La taewkondoí de Sinaloa piensa en seguir peleando para llegar a otros Juegos Olímpicos, ser mejor persona, mejor deportista y ser un ejemplo para toda la sociedad mexicana.
Río de Janeiro, 22 ago (EFE).- La taewkondoí mexicana María del Rosario Espinoza se va de Río de Janeiro con el sabor dulce de una medalla de plata y convertida en la mejor deportista femenina de la historia de su país. El secreto de su éxito, asegura en una entrevista, está en "competir con el corazón".
Espinoza, que ya suma tres medallas olímpicas -oro, plata y bronce- en distintas convocatorias, se muestra satisfecha con el resultado de Río.
"Me siento muy bien. Contenta por este resultado. La verdad es que fue un trabajo en equipo y todo el equipo de taekwondo estamos contentos. Me siento bien también por haber cumplido uno de mis sueños, que fue mi tercera medalla olímpica", explica.
"No buscaba tener los tres colores: el oro, la plata y el bronce. Creo que fue el destino que me los puso de esta manera. Yo en cada competencia buscaba el tener la medalla de oro pero, bueno, estoy contenta porque al final en mis tres ciclos olímpicos tengo tres medallas olímpicas", continúa la deportista mexicana.
Espinoza resume la clave de su triunfo: "Más que nada, siempre competir con el corazón, entregar hasta el último momento todo y siempre desear estar consiguiendo nuestros propios sueños".
El trabajo en equipo fue decisivo para ayudarla a motivarse, en especial, el esfuerzo de compañeras como la marchista mexicana Lupita González, que también logró una plata.
"Fue una gran motivación el verla competir, el verla ganar y decir "ella pudo, yo también puedo" como atleta mexicana, como atleta mujer, para mí fue siempre una inspiración", asegura.
Su paso por Río quedará en su memoria porque "fue la primera ciudad donde yo competí por México y ahora ha sido una experiencia muy padre ver la transformación de otro Río y de estar compitiendo aquí en una de mis ciudades favoritas", recuerda la deportista, que también es parte del Team Visa 2016.
"Para mí ha sido muy importante el estar formando parte por segunda vez del equipo Visa. Para mí Visa me motivó muchísimo en el 2012 y de igual manera me motivó ahora para el 2016", reconoce.
También para el clavadista mexicano Iván García ser miembro del Team Visa ha constituido un acicate a su carrera.
"Es un orgullo para mí ser parte del equipo ya que es una de las empresas más grandes del mundo y que confíe en los deportistas y confíe en mí realmente es un orgullo", señala.
Aunque se va de Río sin medalla de oro, en estos Juegos ha vivido una "experiencia muy bonita" y aleccionadora: "La convivencia, las emociones, los sueños que hay, estar en la Villa con los mejores deportistas del mundo... entonces es algo que lo aprecio y lo admiro mucho".
García reconoce que le habría gustado salir de Río con una medalla, pero "lo di todo. Me entregué al cien por ciento en la competencia y obviamente en mis entrenamientos, entonces no se dio simplemente porque no fue, creo que no fue mi día pero bueno".
El camino para llegar a Río 2016 no fue fácil para este joven de 23 años que empezó en el deporte a los 7 y entrena a diario.
"Antes de venir a Juegos tuve una preparación muy fuerte, casi nueve horas a diario, entonces sí se sacrifican muchas cosas y estás solamente desayunando, comiendo y cenando clavados. En el caso, mi deporte. Tienes que estar al 100 por ciento concentrado y comprometido. Pero es muy bonito, es un proceso muy, muy largo, muy difícil pero muy bonito", explica.