Ciudad de México, 22 de junio (SinEmbargo).- El legislador republicano Jason Chaffetz, presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dijo en una colaboración especial para el diario Herald de Utah que México es el lugar “más violento, brutal y sin ley que existe en este momento en el mundo”.
Chaffetz indica que esta brutalidad y violencia no está a medio mundo de distancia, en referencia al Medio Oriente, sino justo al lado de Estados Unidos. Su texto lo tituló: “No nos equivoquemos: México está en crisis”.
“Desde que la guerra del narcotráfico en México comenzó a escalar en 2006, más de 100 mil residentes mexicanos han sido asesinados o han desaparecido según el Consejo Asesor de Seguridad de Ultramar del Departamento de Estado. El secuestro, la trata de personas, el desmembramiento brutal y la visualización de las víctimas de asesinato es demasiado común. Estos incidentes están ocurriendo literalmente al otro lado del río de las principales ciudades de Estados Unidos”, escribió el legislador.
El legislador de Utah asegura que el gobierno y la prensa estadounidense han sido capaces, en gran medida, de ignorar la difícil situación de “nuestro amigo, aliado, y el tercer mayor socio comercial, mientras que la barbarie se ha limitado principalmente a la gente de México”, y “esto no debe ser tolerado”, dice.
Chaffetz describe el contenido de la carta que le envío al Secretario de Estado, John Kerry, a principios de este mes, en el que junto a su colega demócrata de Texas, Filemón Vela, le piden respuestas directas a sus preguntas sobre si la actual administración de Barack Obama es capaz de proteger a su personal diplomático en México.
En la misiva, los legisladores también le preguntan a Kerry si es correcta su decisión de mantener abiertos los consulados estadounidenses en México, y si la administración de Obama ha considerado eliminar el pago de “peligro” para los diplomáticos destinados en la región.
“Un México estable y económicamente vibrante es en el mejor interés de Estados Unidos. Queremos que nuestros vecinos puedan criar y mantener a sus familias en México de manera segura. Queremos que nuestro socio comercial sea productivo y próspero. Y queremos ver paralizados a los carteles de la droga que asolan México”, dice Chaffetz en su columna de opinión.
El legislador republicano dice también que el actual gobierno de Estados Unidos ha “hecho muy poco para hacer frente a una amenaza que ahora se derrama a través de nuestras fronteras”.
“Por desgracia, han estado más interesados en restar importancia a la amenaza, mientras venden a los estadounidenses una posible amnistía, que en tomar medidas enérgicas contra una amenaza clara y presente para nuestra seguridad nacional. Sin consecuencias para la violencia, los delincuentes se han vuelto aún más descarados y esto crea condiciones excepcionalmente peligrosas para nuestro personal que viven o trabajan en la región”.
Chaffetz también recuerda que la semana pasada un helicóptero de la Oficina de Aduanas y Patrulla Fronteriza fue obligado a aterrizar luego de que le hubieran disparado desde el lado mexicano de la frontera, cerca de Laredo, Texas.
El legislador indica que ha visitado el sitio y habló con el personal de Aduanas y Patrulla Fronteriza “que valientemente se enfrentan a la creciente violencia día tras día, con hechos que son alarmantes”.
“En ciertas partes de México, los carteles intimidan a los medios de comunicación de forma rutinaria, a los funcionarios electos y a la aplicación de la ley, así como a los testigos de sus crímenes atroces. Las advertencias de viaje del Departamento de Estado para la región son alarmantes. Los secuestros aumentaron en un 20 por ciento en un año, además de los robos de vehículos, homicidios y tiroteos. El Departamento de Estado advierte que no hay rutas de carretera a través del estado fronterizo de Tamaulipas que se consideren seguras. Y justo al otro lado de la frontera de Laredo, la ciudad de Nuevo Laredo ya ni siquiera tiene una fuerza policial desde que el jefe de la Policía y sus hermanos fueron asesinados en 2013″, dice Chaffetz.
El legislador republicano de Utah se pregunta cómo el gobierno de Obama ha respondido al ataque directo de la semana pasada (en referencia a los disparos contra el helicóptero estadounidense).
“Lo tomaron con calma. Tiraron sin nuevos recursos en la zona. Era como si estuvieran más preocupados por la óptica de la política que por la seguridad nacional. ¿Qué deberían haber hecho? Deberían haber cerrado ese corredor después del ataque y reasignado otros 100 agentes para detener incursiones en ese sector. Podrían hacerlo, si tuvieran la voluntad. Podrían cerrar consulados en Nuevo Laredo, Matamoros, y Guadalajara, donde nuestro personal no puede navegar con seguridad fuera de un radio pequeño. No hicieron nada de eso”.
Chaffetz pide que cuando se le dispare a un estadounidense tiene que haber consecuencias y que Estados Unidos tiene la obligación de apoyar el esfuerzo mexicano, “nuestros aliados” dice, para contener la violencia justo en la frontera.
“He tomado una posición de rechazo muy duro a una amnistía. Quiero bloquear la frontera y eliminar las recompensas e incentivos que atraen a la inmigración ilegal. Pero cuando se trata de la lucha contra el crimen organizado que está impulsado por nuestro propio mercado de la droga, que se ejecuta a través de nuestras propias ciudades, y pone en peligro nuestra propia seguridad, estamos obligados a actuar”, dice el legislador en su columna de opinión.
“Hago un llamado a la administración de Obama a tomar en serio esta amenaza. Dile al pueblo estadounidense la verdad. Y vamos a trabajar juntos para ayudar a México de que se ayude a sí mismo”.
HELICÓPTERO DESATAN CRISIS BILATERAL
El Gobierno de Estados Unidos envió dos helicópteros Blackhawk adicionales para vigilar la frontera con México, luego de que el pasado 5 de junio una aeronave tuviera que realizar un aterrizaje de emergencia en Texas tras ser atacado por disparos cuando sobrevolaba la zona.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos informó que los nuevos helicópteros, del modelo Blackhawk UH-60, llegarían a Laredo, Texas, donde serán usados por los agentes del cuerpo para patrullar la frontera “de manera más protegida”.
Los dos helicópteros patrullarán la zona comprendida entre Laredo y el valle de Río Grande. Los Blackhawk UH-60 son helicópteros más grandes que los que se usan habitualmente en el área, aunque en la frontera ya patrullan algunos de estos, y están equipados para operar en ambientes de riesgo.
El helicóptero que fue atacado se encontraba sobrevolando una zona de tráfico habitual de drogas y de personas, en la que, según la Policía, es habitual escuchar disparos, pero es menos habitual que estos se dirijan a agentes o vehículos de las fuerzas de seguridad.
El anuncio de que dos Blackhawks fueron enviado a la frontera de Texas con México pocos días después de narcotraficantes derribaron un helicóptero del gobierno, así como la firma de un nuevo proyecto de ley de fortalecimiento de la seguridad en Texas, desató una polémica entre ambas naciones.
Después de este anuncio, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mexicana emitió un comunicado expresando su desaprobación de la medida de Texas. Rechazó que Estados Unidos vea a la frontera como “un espacio de amenaza a la seguridad y no de buena vecindad”. Agregó que está trabajando en colaboración con las autoridades estadounidenses en torno a las investigaciones del incidente ocurrido el pasado 5 de junio en la región fronteriza.
“México se mantiene vigilante para que los recursos disponibles en ambos países se enfoquen hacia la consolidación de una frontera segura, eficiente y competitiva para facilitar los flujos legítimos de bienes y personas, así como para promover la prosperidad y el desarrollo en ambos lados de nuestra frontera común”, añadió.
Pero la respuesta desde Texas fue dura.
“Por deferencia a la soberanía de México, hemos dado tiempo al gobierno mexicano a controlar eficazmente la violencia en [la ciudad de] Matamoros y [en el estado de] Tamaulipas. Esos esfuerzos han fracasado en gran medida”, dijo el congresista demócrata Filemón Vela.
Los demócratas son usualmente suaves en sus palabras con México. Pero esta vez no fue así. Filemón Vela no es un congresista más: es texano, y además miembro del Comité de Seguridad Nacional.