En la década de 1990, los migrantes llegaron a realizar los trabajos que la población estadounidense no quería hacer. A partir de la crisis de 2008, con muro o sin él, muchos de los migrantes emprendieron su regreso a casa y, de continuar la tendencia, aunada a la política de criminalización y deportaciones masivas impulsada por Donald Trump, el país no tendrá los suficientes productores y consumidores que necesita para mantener el crecimiento de su economía.
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Ciudad de México, 21 de febrero (SinEmbargo).- Estados Unidos necesitará un muro pero para evitar que los migrantes se vayan de su país, dice hoy la editorial de Los Angeles Times. Desde 2008, hay más mexicanos que se han regresado a su patria, de los que se han ido; forman parte de una pérdida neta de 140 mil migrantes, de acuerdo con cálculos hechos por el Pew Research Center. Si esta tendencia continúa, el Presidente Donald Trump no podrá lograr el crecimiento económico que prometió.
En el artículo escrito por Jennifer Dabbs Sciubba, académica del Rhodes College de Memphis y especialista en Relaciones exteriores e implicaciones políticas de las tendencias demográficas destaca que sin los migrantes, Estados Unidos no tendrá los suficientes productores y consumidores que necesita para sostener su economía.
“Para lograr el crecimiento económico que Trump ha prometido, los Estados Unidos necesitarán productores y consumidores, y no habrá suficientes de ellos sin inmigración”, asegura la experta.
Durante la década de 1990, alrededor de 3 millones de migrantes arribaron a Estados Unidos con las esperanza de tener un mejor nivel de vida que su país no les ofrecía, al existir en México más oferta de mano de obra [de acuerdo con la ley económica de la oferta y la demanda]. La mayoría de los estadounidenses no querían realizar trabajos agrícolas o de construcción, por lo que estas plazas eran ocupadas con mano de obra extranjera.
Sin embargo a partir de la crisis que marcó a Estados Unidos en 2008, con muro o sin él, muchos de los migrantes han emprendido su regreso a casa por dos razones, de acuerdo con un informe de Pew Research Center; la primera (un 61 por ciento), para encontrarse con u familia y, la segunda porque cada vez más los mexicanos consideran que el nivel de vida en Estados Unidos no es tan diferente que el de su país. En 2007, un tercio de los mexicanos encuestados, así lo consideraba. En 2015 ya era un 10 por ciento más.
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Según el artículo de Dabbs Sciubba, parte de la razón de esa percepción es el hecho de que la oferta de trabajo en México está disminuyendo y los salarios están aumentando allí, con lo que se puede esperar que la tendencia continúe durante las próximas décadas.
Además, señala la experta, según datos de la ONU, la tasa de natalidad en México está disminuyendo, de 6.5 en 1975 a 2.2 en en 2010, por lo que también ha disminuido la mano de obra y han mejorado los salarios, de acuerdo con la citada ley económica.
Cuando entre 2000 y 2015, México necesitaba crear 800 mil empleos para los jóvenes, pasando ese periodo descendieron los jóvenes de entre 15 y 19 años que debían ser insertos en el mercado laboral y,en última instancia, menos jóvenes que buscaran migrar para trabajar, explica la especialista.
Aunado a esto, el descenso en la tasa de natalidad de la población estadounidense dan como resultado que el envejecimiento de su población, que no será suficiente para producir y consumir a los niveles que pretende Trump durante su gestión.
“Estados Unidos siempre ha atraído a inmigrantes. Recibir a los recién llegados de todo el mundo ha sido para nuestro beneficio demográfico, económico y social. Construir un muro en la frontera con México nos costará caro, en dólares gastados y mucho más. Si el muro consigue mantener a los migrantes fuera de casa, no tendremos una fuerza de trabajo lo suficientemente grande y joven como para apoyar nuestra economía, y mucho menos para “hacer que América vuelva a ser grande otra vez”, concluye la experta.
