Este tipo de papel derivado del estiércol puede tener muchas aplicaciones, como refuerzo para compuestos de polímeros o filtros que pueden limpiar las aguas residuales antes de que se descarguen en el medio ambiente, e incluso se podría usar para escribir.
Madrid, 21 de marzo (EFE).- Los excrementos del elefante son una "excelente" fuente de celulosa para hacer papel allí donde los árboles no abundan y en regiones con muchos animales de granja el reciclaje del estiércol en papel podría ser un método barato y respetuoso con el medioambiente.
Esa es una de las propuestas presentadas en la reunión anual de la Sociedad Química Estadounidense, que se celebra en Nueva Orleans (EU).
Este tipo de papel derivado del estiércol puede tener muchas aplicaciones, como refuerzo para compuestos de polímeros o filtros que pueden limpiar las aguas residuales antes de que se descarguen en el medio ambiente, e incluso se podría usar para escribir.
La idea le surgió al profesor Alexander Bismarck de la Universidad de Viena durante unas vacaciones en Creta al ver a las cabras pastando y se dio cuenta de que "lo que al final sale es materia vegetal parcialmente digerida, así que ahí debe haber celulosa", señaló en un comunicado el congreso
Dependiendo del tipo de animal, hasta un 40 por ciento de sus excrementos son celulosa, que son fácilmente accesibles. Por lo tanto, explicó, se necesitaría mucha menos energía y tratamientos químicos para convertir ese material parcialmente digerido en nanofibras de celulosa, si se compara con la madera.
Bismarck y su equipo de investigación trató el estiércol con una solución de hidróxido sódico para eliminar la lignina -sustancia presente en muchas células vegetales- y otras impurezas, como proteínas o células muertas.
Además aplicaron hipoclorito de sodio para terminar de limpiar la lignina y producir la pulpa blanca que sirve como base para fabricar el papel.
La celulosa purificada no hace falta casi triturarla para convertirla en nanofibras para hacer papel, en comparación con la energía requerida para convertir la madera en nanocelulosa, explicó el experto.
Al usar el estiércol como base "se puede reducir el número de pasos necesarios, simplemente porque el animal ya ha triturado la planta y la ha sometido a ácidos y enzimas", así se produce de forma económica nanocelulosa, que tiene "las mismas o mejores propiedades" que la procedente de la madera", consumiendo menos energía y productos químicos, indicó.