Ciudad Victoria, 21 Nov. (Notimex).- Nacida en el contexto de la Revolución Mexicana, Amalia González Caballero de Castillo Ledón “era una mujer muy bella y desinhibida, que estudió artes, filosofía y letras, se adentró en los círculos intelectuales y destacó como escritora y dramaturga, afirmó Francisco Ramos Aguirre, historiador tamaulipeco adscrito al Museo Regional de Historia.
Expuso que sin ser de las mujeres idealistas como Hermila Galindo –pionera del Movimiento Feminista en México y Esther Chapa Tijerina, esta última también tamaulipeca, impulsora del voto femenino–, pero de ideas comunistas, González Caballero logró destacar en un difícil contexto.
Debido a la inestabilidad que generó el movimiento revolucionario, por decisión de su madre la maestra María Caballero Garza, emigraron del estado.
Ramos Aguirre hizo una breve semblanza de Amalia González Caballero, su desarrollo literario, sus aspiraciones feministas en la época y la importancia de que este día sus restos podrán descansar en la Rotonda de las Personas Ilustres en la Ciudad de México.
De joven, la escritora se casó con el historiador de Nayarit, Luis Castillo Ledón, “un hombre ya mayor y bien relacionado, con el que logra introducirse más al ámbito de la literatura”.
“Su faceta de escritora, dijo, y su gran belleza, la hacen convertirse en una musa al grado de que Amado Nervo le escribió un poema e incluso hubo quien le escribiera canciones”, dijo.
“De ahí su vida se hace cada vez más interesante, tomando en cuenta que era una mujer venida de provincia, de tal manera que cuando el también tamaulipeco Emilio Portes Gil llega a la Presidencia de la República, le da nombramiento para fomentar la cultura en el Distrito Federal, oportunidad que aprovecha con un buen desempeño”,
Refiere que más adelante, se suma a la lucha feminista junto con Julia Nava, otra tamaulipeca, oriunda de Tula y también defensora de la libertad e igualdad de género, así como de Graciela Álvarez, también defensora de los derechos de la mujer.
González Caballero fue promotora de Cultura y Subsecretaria de Educación en el sexenio del presidente Adolfo López Mateos.
Ramos Aguirre relató también que la ilustre tamaulipeca fue mencionada como prospecta a la candidatura por el gobierno de Tamaulipas en la época de los sesentas, sin embargo, “siendo ésta en ese entonces tierra de machistas, se le impidió postularse”.
Dijo que el argumento de los hombres que en ese entonces tenían el control del poder, era que Tamaulipas no estaba preparado para ser gobernador por una mujer.
“Quiso abrirse camino entre los hombres que tenían el control del poder, en una época muy machista”, expuso.
No obstante, la escritora se incorporó a la Organización de Estados Americanos (OEA) y tuvo también una importante participación en la ONU, en la comisión de Derechos Humanos.
Amalia González Caballero tuvo contacto con Evita Perón, influyente líder política argentina y esposa del presidente Juan Domingo Perón, y quien como primera dama promovió el reconocimiento de los derechos de los trabajadores y de la mujer, entre ellos el voto femenino.
Amalia fue también Ministro Plenipotenciario en México. “Aunque la burocracia y la política estaban en manos de los hombres, la tamaulipeca brilló con luz propia”.
A decir de Francisco Ramos Aguirre, sin haber participado en la Revolución Mexicana, Amalia González Caballero de Castillo Ledón cosechó los frutos de la Revolución.
“Lo que no ocurrió con otras precursoras como Hermila Galindo y Judith Reyes, idealistas de izquierda, esta última, activista del Partido Comunista de México”, expresó.