Manifestantes que impedían la circulación con basura, ramas de árbol y otros obstáculos se enfrentaron con las fuerzas del orden después de que estas intentaran despejar vías públicas en distintos lugares de Caracas y el interior del país.
Venezuela, 20 de julio (EFE).- La oposición venezolana redobló hoy la presión contra el Presidente Nicolás Maduro con una huelga general que paralizó zonas enteras en varias ciudades y se saldó con dos muertos y al menos 173 detenciones durante los cortes masivos de calles que acompañaban al paro.
Manifestantes que impedían la circulación con basura, ramas de árbol y otros obstáculos se enfrentaron con las fuerzas del orden después de que estas intentaran despejar vías públicas en distintos lugares de Caracas y el interior del país.
Ronney Tejera, de 24 años, murió al ser herido por "arma de fuego" en una manifestación en la ciudad de Los Teques, al suroeste de Caracas, en un incidente confirmado por la Fiscalía en el que resultaron heridas tres personas y del que la fuente no ofreció detalles.
El otro fallecido es Andrés Uzcátegui, de 23 años, que murió durante una manifestación en la céntrica ciudad de Valencia, (Carabobo) en la que se registraron, además, 6 heridos, según la Fiscalía, lo que eleva a 98 los decesos en la ola de protestas en el país.
El paro es parte de la "fase superior de la lucha cívica", activada por la oposición después de que el pasado domingo 7 millones 400 mil ciudadanos rechazaran en una consulta organizado por la oposición la Asamblea Nacional Constituyente impulsada por Maduro para modificar la Carta Magna.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que ha publicado imágenes de calles desiertas con los comercios cerrados en numerosas ciudades, cifró en 85 por ciento el cumplimiento del paro general, que se extenderá hasta las 6.00 (10.00 GMT) del viernes.
El éxito del paro fue contestado por la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST), que aseguró que no tuvo convocatoria y los empleados acudieron a sus puestos "como todos los días".
"Le decimos al fascismo, al terrorismo, que aquí no hay clase obrera que se preste a ningún paro con sus propios verdugos", dijo su presidente, Wills Rangel, en alusión a la mayor patronal del país, Fedecámaras, que permitió a sus asalariados no ir hoy a trabajar.
Opositores y grupos pro derechos humanos como Foro Penal Venezolano (FPV) denunciaron la "represión" de la Guardia Nacional (GN, Policía militarizada) y la Policía contra quienes interrumpían el tráfico.
Efe constató enfrentamientos entre manifestantes y agentes en Caracas, donde la Policía y la Guardia intentaron abrir al paso las calzadas lanzando gas lacrimógeno y perdigones contra quienes levantaban barricadas en la vía pública, algunos de los cuales respondieron con piedras, botellas y otros objetos.
Hechos similares se saldaron con la detención de al menos 173 personas en toda Venezuela, según el FPV, que cifra en 76 el número de arrestos en la región occidental de Zulia, seguida por la provincia isleña de Nueva Esparta (43 apresados) en una lista de detenciones en la que aparecen 11 estados del país.
Uno de los escenarios de los citados disturbios fue el municipio de Sucre, en Caracas, cuyo alcalde, el opositor Carlos Ocariz, fue responsabilizado por Maduro de un "ataque" a la sede de la televisión estatal VTV que habría ocurrido al mismo tiempo que se incendió una unidad de la empresa pública de correos.
"He ordenado capturar a todos los terroristas [...], y responsabilizo al alcalde Ocariz, y pido a la justicia actuar con el alcalde Ocariz inmediatamente, responsable del ataque a VTV", dijo el presidente en un acto de campaña por la elección a la Asamblea Constituyente.
Esta previsto que esta Asamblea Constituyente se elija el 30 de julio y es vista por la oposición y numerosos sectores sociales como un intento oficialista de "consolidar la dictadura" en Venezuela.
Su retirada es la principal exigencia que hace la oposición y los manifestantes a Maduro.
Algunos de estos manifestantes aseguraron hoy a Efe que no abandonarán los actos de desobediencia civil ni renunciarán a responder con violencia a los arrestos y perdigonazos de la Guardia en los días que les quedan para tratar de detener este proceso.
"Estamos en el final, si [...] no llegamos a detener este problema tenemos que, como quien dice, entregarnos, y eso no puede ser", declaró mientras vigilaba la barricada con que había atrancado una calle del oeste caraqueño un administrador de 58 años.