Ciudad de México, 21 de noviembre (SinEmbargo).- Desde el inicio de la administración del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama (2008), a la fecha, se ha registrado un aumento “importante” en las deportaciones de extranjeros que residen en ese país. En el ejercicio fiscal de 2012, deportó a 409 mil 849 personas de las cuales 293 mil 966 eran de nacionalidad mexicana, denunció la organización no gubernamental IMUMI.
La organización que defiende los derechos de las mujeres en el proceso migratorio en el contexto de México publicó el Informe “¿Ahora hacia dónde? Los retos que enfrentan las familias de migrantes transnacionales entre EUA y México”, en el que narra distintos casos de madres, en 21 ciudades de ambos países, que han sido separadas de sus hijos a consecuencia de las políticas migratorias de Obama.
“Aunque las repatriaciones de mexicanos a lo largo de la frontera han disminuido de aproximadamente un millón en 2005 a 286,000 en 2011, muchos migrantes detenidos son padres o madres que están tratando de regresar para reunirse con sus familias después de ser deportados o después de una visita voluntaria a México para arreglar asuntos personales o familiares. Muchas de estas personas han vivido en EU durante periodos prolongados y es posible que esta sea su primera detención”, establece el informe.
Entre 2010 y 2012, el gobierno de estadounidense retiró aproximadamente a 205 mil madres y padres de infantes que son ciudadanos de ese país. Un informe reciente de Health Impact Partners, Family Unity, Family Health (Unidad Familiar, Salud Familiar), indica que el número de infantes en Estados Unidos afectados por deportaciones en la última década es de más de 660 mil.
Algunos menores permanecen bajo la custodia de instituciones gubernamentales, mientras que otros son dados en adopción, lo que dificulta que se vuelvan a reunir con sus padres.
“Se han hecho pocos estudios para determinar qué sucede con las familias cuando uno de los progenitores regresa a México. Aunque algunas dependencias, como la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), han desarrollado protocolos para responder a las situaciones de separación familiar, la mayoría de las dependencias gubernamentales no ha implementado mecanismos para identificar casos ni ha estandarizado los servicios para familias vulnerables”, establece el reporte de IMUMI.
Conforme a la legislación migratoria actual de EU, los niños y niñas que son ciudadanos estadounidenses no pueden transferir sus derechos a sus padres antes de cumplir 21 años.
EL DRAMA DE LAS FAMILIAS SEPARADAS
“A veces los menores de edad terminan con quien esté disponible al momento de la detención del padre o de la madre. Se han identificado situa- ciones en las que los padres o madres dejan a los infantes con alguien que consideran de confianza, pero cuando llega el momento de que les de- vuelvan a sus hijos o hijas, descubren que la persona se niega a hacerlo o trata de extorsionarlos para devolver la custodia”, detalla el estudio.
De acuerdo al Pew Hispanic Center, existen aproximadamente 5.5 millones de menores de edad que viven en familias de estatus mixtos de todas las nacionalidades en EU; 4.5 millones de ellos son ciudadanos estadounidenses. Estos niños y niñas viven con la preocupación diaria de que uno o ambos de sus progenitores sean detenidos o deportados. A veces, la madre o padre que está en esta situación nombra tutores temporales con anticipación, por si se les obliga a regresar a México.
El estudio concluye que con o sin Reforma Migratoria en Estados Unidos, la detención y deportación de migrantes mexicanos continuará, por lo cual, el gobierno mexicano y la sociedad civil deben responder a esta realidad identificando formas para mitigar el daño causado a los progenitores y a sus hijos o hijas.
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