El reporte refiere que el 43 por ciento del monto de la educación es financiado por los padres, mientras que el otro 57 por ciento es financiado por los estudiantes, otros familiares y becas, pero el 92 por ciento de los estudiantes también mantienen un trabajo simultáneo.
Ciudad de México, 20 de agosto, (EconomíaHoy/SinEmbargo).- Estudiar una carrera profesional en México cuesta en promedio 252 mil pesos y 56 por ciento de los padres se endeudan para solventar estos gastos, reveló el estudio ‘El valor de la educación’, elaborado por HSBC.
Mientras que en México el 56 por ciento de los padres recurren al endeudamiento para costear los gastos de una educación superior el promedio quince países analizados es del 35 por ciento, además de que sólo el 5 por ciento de los padres mexicanos cuentan con algún tipo de ahorro para la educación de sus hijos, indicó Mauricio del Pozzo, director de Banca Patrimonial y Servicios a clientes privados del grupo financiero.
El reporte refiere que el 43 por ciento del monto de la educación es financiado por los padres, mientras que el otro 57 por ciento es financiado por los estudiantes, otros familiares y becas, pero el 92 por ciento de los estudiantes también mantienen un trabajo simultáneo.
“Hay que ser realistas sobre los costos, la educación no solo significa colegiaturas, también significa libros, computadoras, pasajes y deben planearlos y tomarlos en cuenta”, detalló del Pozzo.
En el ranking elaborado por HSBC, México ocupa la tercera posición con los costos más bajos, después de India y Malasia, mientras que Hong Kong encabeza los costos más altos, con 51 mil 656 dólares.
Mauricio del Pozzo dijo que en el banco, los clientes que dedican un ahorro para esto pertenece a la “clase media y media alta”.
SACRIFICIO PARA LOGRARLO
Los padres hacen un esfuerzo adicional para que sus hijos estudien una carrera universitaria, el 88% de éstos aporta para este rubro sus ingresos diarios y sólo el 5 por ciento cuenta con un ahorro o una cuenta de inversión para ello.
El estudio revela que los padres sacrifican tiempo personal para apoyar la educación de sus hijos, ya que el 41 por ciento trabajó horas extra o un segundo empleo mientras el 30 por ciento optó por tomar vacaciones menos costosas.
El estudio que encuestó a mil padres de familia y 100 estudiante reveló que las necesidades del mercado laboral han obligado a que tanto padres como estudiantes consideren invertir en otras habilidades como lo son los idiomas o habilidades que generen el pensamiento crítico.