El comportamiento del animal es "una preocupación especial" para el equipo de rescate, ya que el tigre ha ignorado varias de las trampas, cebos y alimentos con sedativos con los intentan atraparlos.
Por Ricardo Pérez-Solero
Yakarta, 22 marzo (EFE).- Bonita es el nombre de un tigre de Sumatra que ha matado a dos personas en lo que va de año y que afronta el peligro de morir a manos de los aldeanos si la agencia de conservación indonesia no consigue capturarlo antes en el oeste del país.
En el pueblo Pulau Muda de la provincia de Riau, el nombre del felino causa temor y resentimiento después de que el pasado 5 de marzo uno de sus vecinos, Yusri Efendi, se convirtiese en la segunda víctima del animal cuando pasaba por una plantación de palma.
Dos meses antes, en la misma explotación agrícola en el distrito Indragiri Hilir, el tigre había terminado con la vida de uno de los recolectores, que cayó de un árbol donde se había refugiado tras la aparición del felino.
Los residentes de Pulau Muda, en el distrito de Indragiri Hilir, exigieron la semana pasada a la agencia de conservación indonesia (BKSDA) que capturasen a Bonita en siete días o lo matarían sin importarles las consecuencias penales.
Bajo la ley indonesia, terminar con la vida de un animal en peligro de extinción -se estima que quedan entre 400 y 500 ejemplares del tigre de Sumatra- conlleva hasta 5 años de prisión y una multa de unos 5 mil 900 euros o 7 mil 250 dólares.
No está claro por qué los locales y los medios han bautizado al tigre como Bonita, una palabra española, ni se ha confirmado el sexo del animal, pero sí que la pérdida de hábitat multiplica el encuentro fortuito entre hombres y felinos.
El activista de Greenpeace en Riau, Bang Kecang, dijo a Efe que "la comunidad esta traumatizada, no pueden ir a sus cultivos y los niños no pueden ir a la escuela".
BKSDA indicó en un comunicado el lunes que el comportamiento del animal es "una preocupación especial" para el equipo de rescate, ya que el tigre ha ignorado varias de las trampas, cebos y alimentos con sedativos con los que la agencia intenta atraparlo.
En un gesto paradójico, la agencia acordó con los residentes de Pulau Muda ampliar el plazo una semana más, al tiempo que advirtió de que "bajo ninguna circunstancia el equipo está obligado a cumplir con el ultimátum de los aldeanos".
Según Kecang, la agencia de conservación indonesia cree que hay un elemento sobrenatural que impide la captura del animal.
Greenpeace asegura que entre 1998 y 2011 se registraron 638 conflictos entre humanos y tigres en los que los tigres mataron a 72 personas y que resultaron en la muerte de 59 tigres, con la mayor incidencia en Riau.
Además, el 10 por ciento del hábitat del tigre en esa provincia fue destruido entre 2009 y 2011, según la organización.
Esta pérdida de jungla motivó que los aldeanos de la provincia Sumatra del Norte, adyacente con Riau, mataran a otro tigre el pasado 4 de marzo.
Entonces, el jefe de Policía del distrito Mandailing Natal, Martri Sonny, dijo a Efe que los aldeanos habían extirpado algunos de los órganos del animal, que fueron requisados, y aseguró que no empezarían a investigar hasta que la comunidad se hubiese repuesto del trauma.
Kecang indica que los ataques de Bonita se produjeron en una plantación de la empresa PT Tabung Haji Indo Plantations, que está parcialmente en un terreno no apto para fines agrícolas.
"El conflicto entre la gente y los animales, como tigres o elefantes, ocurre cuando el hábitat de los animales ya ha sido degradado a causa de la tala ilegal y las plantaciones", señala el activista.
Asegura que el Gobierno aprobó en 2011 una moratoria a la concesión de licencias para la explotación de terreno boscoso y tierras de turba para frenar los incendios, pero que éstos continúan produciéndose.
En este sentido, Kecang opina que la moratoria no es efectiva y que el presidente de Indonesia, Joko Widodo, debería emitir una orden presidencial para frenar la deforestación.
Si Bonita no muere -agrega-, acabará en un zoo o en otra zona protegida de Indonesia, un país que cuenta con cientos de especies, como el orangután o el rinoceronte de Sumatra, amenazadas por el desarrollo industrial y agrícola.