México

Duarte abona al “Estado fallido”: Meyer; “otra raya al tigre”: Loza

20/10/2016 - 12:05 am

La huida de Javier Duarte de Ochoa, Gobernador con licencia de Veracruz, no puede llamarse “sorpresa” para el Gobierno federal, que quizás pactó impunidad con el ex mandatario priista aún con fuero, dijeron politólogos a SinEmbargo. Y aunque el caso Duarte es escandaloso, sólo es una “raya más al tigre” para un Gobierno que se hunde cada vez más, coincidieron.

Ciudad de México, 20 de octubre (SinEmbargo).– La fuga de Javier Duarte de Ochoa, Gobernador con licencia de Veracruz, es una “raya más al tigre” para el impopular Gobierno federal y para el debilitado sistema de justicia mexicano, coincidieron expertos entrevistados por SinEmbargo.

La historia de que Duarte se escapó así sin más, es inverosímil y de ser cierta, sólo demuestra y exhibe, una vez más, la ineficiencia de la Procuraduría General de la República (PGR), dijeron.

“¿Cómo queda la Presidencia? Ambos, la Procuradora [Arely Gómez González] y el Secretario de Gobernación [Miguel Ángel Osorio Chong] son responsables ante [Enrique] Peña Nieto. Es un ladrillo más en ese muro de lamentaciones mexicanas, porque no es Duarte el primero que se fuga, hay varios ex gobernadores que no aparecen y que deberían ser puestos ante un juez y estar en la cárcel: el de Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Sonora. Duarte es uno más de una serie que está abonando el terreno del Estado fallido”, dijo Lorenzo Meyer Cossío, historiador y politólogo de El Colegio de México (Colmex).

Este miércoles por la mañana Miguel Ángel Osorio Chong confirmó que la PGR liberó una orden de aprehensión en contra de Javier Duarte

“No sabemos nada de Duarte, tampoco hay información de que haya salido legalmente del país. Creemos que puede estar en México”, reconoció en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula.

Meyer Cosío consideró que la huida del Gobernador con licencia no pudo sorprender al Gobierno federal.

“Desde hace días se comentaba que se había huido; entonces si no sorprende a los ciudadanos de a pie, menos va a sorprender aquellos que tenían la información y la capacidad de impedir su desaparición. No puede haber ni remotamente el factor sorpresa aquí, es algo deliberado”, argumentó Meyer Cossío.

Nicolás Loza Otero, analista político de Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), coincidió con Meyer y opinó que el caso Javier Duarte, es una “falla imperdonable”.

“Es una falla imperdonable de nuestro sistema de procuración de justicia. Tenemos a un Gobernador con licencia, que incluso al solicitarla dice que enfrentará las acusaciones en su contra; no veo por qué la Procuraduría no le puso un marcaje personal que nos permitiera saber dónde está. La sociedad no debería perdonar esto a los responsables; del ámbito de responsabilidad que sea, no debe quedar impune: no me refiero a Duarte, sino al órgano gubernamental que tenía bajo su responsabilidad el caso”, dijo.

Loza Otero explicó que la huida de Duarte genera sospechas sobre un posible intercambio con el Gobierno federal. Parece difícil de creer que simplemente se escapó, unos cuantos días después de pedir licencia a la gubernatura.

“Duarte le entrega la licencia a cambio de que el Presidente [Enrique Peña Nieto] le otorgue impunidad. No debería verse como un hecho de perspicacia o de habilidad de Duarte, sino como un hecho de completa ineficiencia”, precisó.

Arturo Alvarado Mendoza, director del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México (Colmex), dijo que la fuga de Duarte podría parecer un “juego político”; Duarte de Ochoa tuvo tiempo para huir después de separarse del cargo, aún con fuero.

“La orden de aprehensión no se libró cuando estaba pidiendo licencia, se libra después. Hay que ver qué es lo que va a pasar, porque pide licencia y se va. Además no era prófugo, porque se podía ir; es prófugo a partir de que se le dicta la orden de aprehensión, días después. Así opera la justicia en este país, sigue siendo muy problemática”, consideró Alvarado Mendoza.

El investigador añadió que “se trata de un asunto muy fuerte” porque Duarte de Ochoa se dio a la fuga como presunto culpable, sin que se haya demostrado que él es un delincuente a través de un juicio.

“La manera en cómo lo está comunicando la Secretaría de Gobernación indica la gravedad del asunto. Habrá que ver si ellos también son los sorprendidos, o sabían lo que estaba pasando y están actuando después de tanta presión social y política. Es un Gobernador, no será fácil que se esconda”, explicó.

“UNA RAYA MÁS AL TIGRE”

El investigador Nicolás Loza afirmó que lo sucedido con el Gobernador con licencia Duarte de Ochoa, tendrá un costo político para el Gobierno federal y su partido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“Si esto no se resuelve, será una raya más al tigre. El costo político aún no se sabe, pero el Presidente ha venido perdiendo el respaldo de los no priistas, y el PRI ha venido perdiendo el voto de los priistas no convencidos y no clientelares”, explicó.

Pero para Lorenzo Meyer esa “raya” al Gobierno federal, no sorprende a nadie, pues la administración actual mostró su fracaso desde el escándalo de la Casa Blanca.

“Los escándalos que más le afectaron son la 'casa blanca' y los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Ellos en su conjunto ya forman la parte más escandalosa del fracaso del Gobierno de Peña Nieto. Luego se le van adicionando otros casos como el de Duarte y muchos otros”, dijo Meyer.

El investigador recordó que hoy, no sólo Duarte está oficialmente prófugo, pues también existe una orden de aprehensión en contra de Guillermo Padrés Elías, ex Gobernador de Sonora, quien también huyó de la justicia.

“La PGR es una red llena de agujeros. Todos se le fugan, se fugó ‘El Chapo’ [Joaquín Guzmán Loera] dos veces”, consideró.

Alvarado Mendoza hizo énfasis en el fracaso de la actual administración federal.

“Hay dos gobernadores prófugos y la Procuraduría no los encuentra por ningún lado. Es cotorreo, ¿no? El tema es que sí es preocupante. No podemos tener este tipo de Gobierno. Debe haber una reflexión pública, política y nacional. Debe haber una reforma y obligar a los partidos a que los candidatos que postulen sean personas honestas probadas, porque tenemos un problema profundo de involucramiento de la clase política en actividades ilícitas”, finalizó Alvarado.

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