Ciudad de México, 22 de septiembre (SinEmbargo).– Aún no se conoce quién o quiénes grabaron y filtraron el video de la fiesta de los diputados panistas, pero está claro que esas estampas pudieron más que el cúmulo de acusaciones de corrupción reunido en contra de esos políticos. Luis Alberto Villarreal García, en ese momento coordinador de la bancada blanquiazul en la Cámara de Diputados, fue destituido dos días después de que su imagen fuera difundida mientras bailaba con una mujer contratada para la reunión. A Jorge Villalobos, el vicecoordinador, le ocurrió lo mismo. Los dos habían sido señalados desde noviembre de 2013 de imponer sobornos a cambio de licitaciones; pero nada había pasado.
¿Qué hacer cuando un video es un arma eficaz de revelación? El politólogo Nicolás Loza, de la Facultad Latinoamérica de Ciencias Sociales (Flacso), no tarda en responder: “Hoy por hoy, la mejor manera de no ser descubierto en actos de corrupción o contradictorios de la moral, es no cometerlos. Cualquiera tiene un pequeño vigía dentro de su teléfono celular. Todos somos observados sin que ello signifique que se trate de un ejercicio de la democracia”.
Más allá del destino de los políticos panistas, con “la videofiesta” en Puerto Vallarta –donde era discutida la Reforma Energética– regresó una era que parecía haber quedado atrás como un mal sueño: los videos que revelan oscuras tramas y convierten a los ciudadanos en espectadores de lo que no pueden conocer a través de mecanismos legales debido a la falta de Transparencia y Rendición de Cuentas.
Hace diez años, un carrusel de videos políticos fue desplegado de forma similar que ahora. En 2004, Gustavo Ponce Meléndez , tesorero del Gobierno del Distrito Federal (GDF) fue videograbado mientras apostaba en Las Vegas Nevada. Fue destituido y seis meses después, detenido en Morelos por fraude genérico. Jorge González Torres “El Niño Verde” y diputado por el Partido Verde Ecologista de México, apareció en negociaciones de dos millones de dólares para liberar permisos para la construcción de hoteles en terrenos ubicados en una zona natural protegida en Quintana Roo. Enseguida, llegó el videoescándalo madre: René Bejarano, en ese momento dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y colaborador de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, recibió fajos gordos de billetes del empresario Carlos Ahumada Kurtz, en sus oficinas de la empresa Quart.
Telésforo Nava, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) repasa las imágenes reveladas de hace diez años y las de ahora: “Mexico no ha cambiado ni un ápice. Los videos vuelven a ser usados como herramientas eficaces de ataques políticos. Todos tienen esa insignia. Los videos son como misiles que han caído en la línea de flotación y han hecho zozobrar al barco”. El analista brinda como resumen que “los videos han sido eficaces en revelar situaciones anómalas de la Democracia. Pero ese no era el objetivo de quién grabó y filtró desde el anonimato. El objetivo siempre fue otro: la venganza política dirigida”.
No sólo la fiesta panista fue dada a conocer mediante el canal de la filtración; en Michoacán, el presunto líder de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez “La Tuta”, ha dejado ver una serie que arrancó con una reunión que él mismo sostuvo con el ex secretario de Gobierno, Jesús Reyna. Su videoteca parece infinita: por el momento, ha incluido conversaciones con el presidente municipal de Apatzingán, Arquímides Oseguera y otro con el el hijo del exgobernador michoacano Fausto Vallejo. También están las alcaldesas de Pátzcuaro y Huetamo.
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Expresado en varios artículos de la Constitución y los Códigos Civiles, el Derecho a la Intimidad garantiza a los mexicanos un ámbito reservado de su vida. Ningún tercero puede conocerla, ya sea simples particulares o los Poderes del Estado. La Ley de Responsabilidad Civil para la Protección del Derecho a la Vida Privada, el Honor y la Propia Imagen en el Distrito Federal, señala en su artículo quinto: “El derecho a la vida privada, al honor y la propia imagen serán protegidos civilmente frente a todo daño que se les pudiere causar derivado de acto ilícito, de acuerdo con lo establecido en la presente ley”.
Telésforo Nava expresa que con la difusión de videos desde el anonimato hay un ataque a la Democracia en la medida que se trata de un acto ilegal. “A los políticos se les desnuda. Pero se viola el Derecho a la Privacidad. Y aunque muestren la pus de la llaga, los mecanismos son reprochables”, expresa.
“Fue una celada extraordinaria y profesionalmente bien hecha”, exclamó Luis Alberto Villarreal García de la videofiesta una vez que fue destituido de la coordinación del PAN, en tanto que el mismo partido mantiene tres hipótesis. Dos apuntan hacia los sistemas de inteligencia del gobierno de Nuevo León y la última se relaciona con el alcalde de Puerto Vallarta, el ex panista Ramón Guerrero, ahora del Partido Movimiento Ciudadano.
Para Gustavo Leal, analista de la Historia Política de México en la Universidad Autónoma Metropolitana, esa “videofiesta” es el emblema de un problema “cíclico”. “Los videos no son contundentes. Se usan como ataque político certero y el ofendido, el político descubierto, se ve obligado a defenderse legalmente. Así, se le hace mella al marco corrupto en el que se generó el material. Al caldo de cultivo no le ocurre nada. Sólo se destruyen vidas políticas. La política, en sí, queda tal cual. La demostración de ello es la realidad”.
¿PARA QUÉ? TRES CASOS…
GUSTAVO PONCE MELÉNDEZ
ANTES
Era Secretario de Finanzas en la Administración de Andrés Manuel López Obrador en el Gobierno del Distrito Federal cuando, el 2 de marzo de 2004, fueron dadas a conocer imágenes videograbadas de su persona en una mesa de juego en el casino Bellagio en Las Vegas, Nevada. Se reveló entonces que era adicto al juego de azar. Sus andanzas las costeaba con el dinero de las cajas a su cargo.
DESPUÉS
El 8 de marzo fue acusado de fraude genérico, enriquecimiento ilícito y peculado. En octubre de 2004, fue detenido por la extinta Agencia Federal de Investigación en Tepoztlán, Morelos. Fue sometido a cuatro años de juicio y el 13 de abril de 2009 fue sentenciado a ocho años de prisión por el delito de Lavado de Dinero. Ponce fue recluido en el penal de Máxima Seguridad del Altiplano. Este año obtuvo la libertad por buena conducta y el pago de una fianza.
JORGE GONZÁLEZ TORRES
ANTES
Era presidente del Partido Verde Ecologista de México, fundado por su padre, Jorge Emilio González Torres. En febrero de 2004, aceptó ante cámaras ocultas una “mordida” millonaria para beneficiar una construcción en un terreno ecológico en Quintana Roo.
DESPUÉS
Un año después del videoescándalo, la Procuraduría General de la República lo exoneró de todo cargo. Apodado como “Niño Verde”, González Torres declaró que fingió durante el diálogo en el que acepta el dinero. Dijo también que desconocía que era grabado. Hoy es coordinador del grupo parlamentario del PVEM en el Senado de la República. Los cuatro integrantes de esa fracción están vinculados a las empresas Televisa y TV Azteca. Son parte de lo que se denomina “telebancada”.
RENÉ BEJARANO
ANTES
En marzo de 2004, el diputado panista Federico Doring filtró al noticiario “El Mañanero”, conducido por Víctor Trujillo, en su papel del payaso Brozo, unos videos que destaparon una red de corrupción dentro del Gobierno del Distrito Federal. René Bejarano era el líder perredista en la ALDF y fue grabado mientras recibía grandes fajos de billetes del empresario Carlos Ahumada Kurtz. Ese mismo día el diputado solicitó licencia para separarse de su cargo. El 11 de noviembre de 2004, fue desaforado como diputado. A las tres de la tarde del 10 de noviembre fue detenido en su domicilio acusado de los delitos de promoción de conductas ilícitas, operaciones con recursos de procedencia ilícita y delito electoral. Permaneció ocho meses en el Reclusorio Sur. Salió libre el 6 de julio de 2005 después de pagar 39 mil 825 pesos.
DESPUÉS
Motejado como “El Señor de las Ligas” volvió al escenario. El primer acto partidista al que se presentó fue el 9 de febrero de 2008 en el Foro Cultural Azcapotzalco. Pidió ahí a 600 personas votar por Alejandro Encinas en las elecciones a la Presidencia del PRD. “No estaba muerto, estaba trabajando”, dijo sobre su ausencia. Alejandro Encinas se deslindó. Hoy es dirigente de la corriente interna del PRD llamada Izquierda Democrática Nacional (IDN). Cuando se cumplieron diez años de su videoescándalo, se negó a emitir palabra alguna y empeñó su palabra para después de las elecciones presidenciales de 2018.