Esta mañana el presidente de la Comisión de la Función Pública en San Lázaro, Pablo Escudero, anunció que se reunirá por la tarde con el auditor superior de la Federación para entregarle las pruebas que confirman el desvió de recursos en el monumento «Estela de Luz del Bicentenario».
En entrevista con Primero Noticias, el diputado dijo que entregará a la Auditoría Superior de la Federación contratos, planos y estudios que muestran las irregularidades en la construcción del monumento.
El proyecto «Estela de Luz» es uno de los monumentos que debía ser inaugurado para las fiestas del Bicentenario y sigue en construcción. El caso salió a la luz pública luego de que el arquitecto César Pérez Becerril denunciara que en el proyecto había ciertas anomalías, entre ellas, el encarecimiento del costo de la construcción.
Pérez Becerril, dijo también que había recibido presiones por parte de Alonso Lujambio, titular de la SEP, institución encargada de «Estela de Luz», para no revelar la supuesta corrupción en el proyecto.
El arquitecto asegura que Lujambio entregó a la empresa constructora Gutsa el contrato con una licitación amañada, y que también se inflaron los costos de «Estela de Luz».
Ante los hechos, Pablo Escudero dijo que con la entrega de las pruebas se descarta que el caso sea una «cacería de brujas contra Lujambio o un chisme de vecindad». Incluso, al mostrarle las supuestas pruebas al periodista Carlos Loret de Mola, el legislador aseguró que los documentos están certificados ante notario público con el fin de que se revise la legalidad de la construcción y la adjudicación directa.
Escudero Morales explicó que existen irregularidades en el proyecto para la construcción de esta obra al no haber licitación, sino adjudicación directa a la empresa Gutsa Infraestructura S.A. de C.V porque sólo se dieron siete días hábiles para presentar propuestas técnicas, lo que causa duda porque es un proyecto arquitectónico de gran complejidad.
El diputado federal dijo que en los documentos se acredita una solicitud de 2 millones 700 mil pesos para que la empresa italiana entregara acero para la construcción del inmueble.
“A más de un año de que se iniciaran los trabajos para la construcción aún no está terminada la obra. El contrato a esta empresa debió ser cancelado por incumplimiento, y se le otorgó otro contrato con un nuevo pago de 200 millones de pesos”, señaló.
Según Escudero, es posible que Lujambio no estuviera enterado de todos los malos manejos que se cometían en el proyecto pero «alguien tiene que rendir cuentas». Y agregó: “Lujambio está obligado a rendir cuentas. El secretario debe entrarle al tema para que no se pague más del dinero que fue destinado para la obra”, dijo.
