Por Marcos Merino
Ciudad de México, 22 de abril (SinEmbargo/TICbeat).- Si podemos hablar de “grandes estrellas” en materia de contenidos en las redes sociales, ésas serían, sin duda -y gatitos al margen-, los vídeos y fotos de bebés subidos por sus padres. Sea en Twitter, Instagram o Youtube, estas imágenes pueden llegar a sumar tantas visitas, “likes” y retuits como el último videoclip de Lady Gaga. A eso se suma un aumento de las consultas (en blogs y foros) sobre la crianza de los propios bebés.
Esta pujante moda, bautizada como “sharenting” (de “share” -compartir- y “parenting” -crianza de hijos-) ha sido ahora estudiada mediante por el Mott Children’s Hospital de la Universidad de Michigan, detectando que más de la mitad de las madres y un tercio de los padres debaten sobre la salud la crianza de sus hijos en las redes sociales, y casi tres cuartas partes de los progenitores encuentran en dichas redes un modo de sentirse menos solos.
Cabe entonces plantear cómo trazamos las fronteras entre privacidad y vida pública en lo que a los hijos respecta: “Cuando los niños tienen la edad suficiente para usar los medios sociales por sí mismos, muchos ya tienen una identidad digital moldeada por sus padres“, sostiene Sarah J. Clark, MPH, directora asociada para salud infantil del CS Mott Hospital, e investigadora del Departamento de Pediatría de la Univ. de Michigan. “Compartir las alegrías y desafíos de la paternidad y documentar públicamente la vida de sus bebés se ha convertido en una norma social (…) por otro lado, algunos padres están preocupados de que compartir demasiados datos pueda plantear riesgos para la seguridad y la privacidad de sus hijos “.
Según la encuesta, realizada a progenitores de niño de 0 a 4 años, las consultas más habituales por parte de los padres internautas son relativas al sueño de sus hijos (28 por ciento), a consejos de nutrición y la alimentación (26 por ciento), a temas relacionados con la disciplina (19 por ciento), a la guardería (17 por ciento) y los problemas de conducta (13 por ciento). Casi el 70 por ciento de los padres dijeron que usan las redes sociales para obtener consejos de otros padres más experimentados y el 62 por ciento afirmaba que esto les ayudó a estar menos preocupados.
Pero no hay un criterio común que haga sonar la alarma de “exceso de información”, y al margen de problemas más graves e infrecuentes relacionadas con la seguridad de sus hijos (cómo desvelar sus hábitos y ubicación geográfica), surge otro problema más frecuente: “a más de la mitad de los padres les preocupa que cuando sean mayores, su hijos puede avergonzarse por lo que compartieron (…) Los padres pueden compartir la información que su hijo encuentre embarazosa o excesivamente personal unos años después. Pero una vez que está ahí fuera su hijo no tendrá demasiado control sobre dónde termina o quién lo ve”. Así, en los últimos años han sido noticia casos de “secuestros digitales” (extranjeros usando fotos de hijos ajenos haciéndolos pasar por propios en las redes) o de ciberacoso (con grupos de Facebook dedicados al escarnio de “bebés feos”).
Si eres padre o vas a serlo en breve, recuerda: eres el responsable de la privacidad de tu hijo.