Carmen Aristegui fue galardonada con el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica que entrega la Casa Amèrica de Catalunya. La periodista aprovechó el acto para denunciar que en México se han desarrollado varias maneras de atacar a los periodistas. Reclamó una “herramienta de defensa legal” que proteja los informadores ante los intentos de censurar su trabajo.
“Una sociedad no puede abandonar a sus periodistas. La muerte de un periodista es también la muerte de la libertad y quitar a la sociedad su derecho a saber”, dijo en su discurso recordando a Payán.
Ciudad de México, 20 de julio (SinEmbargo).– La periodistas Carmen Aristegui recibió el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica que entrega la Casa Amèrica de Catalunya.
En el acto, que se llevó a cabo en el Salón de Crónicas del Ayuntamiento de Barcelona, fue presidido por el Alcalde accidental de Barcelona, Gerardo Pisarello, acompañado por el director general de Casa Amèrica Catalunya, Antoni Traveria.
Marta Nin, subdirectora de Casa Amèrica Catalunya, leyó un escrito de Carlos Payán Velver, maestro del periodismo mexicano y Premio Casa Amèrica Catalunya a la Libertad de Expresión 2015, quien recordó a la audiencia que “los periodistas asesinados en México han sido los primeros defensores del país en contra del hampa y los políticos asociados” y subrayó: “Un país que no defiende sus periodistas no merece figurar en el mapa”.
En el evento, Carmen Aristegui, calificó la situación de México como un “colapso humanitario”. “No puede ser que tengamos un elefante blanco en medio de la sala y nadie lo vea”, dijo.
“Es necesario que la sociedad mexicana se quite de encima el pasmo que la embarga. Nos hemos tragado cosas que cualquier democracia no habría aceptado, como la desaparición de las 43 personas de Ayotzinapa. ¿Qué más tiene que pasar en el horror en el que vivimos?”, añadió.
La periodista aprovechó el acto para denunciar que en México se han desarrollado varias maneras de atacar a los periodistas.
Aristegui también recordó las represalias sufridas a raíz de sus contrastadas investigaciones periodísticas que han destapado escándalos que afectan al mismo Presidente de México Enrique Peña Nieto.
Reclamó una “herramienta de defensa legal” que proteja los informadores ante los intentos de censurar su trabajo.
“Una sociedad no puede abandonar a sus periodistas. La muerte de un periodista es también la muerte de la libertad y quitar a la sociedad su derecho a saber”, dijo en su discurso recordando a Payán.
El pasado 19 de junio, el diario estadounidense The New York Times publicó que periodistas como Carmen Aristegui y Carlos Loret de Mola, así como los defensores de derechos humanosMario Patrón y Stephanie Brewer, entre otras personas, han sido espiados por el Gobierno mexicano.
En el caso de Aristegui, los mensajes recibidos ocurrieron durante sucesos como la exoneración del Presidente Enrique Peña Nieto por el conflicto de interés de la “casa blanca” o la publicación de reportajes relacionados con la figura presidencial.
De acuerdo con el Times, el programa informático de espionaje había sido usado contra abogados que trabajan para la reconocida organización de derechos humanos Centro Prodh, que representa a familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y a otras víctimas de abusos, contra un académico que impulsaba la adopción de legislación contra la corrupción y contra dos periodistas influyentes que expusieron casos de abuso y corrupción gubernamental.
La investigación indica que el Gobierno de México adquirió el software Pegasus a NSO Group apenas llegó al poder Enrique Peña Nieto. Ese programa, en teoría, sólo debe ser usado para investigar a criminales y terroristas.