Ciudad de México, 22 de febrero (SinEmbargo).– México vuelve hoy a la meca del cine mundial en busca de nuevas glorias. Como el año pasado, un grupo de cineastas muy reconocidos buscará poner el nombre del país en alto, originando una paradoja, porque es justamente ese grupo uno de los más activos críticos del gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto, al que en otras cosas se lo cuestiona por la grave crisis de derechos humanos que atraviesa la nación.
“Los tres hermanos del cine mexicano”, como se identifica ya a Alejandro González Iñarritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro, se han convertido también en las voces del reclamo por la tragedia de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, desaparecidos el 26 de septiembre en Iguala, Guerrero. Su denuncia, además, ha sido recogida en Hollywood por personajes de renombre, lo mismo directores de cine que productores y actores.
Sus protestas en contra de la violencia ejercida contra los jóvenes de Ayotzinapa, que cambiaron el rumbo en México y pusieron al país en la mira de los defensores de los derechos humanos de todo el mundo, han encontrado eco en ceremonias de premiación, festivales, conferencias de prensa, entrevistas e incluso por la vía de cartas, como la que dirigieron oportunamente al Presidente de la República.
No alcanzaron los estrados, los escenarios, los actos públicos para reclamar por los estudiantes desaparecidos y el cine nacional, con sus mayores representantes a la cabeza, no fue la excepción.
Así, Hollywood y sus alrededores –es decir, los festivales más importantes del mundo tanto en Europa como en los Estados Unidos– fueron testigos de la voz fuerte pronunciada por Alejandro González Iñárritu, Guillermo Del Toro y Alfonso Cuarón, directores célebres y respetados donde quiera que vayan.
LA CARTA DE LOS TRES AMIGOS
En pleno fulgor de marchas y protestas por los 43, firmaron una carta dirigida al Presidente Enrique Peña Nieto y Miguel Ángel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), en la que pedían la liberación de los 11 presos políticos que fueron detenidos durante la marcha #20NovMx.
Los cineastas hicieron una mención especial sobre Luis Carlos Pichardo, egresado del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), a quien se mantuvo recluido en Veracruz junto a otros siete varones, durante nueve días, mientras que las tres mujeres fueron trasladadas a un penal de Nayarit.
“Demandamos urgentemente el retiro de cargos impuestos a nuestro compañero. Alertamos a los gobiernos, a la opinión pública y organismos internacionales sobre el riesgo que involucra la criminalización y represión de la protesta civil en México”, dicta el escrito firmado por más de 400 personas de la comunidad cinematográfica.
Ante el panorama de indignación entre los mexicanos, expresado con la consigna “43+11” y la ausencia de pruebas, el juez 17 de distrito emitió un auto de libertad en favor de los 11 jóvenes el 29 de noviembre pasado.
“MI VOZ ES IRRELEVANTE”: CUARÓN EN EL MoMA
“Mi voz es muy irrelevante, pero no la de toda una sociedad que clama justicia”, fueron más o menos las palabras de Alfonso Cuarón, ganador del Oscar por Gravity, cuando recibió el 10 de noviembre pasado un homenaje a su trayectoria en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
La gala fue usada por el también director de Y tu mamá también y Solo con tu pareja, para protestar por los desaparecidos de Iguala y evitar toda mención al cine, que era el tema convocante, algo que sin duda sorprendió a los medios estadounidenses, entre ellos el influyente The Hollywood Reporter que mencionó el hecho en su portada.
“¿Cómo puedes volver al cine cuando está sucediendo esto en un país que está vecino a este país? (…) No me interesa hablar de lo otro (el cine). Nos queremos sumar a esta sociedad que está tomando cada uno de estos foros”, dijo el cineasta radicado en Londres.
Cuarón leyó un comunicado ante la élite cultural neoyorquina, entre ella la diseñadora Diane von Fürstenberg, el artista Julian Schnabel Y la actriz Katie Holmes, sobre los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 de septiembre tras ser detenidos por policías y entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos.
“Esto trasciende un problema local y pone en evidencia un problema sistémico donde en el mejor de los casos hay una apatía y una ineptitud por parte de las autoridades y en el peor de los casos hay una coalición”, afirmó.
“Mi voz es muy irrelevante; la voz que es relevante es la voz de toda una sociedad que se ha manifestado y lo ha hecho de una manera muy firme. Una voz que está resonando en el resto del mundo y de una manera muy valiente”, agregó.
“Hay una violación de los derechos humanos cotidiana en México que está sucediendo de manera invisible en muchos casos. La desaparición de estos 43 estudiantes abrió literalmente un montón de fosas comunes”, dijo.
“Es dolorosísimo para nosotros ver los caminos que se intentan tomar, que son las respuestas de siempre, las respuestas que buscan terminar un diálogo que va a tener que continuar de la manera más dolida, más agresiva, más fuerte pero más auténtica hasta que lleguen las respuestas”, añadió.
“Es importantísimo que la gente en el poder entienda que los ojos del mundo están mirando hacia México y que de la reacción que tengamos de parte de ellos dependerá muchísimo la posibilidad de podernos considerar país, considerarnos humanos”, concluyó.
MÁS IMPORTANTES QUE LOS GLOBO DE ORO
Los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal de Ayotzinapa estuvieron siempre presentes en los foros mediáticos donde un cineasta de raigambre internacional como Alejandro González Iñárritu fuera convocado.
Así pasó cuando, al conocerse las numerosas postulaciones al Globo de Oro que tuvo Birdman, el filme protagonizado con excelencia por Michael Keaton –ganador entre otros del galardón que entrega la prensa extranjera acreditada en Hollywood–, medios locales y foráneos buscaron sus declaraciones.
Así, en el medio de la satisfacción por las siete candidaturas al Globo de Oro, el “Negro” se sumó “a todos los mexicanos que estamos viviendo un momento crucial, un momento político de un cinismo que quizá lo sabíamos, pero cuando se hace evidente es mucho más doloroso”.
Sobre la masacre de los normalistas de Ayotzinapa perpetrada por policías y sicarios el 26 de septiembre, González Iñárritu apeló a su paternidad para dimensionar su pena.
“También soy padre, a nivel personal esa es la simpatía que siento, al imaginarme que eso le pueda pasar a mis propios hijos”, dijo.
Estos testimonios florecieron en la comunidad internacional, creando una ola de solidaridad y llevando el drama de los desaparecidos mexicanos a los ámbitos donde la opinión pública tiene un peso específico y las palabras no se las lleva el viento.
Las redes sociales fueron, en ese sentido, un ámbito ideal para las protestas solidarias y la empatía con las víctimas, tal como sucedió con la actriz Adriana Barraza, candidata al Oscar por su papel secundario en Babel, otro de los filmes de Alejandro González Iñárritu.
“Desde nuestro lugar de trabajo nos unimos a Ayotzinapa, Kate del Castillo y yo, a las concentraciones en el mundo”, escribió Barraza en Twitter.
Este domingo 22 de febrero, Birdman, considerada la obra maestra del director de Amores perros, aspira a nueve estatuillas en los Oscar; entre ellas, Alejandro González Iñárritu es candidato directo en las categorías de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión Original.
Los galardones que se lleve a casa serán para un hombre que, al igual que sus congéneres y amigos, está comprometido sentimental e ideológicamente con la realidad de su país de origen y con el destino de sus compatriotas.
Pueden gustarnos o no sus películas, pero no hay duda de que estos intelectuales que han gritado fuerte y claro en Hollywood y en todos los foros donde les han solicitado su palabras, son genuinos embajadores de un sentimiento compartido: el de soñar con la posibilidad de un México mejor, más humano y respetuoso con los derechos humanos y el bienestar de los suyos.
