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Familias dejan vacíos dos pueblos de Guerrero; fueron años y años de persecución de los criminales

21/12/2016 - 11:12 am

Igual que en Totolapan, Liberaltepec y Tlanipatlán son otras dos comunidades que comparten la misma tragedia: secuestros y enfrentamientos con sicarios desplazaron de sus hogares a casi todos los habitantes. Ambos pueblos se ubican en la sierra de Guerrero, zona que según un mando de la Policía Estatal es la más violenta de la entidad, incluso más que Tierra Caliente. Su argumento es contundente: no hay región en el estado donde más policías fueran asesinados en los últimos cuatro años.

Por Carlos Navarrete Romero, Luis Blancas e Israel Flores.

Ciudad de México, 21 de enero (SinEmbargo/ElSur).- Tlanipatlán y Liberaltepec pertenecen a municipios distintos pero comparten la misma tragedia. Los narcotraficantes corrieron a casi a todos los habitantes de sus hogares.

Ambos pueblos se ubican en la sierra, el primero en Teloloapan y el otro en Apaxtla de Castrejón en la región norte de Guerrero, zona que según un mando de la Policía Estatal es la más violenta de la entidad, incluso más que Tierra Caliente. Su argumento es contundente: no hay región en el estado donde más policías fueran asesinados en los últimos cuatro años.

No refiere ninguna estadística pero recuerda de inmediato hechos en los que se atentó contra esa corporación. El 5 de febrero de 2013 nueve agentes fueron asesinados por hombres armados en un camino de terracería en la comunidad de Tepoxtepec, Apaxtla, un año antes el 18 de marzo de 2012 seis policías estatales y seis municipales perdieron la vida en una emboscada en Teloloapan sobre la carretera a Acapetlahuaya.

Los caminos de terracería que pasan por la sierra de ambos municipios comunican con Arcelia, Cuetzala del Progreso y Tlacotepec, y son rutas bajo el control de grupos de la delincuencia que ocupan para el trasiego de drogas, además así evitan los retenes policiacos y militares que se instalan sobre la carretera que conecta a la región Norte con Tierra Caliente.

Telarañas en los cerrojos, autos desvalijados, las tiendas, casas y la Comisaría cerradas en Tlanipatlán.

Tlanipatlán es una comunidad de Teloloapan y se localiza a hora y media de la cabecera municipal. Según el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de 2010 su población es de 403 habitantes: 198 hombres y 205 mujeres.

Pero la realidad es otra.

Es la 1:30 de la tarde del lunes. La mayoría de las viviendas están cerradas, algunas con candado y cadena en sus puertas. La telaraña que hay en los bordes y cerrojos confirman que hace meses, tal vez años, que no se abren.

Sobre una de las calles hay una camioneta Wagoneer color arena desvalijada. Dos cuadras antes una Pick Up blanca con franjas rojas está en las mismas condiciones. La Comisaría está cerrada igual que la tienda de Diconsa, la miscelánea Vargas y la tienda de abarrotes Hernández. Nadie se asoma a pesar del ruido de los vehículos y las voces de los periodistas que recorren el lugar.

Un hombre de edad avanzada que desgranaba maíz en el pórtico de una vivienda desapareció en cuanto notó la presencia de personas ajenas al pueblo.

En casi todas las casas, la mayoría de adobe, hay una placa en la que se lee “En mi hogar hay Piso Firme. Vivir mejor, gobierno federal”, programa que se creó en el sexenio del panista Vicente Fox. Seis años después otro gobierno del PAN encabezado por Felipe Calderón comenzó la guerra contra el narco. Las mismas viviendas que se beneficiaron con el programa Piso Firme ahora están deshabitadas.

El 2 de marzo de 2015 cuatro vecinos fueron secuestrados por delincuentes, dos de las víctimas recuperaron su libertad días después tras pagar un rescate y de inmediato abandonaron el pueblo. Este hecho provocó el desplazamiento masivo de familias de ahí para evitar ser víctimas de los narcotraficantes.

Desde marzo de este año el grupo de autodefensa Movimiento Apaxtlense Adrián Castrejón (MAAC) ha denunciado la presencia de sicarios en esta comunidad, lo que ha provocado la suspensión de clases en escuelas de este y otros poblados.

Fortino Manzanares Veneros era el único habitante de la comunidad en la calle. Dijo que casi todos se fueron de ahí por culpa de Los Pintos, un grupo de sicarios de La Familia Michoacana que se ganó ese apelativo por la ropa camuflada que utilizan.

Aunque su conversación es lúcida suelta datos imprecisos. No pudo aclarar cuántas familias vivían en el pueblo antes de la irrupción de Los Pintos, aunque asegura que actualmente no son más de 15 personas las que permanecen ahí y que sobreviven de la cosecha de maíz.
Fortino explica que Los Pintos nunca se instalaron en esa comunidad pero a su paso robaban dinero a los habitantes, se llevaban a los más jóvenes para adiestrarlos como sicarios, lo que obligó a decenas de familias a abandonar el pueblo.

Cuenta que hace año y medio Los Pintos ya no se aparecen debido a que el Ejército recorre esa zona con policías estatales, pese a ello las familias que abandonaron el pueblo no han regresado.

“Se chingaron como a 20 Pintos allá arriba, por San Felipe, desde entonces se calmó la cosa”,  dice Fortino mientras engulle un pedazo de toronja que se asoma entre sus encías debido a la falta de algunos dientes.

En Tlanipatlán la primaria federal Vicente Guerrero estaba cerrada, lo mismo que la Iglesia del pueblo. No fue posible conocer si las clases estaban suspendidas, si hay maestros y si el cura oficia misa de manera regular. Del comisario tampoco nada se supo.

MAESTROS ABANDONARON LIBERALTEPEC

Atrás de la iglesia de Liberaltepec hay una cruz de madera dedicada a un héroe del que los pobladores nunca supieron su nombre: “Comandante marino. Falleció por el pueblo. 25-04-2014 Descanse en paz”.

Se trata del teniente de corbeta Arturo Uriel Acosta Martínez, mando de un grupo de infantes de la Marina asesinado a balazos el 24 de abril de 2014 tras un enfrentamiento con sicarios de La Familia Michoacana, hecho en el que fue abatido un sicario y hubo cinco detenidos.

Liberaltepec pertenece al municipio de Apaxtla. Según el Inegi en 2010 había 434 habitantes de los que 213 eran hombres y 221 mujeres. Sin embargo no fue posible conocer cuántas personas continúan ahí.

En marzo de este año maestros del municipio solicitaron al Gobernador Héctor Astudillo Flores y al Secretario de Educación José Luis González de la Vega Otero, la instalación de bases militares permanentes en las comunidades de Liberaltepec, San Felipe del Ocote y Xochitepec ante la presencia de hombres armados.

El panorama aquí es el mismo que en Tlanipatlán. La iglesia está cerrada y varias viviendas fueron abandonadas desde hace tres años. En la Telesecundaria sólo hay un docente. En la primaria hacen función de maestras dos jóvenes que concluyeron la secundaria y están a cargo de la educación de 12 niños del pueblo.

El kínder dejó de operar porque ya no hay a quien inscribir. La ausencia de maestros obligó a muchas familias a mudarse a la cabecera para garantizarle educación a sus hijos.

Quienes se atreven a hablar informan que desde hace año y medio los maestros dejaron de acudir al pueblo por temor.

Aquí las calles son un poco más concurridas. Durante la visita el lunes se vio a tres niños pasar frente a la Comisaría, también a una mujer y un hombre que informaron que es normal que haya pocos habitantes. Calculan que hay unas 150 personas viviendo ahí actualmente, de unas 300 que había antes de que el grupo criminal La Familia Michoacana azotara al pueblo con rifles de asalto cuerno de chivo.

Del cura de la iglesia dicen que va cada dos meses a oficiar misa y niegan que su ausencia en el pueblo sea debido a la inseguridad.

Coincide un reporte de la Secretaría de Seguridad Pública estatal con los asesinados y menciona a seis heridos en Tecomasúchil. Habría sido una riña entre vecinos de esos poblados, según Álvarez Heredia

El vocero del Grupo de Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia confirmó que siete hombre fueron ejecutados a balazos y otro más fue herido en la comunidad El Limoncito, en la sierra del municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec).

Ayer se informó que una incursión de un grupo de sicarios a cargo de un criminal identificado como “El Teniente”, dejó al menos ocho muertos en los poblados El Encanto y El Limón.

Consultado por teléfono el comisario de Filo de Caballos municipio de Leonardo Bravo (que colinda con Tlacotepec), Arturo López Torres comentó que la tarde del domingo fueron asesinados tres vecinos de esta comunidad y otros cuatro la mañana del lunes, y los familiares de las víctimas los sepultaron en el panteón de El Limoncito.

López Torres señaló que desconoce el motivo del asesinato de los siete vecinos, porque integrantes de la Unión de Comisarios por la Paz, Seguridad y Desarrollo de la Sierra de Guerrero acudieron a la zona “pero aún no han regresado porque está lejos, para que nos informen, y por el momento no se sabe qué pasó”.

Para llegar a Tecomasuchil y El Limoncito el primer camino es de Tlacotepec que son aproximadamente cinco horas, y otra ruta es con dirección a la comunidad Villaxóchitl municipio de Leonardo Bravo, que está a tres horas, abundó.

La muerte de las siete personas y el herido en El Limoncito fue una aparente riña contra pobladores de Tecomasuchil, ocurrida el pasado domingo. Las dos comunidades se ubican en la sierra del municipio de Tlacotepec,señala un boletín.
Comentó que ante las denuncias de los pobladores, la mañana de ayer acudió un helicóptero de la Policía Estatal a las dos comunidades para recabar información de cómo ocurrieron los hechos y el número de muertos.

Agregó que las siete víctimas fueron levantadas por sus familiares para ser sepultadas, además agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) acudieron a la zona para hacer las investigaciones correspondientes, e integrar una carpeta de investigación para detener a los presuntos responsables.

Asimismo, soldados de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) asumieron la seguridad en Tecomasuchil y El Limoncito para evitar otro hecho de violencia, dijo.

En la mañana según un parte de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, policías rurales se comunicaron con el comisario de Los Morros, en Leonardo Bravo, Ismael Cástulo Guzmán quien informó que en la comunidad El Limoncito, “se encuentran siete personas privadas de la vida y en la comunidad de Tecomasuchil seis heridos”.

Cástulo Guzmán señaló que los pobladores de esa comunidad informaron al presidente municipal de Tlacotepec, Juan Pedro Salgado Román y éste “les pidió que no reportaran nada para evitar represalias de los agresores”.

En el parte se informa que la corporación se comunicó con el alcalde priista de Tlacotepec, “quien manifestó que no se había reportado ningún incidente en sus comunidades”.

Por otro lado fuentes de la Fiscalía General del Estado informaron que la muerte de las siete personas asesinadas a balazos y el herido fue debido a conflictos entre familias.

En la sierra del municipio Ajuchitlán del Progreso se reportó un enfrentamiento entre civiles armados en la comunidad de Palo Barrenado, donde hubo dos muertos y dos heridos.

El primer reporte mencionaba 10 hombres heridos pero el alcalde, Onofre Santana Ramírez, confirmo vía telefónica dos muertos y dos heridos según el reporte que recibió de la parte alta del municipio, pero dijo que desconocía los detalles y las causas del enfrentamiento.
Un primer reporte policiaco señalaba cuatro muertos y daba como fuente al mismo presidente municipal, quien finalmente desmintió y dijo que pudo tratarse de una confusión.

No se conocen detalles de este enfrentamiento y el gobierno del estado reporto en un boletín que partió a la sierra de Ajuchitlán un grupo de militares, para verificar la información.

Se trata de una ruta de más de 5 horas de camino desde la cabecera municipal. La población de Palo Barrenado es una localidad pequeña de no más de cinco casas que se ubica en la parte más alta de la sierra.

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