El cardenal Juan Sandoval Íñiguez pidió ayuda a Estados Unidos para frenar el avance de Andrés Manuel López Obrador en 2006, señala el cable 06VATICAN61 de WikiLeaks, redactado por la embajada de Estados Unidos en El Vaticano, y citado esta tarde por el periódico La Jornada.
A Sandoval le preocupaba el avance de la izquierda en Latinoamérica, señala el diario mexicano, en vista del aumento de poder de Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Cristina Kirchner, Michelle Bachelet y también Andrés Manuel López Obrador.
Sandoval le dijo a Francis Rooney, Embajador de Estados Unidos en El Vaticano, que esto representaba una “tendencia peligrosa”, según la cita que hace La Jornada del cable de WikiLeaks.
Cita: “Preguntó si el presidente [George W.] Bush podría ayudar. Sandoval dijo que bajo el gobierno de López Obrador, el crimen y la violencia habían aumentado en la ciudad de México”.
El embajador Rooney concordó con la importancia del mensaje, señala La Jornada. Pero además, le dijo que el entonces subsecretario de Estado Thomas A. Shannon (ahora embajador de EU en Brasil) ya había tratado el tema de la ola izquierdista en su reciente visita a la Santa Sede.
“También dijo que el presidente Bush había tocado en tiempo y forma el tema con el nuevo nuncio papal en Washington”, señala el cable redactado por la embajada de Estados Unidos en el Vaticano que cita el periódico en su página de Internet. La nota no viene firmada por reportero.
“Los cardenales sienten que los pobres de Latinoamérica no entienden los beneficios potenciales que les puede traer el mercado libre y urgieron ayuda al gobierno de Estados Unidos, reconociendo que la Iglesia, aunque cautelosa, también puede jugar un papel más importante”, resume el texto difundido por WikiLeaks.
De acuerdo con una nota del diario Milenio, Juan Sandoval Íñiguez, no sólo hizo comentarios al embajador estadounidense en el vaticano, en México, durante el proceso electoral de 2006 se reunió en diferentes ocasiones y con diversos grupos políticos y empresariales dejando en claro la aversión que la iglesia le tenía al candidato perredista, entonces líder absoluto en las encuestas de preferencias electorales. En una reunión con unos 20 empresarios y políticos, el cardenal dijo: “no podemos permitir que los hijos de las tinieblas [al parecer se refería al Partido de la Revolución Democrática] lleguen al poder”.