento a 2 por ciento; mientras que para 2015, cuando la expectativa máxima se pensaba de 3.8 por ciento, la cifra se ajustó a 3.5 por ciento.
La modificación de Moody’s se une a otras noticias negativas, ya que el pasado miércoles 19, el Banco de México (Banxico) también redujo su estimado de crecimiento para este año a un rango de entre 2 a 2.5 por ciento.
“En México, la economía ha dado señales de un avance más lento en el tercer trimestre, contrario a lo esperado por autoridades y mercados (…) la actividad económica parece haber crecido entre 1.8 y 2 por ciento a tasa anual en el tercer trimestre y sólo 0.4 por ciento, con respecto al segundo trimestre, cuando avanzó 1 por ciento”, apuntó la dependencia en su informe trimestral.
Banxico previó además un crecimiento entre 3 y 4 por ciento para 2015.
Ayer, el subsecretario de Hacienda, Fernando Aportela, comunicó que la dependencia bajó su estimado de crecimiento para el país a un rango de 2.1 a 2.6 por ciento desde el 2.7 por ciento que había fijado en su última estimación. También anunció un cambio en su metodología para calcular el estimado. Ahora es un “rango” y no un número cerrado.
Para 2013 fijó el estimado de entre 3.2 a 4.2 por ciento.
Hacienda había fijado un estimado de crecimiento de 3.9 por ciento para este año, pero el 23 de mayo redujo por primera vez su previsión a 2.7 por ciento, que ratificó en octubre el titular de la dependencia Luis Videgaray Caso.
Aportela anunció también cambios en la metodología para que la mecánica de los indicadores que se presenta se haga en dos sentidos para calcular datos de finanzas públicas y datos informativos del Instituto de Geografía en Informática (Inegi).
Para la primera parte, se desarrollará en dos momentos: cuando se presenten los Pre Criterios Generales de Política Económica, en marzo, y los Criterios Generales que se presentan al Congreso en septiembre.
La segunda se refiere a las sesiones informativas en las que se manejará un rango de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) conforme a la evolución de los indicadores y el grado de confianza estadístico que se va a actualizar con base en la información trimestral.
“El rango de crecimiento da un resultado mas acertado de las variables económicas”, aseguró el funcionario.
Uno de los elementos que influyen negativamente en el crecimiento, mencionó el sub secretario, es la reducción en la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la baja en los precios internacionales de la mezcla mexicana.
La producción de Pemex es de 2.4 millones de barriles diarios, menor a los 2.5 proyectados, lo que le restará 0.04 puntos porcentuales al crecimiento, mientras que el promedio del precio del barril se ubicó en octubre a 72.8 dólares por barril.
“La menor producción hizo que le restara 0.4 puntos porcentuales a la evolución económica del país, pues en los meses de octubre y noviembre el costo fue de 76 dólares por barril”, dijo.
Aportela afirmó que en la SHCP “no estamos satisfechos con el crecimiento económico de México. Sin embargo, con la aplicación de las reformas se verá la evolución económica potencial. En este proceso, la tasa de empleo fue favorable y se ha venido acelerando. Esto es favorable para la gente”.
A pesar de las modificaciones a la baja del crecimiento económico nacional, el subsecretario de Hacienda afirmó que existe una “perspectiva positiva de la economía, tiene una evolución balanceada derivada del sector externo. Esto ha permeado en el crecimiento del empleo, el consumo interno y el sector construcción”.
El rango estimado para 2015 se fijó entre 3.2 y 4.2 por ciento.
EL CRECIMIENTO Y LA NUEVA METODOLOGÍA
Tanto para Coutiño como para Gordillo, el poner, a un mes de acabar el año, un rango al estimado de crecimiento, por parte del gobierno federal, resulta poco creíble y más bien representa una especie de muro de contención para evitar críticas severas por las fallas en el cálculo de crecimiento por segundo año consecutivo.
Auguraron que las cifras del cuarto trimestre, en las que se ya se reflejen las consecuencias que la crispación social ha dejado en sectores como la inversión extranjera, el comercio y la psicología del consumidor, pueden ser más negativas, pero sin llegar a un rango inferior al 2 por ciento, lo que aún así queda lejos del 3.9 por ciento prometido.
“No creo que fuera el momento para hacer el cambio de metodología; el próximo año seguramente se regresará al modelo anterior, pero esto es un reflejo de lo que está pasando, la situación está un poco incierta, necesitamos varias condiciones para que la economía se dé de una u otra manera, no hay nada seguro”, expresó Gordillo Arias.
Por su parte, Coutiño aseguró que en el extranjero ya existe por parte de los inversionistas “que encumbraron tanto a México” un desencanto por la situación en el país.
“Lo que decimos es que ya hay una repercusión a nivel internacional, ya ha trascendido las fronteras, ha habido declaraciones de instituciones y organismos internacionales demandando respuesta clara y contundente del gobierno; ha habido gobiernos que han expresado preocupación, hasta la ONU [Organización de las Naciones Unidas] que han dado comentarios de preocupación, esto marca una preocupación a nivel internacional de lo que está pasando en el país y cuando las voces empiezan a reproducirse el eco es mayor”, expresó Coutiño.
Consideró que uno de los factores que mantiene a la comunidad de inversionistas molestos es que siempre que se da a conocer el estimado trimestral, no sólo se da un ajuste a la baja sino que también se promete que los resultados del siguiente trimestre serán mejores, “pero lo único que pasa es que un reporte es peor que el otro”.
Advirtió que los primeros en resentir este malestar serán los sectores de Energía y Telecomunicaciones, pues de no darse las condiciones que el gobierno vendió a los inversionistas en el extranjero, de nada servirá el haber sacado adelante las reformas estructurales en la materia.
“El efecto va a ser más notorio por el hecho de que los mercados se habían engolosinado con el mercado mexicano y lo habían puesto como uno de los que tenía una mejor economía en los próximos años; ahora hay un sentido de descontento con esa imagen que ellos mismos compraron, los mimos medios de comunicación que antes realzaron la imagen de México son los ahora lo critican. Ya hay un cambio en la percepción, el problema es que este deterioro en la imagen internacional; de alguna manera va afectar las decisiones de inversión”.