La "embajada" que operó por 10 años sin que las autoridades se dieran cuenta estaba a cargo de una red criminal de ciudadanos de Ghana y Turquía, que por 6 mil dólares, proporcionaba visas estadounidenses fraudulentas pero funcionales, así como falsos documentos de identidad (partidas de nacimiento), estados de cuenta bancarios, registros escolares, entre otros.
Ciudad de México, 21 de diciembre (SinEmbargo/GlobalVoices).- Durante 10 años, una embajada de los Estados Unidos operó discretamente en Acra, la capital de Ghana, país del oeste de África. Las operaciones del establecimiento fueron discretas porque estaba a cargo de una red criminal de ciudadanos de Ghana y Turquía. La embajada no era en absoluto una embajada, pero consiguió expedir visas auténticas -obtenidas de manera fraudulenta- y otros documentos estadounidenses durante una década.
A principios de noviembre, los funcionarios estadounidenses informaron el cierre definitivo de la falsa embajada.
Según el sitio web del Departamento de Estado de los Estados Unidos, las oficinas de la “embajada” en Acra ocupaban un edificio donde ondeaba la bandera del país en el exterior y recibía visitas los lunes, martes y viernes de 7:30 a.m. hasta el mediodía. En el interior había una foto del Presidente Barack Obama que colgaba en la pared. En el interior habían letreros que daban la impresión de ser una auténtica embajada.
Rufus Polichinelle escribió en un tono cómico en Afrique-sur7.fr que "en la actualidad, el tío Sam puede encontrar en su tierra a una serie de personas que entraron de manera fraudulenta al país. Esto es, en cualquier caso, lo que ha surgido del reciente descubrimiento hecho en Ghana por el Departamento de Estado de los Estados Unidos: una falsa embajada estadounidense que expedía documentos de identidad falsos (partidas de nacimiento) y visas", menciona.
Luego ahonda explicando que "el gancho es que estos documentos eran en realidad auténticos y fueron emitidos por falsificadores turcos por un precio aproximado de 6 mil dólares. Los falsificadores se presentaban como funcionarios consulares de los Estados Unidos y se comunicaban regularmente en inglés y holandés. Para engañar mejor a sus visitantes. La banda había colgado un retrato de Barack Obama junto con una bandera de los Estados Unidos".
Asimismo, en la página web de Afrikactuelle.com, Olivier Berhuse facilitó más detalles sobre el caso: "Las autoridades estadounidenses fueron prevenidas sobre la estafa luego de lanzar una operación antifraude masiva en la región este verano. Los detectives fueron entonces reclutados, incluyendo inspectores de la policía de Ghana para desmantelar toda la red criminal", indicó.
"Durante la investigación, que condujo a una serie de arrestos, las autoridades incautaron visas de la India, Sudáfrica y de la zona Schengen. Ciento cincuenta pasaportes de diez países diferentes fueron descubiertos, así como un ordenador portátil y algunos teléfonos", detalló.
Finalmente, Berhuse manifestó que "el Departamento de Estado no ha explicado cómo la banda obtuvo visas estadounidenses genuinas. Tampoco especificaron cuantas personas fueron capaces de entrar ilegalmente a los Estados Unidos y otros países con visas expedidas por la banda, quienes distribuían las visas bajo la mesa para operar con impunidad".
En Lomé, Mensah escribió en la página web de Koaci.com que "según las investigaciones, la falsa embajada se dio a conocer al público a través de volantes y carteles para atraer solicitantes de visas de Ghana, Costa de Marfil y Togo. Entre otros servicios, los falsificadores proporcionaban visas estadounidenses obtenidas de forma fraudulenta y documentos de identidad falsos como partidas de nacimiento, estados de cuenta bancarios, registros escolares y más, todos disponibles por el precio de 6 mil dólares".
Kouamé L.-Ph. Arnaud KOUAKOU- cuestionó en el sitio Burkina24.com "¿cómo consiguió esta banda visas estadounidenses reales? ¿Cuántas personas pudieron ingresar ilegalmente a los Estados Unidos utilizando estos documentos?", pero no se sabe.
Supuestamente, una falsa embajada neerlandesa estuvo también operando en la capital. En la página de Facebook On Radio France Internationale, varios oyentes expresaron sus opiniones. Christophe Diksina Lissidi de Chad escribió que "si un gran número de ghaneses ha utilizado los servicios de la embajada para entrar a los Estados Unidos, es probable que haya una célula que se ha infiltrado en sus servicios de inmigración en todas partes. Si esta información es correcta, los estadounidenses no están del todo seguros. Los chinos ya no son los mejores falsificadores del mundo. Entre una falsa embajada, falsos diplomáticos, falsos pasaportes y quién sabe qué más, los africanos se han convertido en los reyes de la falsificación".
En la República Democrática del Congo, Junior Decastel-bajack Bangobango dijo que esta "es la estafa más grande de todos los tiempos. ¿Cómo engañaron tanto a la administración estadounidense? El embajador condujo un vehículo matriculado en el CMD (Cuerpo de Misión Diplomática), diplomáticos con un CD que incluía al cónsul, consejero de Estado, secretario de la embajada, etc. ¿Durante diez años fueron capaces de emitir visas falsas a los ghaneses? ¡No! La verdad tiene que salir a la luz", profirió.
Ninamou Jeanette, originario de Guinea, que ahora vive en Bélgica, expresó su escepticismo diciendo que "no me creo esta historia; pienso que es una gran farsa internacional".