En su visita al Vaticano, el republicano recibió una copia de la Encíclica del Papa Francisco, la cual trata sobre el medio ambiente, con datos científicos relativos al cambio climático, y llama a los líderes mundiales a sumarse a la lucha. Trump aseguró que la leería. Días después, sacó a EU del Acuerdo de París.
Ciudad de México, 20 de junio (SinEmbargo).- El Vaticano reprobó este día la decisión del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de sacar al país del Acuerdo de París al considerar que esto afectará a las poblaciones más pobres del mundo, informó la agencia Reuters.
El Papa Francisco está preocupado porque los daños ambientales puedan ser como un boomerang que regresará… especialmente a la gente pobre” y con efectos peores, expresó el Obispo Marcelo Sánchez Sorondo.
A inicios de este mes, pocos días después de su visita al Vaticano, Donald Trump anunció el retiro de Estados Unidos de uno de los instrumentos diplomáticos relativos a las políticas ambientales más importantes a nivel mundial.
La agencia de noticias refirió que en su visita al Vaticano, el republicano recibió una copia de la Encíclica del Papa Francisco, a lo cual se supo que Trump respondió “la leeré”.
La Encíclica del Papa Francisco, Laudato, Si, una de las publicaciones más relevantes de los últimos tiempos, habla sobre el cuidado ambiental, tiene trascendental importancia debido a que en ella se reconocen datos científicos relativos al cambio climático y otros asuntos ambientales, además de provenir de uno de los líderes espirituales con mayor influencia en el mundo.
Esta obra invita a la humanidad a encontrar el equilibro del planeta, especialmente en estos momentos en que países como Estados Unidos enfrentan una crisis ambiental derivada de las acciones del Presidente Trump para desmantelar el Plan de Energía Limpia, así como las graves reducciones que ha sufrido la Agencia de Protección Ambiental.
En entrevista con Reuters, el Obispo Marcelo Sánchez resaltó que “proteger los bosques encuadra en las tradiciones religiosas acerca de que los humanos son guardianes del planeta, y no solamente la explotan. Esta era una idea no solamente de la Biblia, sino de los Griegos y de todas las civilizaciones”.
“Es necesario el apoyo de todos y cada uno de los líderes de la sociedad para tomar acción respecto al cuidado del entorno”, agregó.
La Encíclica reconoce evidencias científicas y filosóficas de miles de años de la historia de la humanidad. Uno de los pasajes más representativos de esta publicación versa en torno a la justificación del por qué el Papa Francisco eligió regirse bajo la guía de San Francisco de Asis:
“No quiero desarrollar esta encíclica sin acudir a un modelo bello que puede motivarnos. Tomé su nombre como guía y como inspiración en el momento de mi elección como Obispo de Roma. Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno a la ecología, amado también por muchos que no son cristianos. Él manifestó una atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y abandonados. Amaba y era amado por su alegría, su entrega generosa, su corazón universal. Era un místico y un peregrino que vivía con simplicidad y en una maravillosa armonía con Dios, con los otros, con la naturaleza y consigo mismo. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compromiso con la sociedad y la paz interior.”
Reuters resaltó que en momentos en que la humanidad busca encontrar el equilibrio entre lo espiritual, lo material y lo natural, esta obra toma vital relevancia, pues devela ante los líderes de las naciones, que incluso desde un ámbito religioso, la atención al cuidado de la naturaleza debe ser uno de los principales ejes de acción de las políticas públicas.