Por Sandra Laso

Este fin de semana se conmemoraron la Protesta Mundial contra Monsanto (19 de mayo), y el Día Mundial de la Abeja (20 de mayo), eventos clave en un contexto electoral donde urge conocer las propuestas de los candidatos para preservar la diversidad biológica, la apicultura y los derechos de las comunidades indígenas, que han sido violentadas por el modelo de agricultura industrial promovido por el gobierno a nivel federal.

Esto cobra mayor relevancia en la Península de Yucatán, región que nos coloca en el tercer lugar de exportación de miel, que concentra la mayor reserva hídrica del país y parte de la segunda selva más grande del continente, además de ser clave a nivel nacional para las actividades económicas del país y hacer frente al cambio climático.

Sin embargo, aún tiene grandes retos como la deforestación y la pérdida de biodiversidad, en gran parte por actividades agropecuarias industriales que derivan en la contaminación de cuerpos de agua y afectaciones a las abejas (y por lo tanto a la apicultura) por el uso de agrotóxicos, así como las afectaciones a la biodiversidad y las violaciones a derechos humanos de las comunidades mayas por la siembra de transgénicos.

Este 1 de julio la población yucateca saldrá a votar para elegir al siguiente gobernador del estado. Lamentablemente, a cuarenta días de las elecciones, los cuatro aspirantes: Joaquín Díaz Mena por Políticos de Encuentro Social (PES), el Partido del Trabajo (PT) y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); Jorge Zavala Castro por el Partido de la Revolución Democrática (PRD); Mauricio Sahuí Rivero por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (PANAL), y Mauricio Vila Dosal por el Partido Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC), han mantenido fuera de sus agendas políticas los temas de agricultura y apicultura a pesar de ser de gran relevancia tanto para su población como para la economía y biodiversidad del país.

Es preocupante que estando tan cerca de las urnas, los aspirantes estén tan lejos de concretar medidas claras para abordar la agenda socio ambiental del estado, y en particular con temas agropecuarios, dejando un vacío sumamente peligroso para el único estado que se ha posicionado a nivel nacional para impulsar la agricultura ecológica en el país. Los candidatos deben asumir un compromiso sobre los avances alcanzados por la lucha de las comunidades y organizaciones desde hace más de una década, para realmente garantizar la protección y el respeto del patrimonio biocultural del estado.

Este fin de semana, las comunidades y organizaciones volvimos a alzar la voz, por las semillas, por el conocimiento tradicional, por los derechos humanos, por la biodiversidad, el planeta, por la alimentación sana. Volvemos a alzar la voz contra quienes lo amenazan, ya sea una empresa o todo un modelo.

Estos días conmemorativos refuerzan la lucha de las comunidades y consumidores, pero también el llamado a los aspirantes para responder a la ciudadanía a través de un compromiso claro y público para impulsar la agricultura ecológica y la apicultura orgánica que frene los impactos del modelo agroindustrial en los recursos naturales y en los medios de vida de las comunidades.

* Sandra Laso es campañista de Comida Sana, Tierra Sana de Greenpeace México.

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