El investigador indicó que los curculiónidos o picudos (como se conocen comúnmente) son los organismos más diversos y fáciles de reconocer debido a un ógano bucal semejante a una trompa.
Por Felipe Sánchez Banda
Zaragoza, Coahuila, 20 de junio (SinEmbargo/Agencia Informativa Conacyt).- Investigadores de diversas instituciones de Coahuila descubrieron y describieron cuatro nuevas especies de curculiónidos, del género Narberdia, también conocidos como picudos, asociados a plantas silvestres.
“Son cuatro nuevas especies, es una descripción de especies que se recolectaron de plantas silvestres. Estas plantas silvestres se desarrollan principalmente en laderas, cerca de arroyos, son plantas que no miden más de cinco o seis metros de altura. Estas plantas son muy localizadas y la infestación de estos picudos anda alrededor de 50 a 60 por ciento de los frutos de esta planta”, explicó el doctor Marcotulio Soto Hernández, investigador titular B del Sitio Experimental de Zaragoza, Coahuila, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y candidato del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
El investigador indicó que los curculiónidos o picudos (como se conocen comúnmente) son los organismos más diversos y fáciles de reconocer, ya que la mayoría presenta la probóscide (un órgano bucal alargado semejante a una pequeña trompa) proyectada hacia adelante, esta adaptación evolutiva sirve para que la hembra perfore el sitio de oviposición y deposite dentro de la excavación el huevo.
“En México, según la literatura especializada en curculiónidos, cita que se conoce menos de 50 por ciento de los curculiónidos mexicanos, es importante contribuir a la ciencia y que la ciencia conozca cuáles son las especies que aún se desconocen. Es ir aportando al conocimiento de la fauna, en este caso de los invertebrados, además se da información de la distribución de las especies, que también este tipo de conocimiento es muy limitado en México”, señaló el científico Soto Hernández.
IMPORTANCIA CIENTÍFICA
En el país se han descrito más de dos mil 344 especies de curculiónidos y, según estimaciones, representan menos de la mitad de los curculiónidos conocidos para el país. Han sido poco estudiados y para la mayoría de las especies conocidas se desconoce su planta hospedera, estados inmaduros, distribución e historia natural, etcétera. Algunas especies son plagas en los cultivos de aguacate, agave, ajo, alfalfa, amaranto, caña de azúcar, entre muchos más; además, en árboles y plantas silvestres como las bromelias. Sin embargo, en el caso de estas nuevas especies, hasta el momento no se conoce que provoquen algún tipo de daño al ser humano.
“Si fuera un cultivo de importancia económica para el hombre lo consideraríamos una plaga, porque el daño e infestación es severa en esta planta, podríamos decir que debido a este insecto, esta planta se ve limitada para la dispersión y su reproducción (...) Pero en el caso de las plantas que se conocen que son utilizadas para el humano, no hay alguna cercana a la planta hospedera de este insecto, por lo tanto no son de importancia económica pero sí de importancia científica”, especificó el especialista del INIFAP.
En este proyecto se describieron cuatro nuevas especies que pertenecen al género Narberdia (Curculionidae: Anthonomini) y la Bernardia es su planta hospedera. Las nuevas especies son: Narberdia cervantae, Narberdia ramuvei, Narberdia dugesi y Narberdia sarukhani.
“Hasta ahora lo que conocemos de estos picudos es que son muy específicos, únicamente atacan a las plantas silvestres que mencionamos que son Bernardia que son unas Euphorbiaceae, y de las Euphorbiacea conocidas y de uso para el humano, solamente está la nochebuena pero no pertenece al mismo género. Por lo tanto, no se consideraría de importancia para el humano o que pudiera atacar algún cultivo o una planta”, puntualizó el doctor Soto Hernández.
Los especímenes miden de 2.5 a 5.5 milímetros (mm), su principal característica distintiva es la presencia de escamas que cubren completamente el rostro y el cuerpo. Se desarrollan dentro de frutos de su planta hospedera Bernardia, que crecen en laderas cerca de los arroyos, los frutos son pequeñas cápsulas que contienen tres semillas. En México se tienen registradas 30 especies de plantas de ese género, en 11 especies se han encontrado los picudos antes mencionados, posiblemente haya más especies de Narberdia desconocidas para la ciencia. Estas especies fueron descritas y publicadas en la revista Zootaxa, número 4263 (1).
Respecto al futuro de la investigación, el científico Soto Hernández comentó: “Seguiremos buscando nuevas especies, pero también ir conociendo más sobre las especies ya descubiertas. Por ejemplo, hacer estudios filogenéticos, estudios de distribución, entre otros; ampliar el conocimiento, tanto para estas especies como para otras, para ir enriqueciendo más el estudio de los curculiónidos en México”.