Seis de cada 10 trabajadores en México no tienen acceso a servicios de salud y el 28.5 por ciento trabaja al menos 48 horas a la semana, revela un estudio de la UNAM.
Ciudad de México, 21 de noviembre (SinEmbargo).- A casi 21 años de haber entrado en vigor, el 70 por ciento de los mexicanos atribuye la pérdida de empleos y el mal desempeño económico al Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN), reveló el estudio “El mercado de trabajo en México. La opinión social sobre la precariedad laboral”.
El estudio que forma parte de la colección “Los mexicanos vistos por sí mismos. Los grandes temas nacionales”, realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que el índice de la pobreza laboral en el país ha empeorado en los últimos 15 años.
“Existe una percepción mayoritaria de que la apertura económica propició el incremento y la competitividad de algunas empresas, pero la capacidad productiva del país se vio lesionada y se afectó considerablemente el empleo”, detalla.
Como ejemplo de lo anterior resalta que seis de cada 10 trabajadores remunerados no tiene acceso a servicios de salud. El porcentaje de la población ocupada, afiliada al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) representa apenas el 30 por ciento, mientras que los puestos eventuales han aumentado 72 por ciento, en comparación con el 24 por ciento que registran los permanentes. Otros 4 millones de personas se encuentran sub ocupadas. Mientras que el 28.5 por ciento de los mexicanos trabaja más de 48 horas a la semana, es decir, ocho horas más de las que debería.
Aún así, el 90 por ciento considera que su salario es insuficiente para pagar una vivienda, mientras que ocho de cada 10 opinó que su sueldo no alcanza para pagar alimentación, vestido y educación.
Para que el salario sea suficiente, la investigación consideró que el salario mínimo debería ubicarse en los 200 pesos diarios, en lugar de los 70.10 pesos fijados para el 2016.
El documento recoge las voces de la sociedad a través de 25 encuestas nacionales interpretadas por especialistas para obtener una visión integral de las transformaciones del país al inicio del siglo XXI. En lo que se refiere al tema del empleo, la investigación se enfocó a conocer la opinión de a población sobre la situación de la economía y el mercado de trabajo.
Ante el panorama laboral, añade, las condiciones de vida de la población se han vuelto más precarias: el Producto Interno Bruto (PIB) de México respecto al estadounidense ha caído de 27 por ciento a 18 por ciento en 30 años y la pobreza no se ha reducido, ya que una de cada cinco personas no tiene los ingresos suficientes para comprar una canasta básica.
Siete de cada 10 encuestados considera que su situación económica no ha mejorado en relación con la que tenían sus padres a la misma edad, mientras que seis de cada 10 opinan que sus hijos vivirán una situación económica similar o peor a la de ellos. Siete de cada 10 culpan al gobierno de la mala situación de su economía.
“Como puede apreciarse, la economía mexicana no está generando los resultados que finalmente toda la actividad productiva nacional debe buscar: asegurar las condiciones materiales de subsistencia de la población y generar bienestar para los habitantes, y no sólo para algunos segmentos privilegiados”, indica el documento.
Destaca la necesidad de “un esfuerzo nacional” para volver a colocar el empleo en el centro de la acción de los agentes económicos, pero también políticos y sociales en las prioridades gubernamentales e incluso en los ámbitos académicos y de investigación.
OTRA VEZ LA CORRUPCIÓN
De acuerdo con la encuesta, el 77. 7 por ciento culpa a la corrupción como el elemento que tiene a la economía nacional estancada, por lo que los autores del estudio advierten que en este momento el país está desperdiciando la oportunidad que le da el tener la generación con mayor escolaridad en la historia, así como dos de que cada tres personas que están en edad productiva.
Destaca la necesidad de desplegar una política de formación para los trabajadores en el país, ya que sólo uno de cada 10 trabajadores ha recibido algún curso de capacitación.
Pero el problema mayor es la ausencia de un dinamismo económico que permita incorporar a la población joven y con mayores estudios que sus padres a empleos bien remunerados.
Advierte sobre el tema de la subcontratación, que actualmente representa el 8 por ciento de personal que tiene un empleo. Esta modalidad, analiza, ha generado la precarización del empleo, ya que el sueldo promedio de quienes trabajan bajo este esquema es de 3 mil 074 pesos.
“Un alto porcentaje de la población opina que tanto la inseguridad como la corrupción y la falta de educación y capacitación inciden de forma negativa en el desempeño económico”, incluso, 16 por ciento de los población se dijo dispuesta a pagar más impuestos si el problema de corrupción en el país no fuera tan grave.
Por último, el estudio analizó la influencia que tiene el empleo precario en el fenómeno de la migración y concluyó que el 56 por ciento de los mexicanos emigraría a otro país por razones de índole económica, pero también por la falta de credibilidad en las instituciones públicas.