Mientras se suscitaba un enfrentamiento en Nochixtlán, Oaxaca, que dejó hasta el momento seis muertos, el Gobernador Gabino Cué prefirió irse a una boda. Ayer estuvo en la fiesta del Secretario de Obra Pública de Guerrero, Rafael Navarrete. Se veía sonriente y se tomaba fotos con la pareja. Los choques en Nochixtlán, en los que los manifestantes lanzaron piedras, cohetes, cócteles molotov e incendiaron vehículos, se prolongaron durante varias horas del domingo. También hubo disparos. La Policía Federal afirma que las detonaciones vinieron de grupos radicales, pero la prensa que cubría el evento comprobó con imágenes y videos que los uniformados apuntaban a los manifestantes. Diversas voces condenaron los hechos ocurridos ayer y este lunes, artistas e intelectuales oaxaqueños, apoyados por el escultor Francisco Toledo, están convocando a una barricada cultural “contra la represión” en el atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán a las 3 de la tarde.
Ciudad de México, 20 de junio (SinEmbargo).– Mientras se vivía un enfrentamiento entre policías y maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que dejó al menos seis personas muertas y un centenar de heridas en el municipio de Asunción Nochixtlán, en Oaxaca, el Gobernador de la entidad, Gabino Cué Monteagudo, se encontraba de fiesta.
De acuerdo con el medio oaxaqueño ADN Sureste, el mandatario se divertía en el Jardín Etnobotánico junto con su homólogo de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, en la boda de Rafael Navarrete Quezada y Alicia Rueda.
Navarrete Quezada es Secretario de Obra Pública del estado de Guerrero y ex delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) en Oaxaca.
Vestido con un traje azul oscuro, una camisa blanca y una corbata azul que le hacía juego, Gabino Cué se fotografió con los novios durante la ceremonia religiosa que se realizó el día sábado en el templo de Santo Domingo, en la capital oaxaqueña.
La celebración se extendió hasta el día siguiente en una tornaboda (un evento post-boda). Y el Gobernador Cué no se la perdió, tampoco.
Información difundida hoy en redes señala que durante la madrugada fallecieron dos personas que fueron heridas el día de ayer. Al lugar, han llegado pobladores de comunidades vecinas a proporcionar apoyo a los maestros que este lunes mantienen la barricada en Nochixtlán. Entre los muertos, hay un fotógrafo, de acuerdo con datos oficiales.
Antes, un funcionario estatal informó a la agencia AP del fallecimiento de un policía estatal porque así se lo había reportado el hospital que recibió el cadáver, pero más tarde aclaró que tras revisar su identidad se confirmó que no se trataba de ningún uniformado.
Los enfrentamientos en Nochixtlán, en los que los manifestantes lanzaron piedras, cohetes, cócteles molotov e incendiaron vehículos, se prolongaron durante varias horas del domingo.
Según pudo constatar The Associated Press, policías antimotines abrieron fuego para intentar disolver a los manifestantes, que habían levantado bloqueos y barricadas en algunas vías.
En un comunicado emitido el domingo en la tarde, el Gobierno federal dijo que los miembros de sus fuerzas de seguridad no estaban armados y que “las agresiones por arma de fuego registradas provinieron de personas ajenas a los bloqueos, quienes realizaron disparos contra la población y los policías federales”.
En imágenes grabadas por la AP se aprecia claramente a al menos a un policía —aunque no se puede distinguir a qué cuerpo pertenece— efectuando varios disparos junto a otros agentes, que no portaban armas de fuego visibles, y cerca de una patrulla.
NUEVAS MOVILIZACIONES
Maestros de la Sección 22 de la CNTE suspendieron clases este lunes en escuelas de la ciudad de Oaxaca y municipios conurbados, debido a los enfrentamientos con policías federales ocurridos ayer.
De acuerdo con la prensa local, los profesores permanecen en el interior de algunas escuelas, pero no aceptaron el ingreso de los niños.
En otros planteles no hubo anuncio y los padres de familia y niños encontraron las puertas cerradas.
El Comité Ejecutivo seccional del magisterio oaxaqueño convocó la mañana de este lunes una marcha para repudiar los hechos de violencia y la muerte de seis personas durante el enfrentamiento de este domingo en Asunción Nochixtlán.
La caminata está programada a partir de las 10:00 de la mañana del monumento a Juárez al zócalo de la ciudad para condenar los actos de represión, castigo a los culpables de la masacre magisterial y popular, presentación con vida de los desaparecidos y libertad a los presos políticos.
Esta mañana, los pobladores tomaron el Palacio Municipal de Nochixtlán en protesta por los enfrentamientos registrados y por información .
De acuerdo con información enviada a SinEmbargo, el Presidente municipal, Daniel Alberto Cuevas Chávez, y su familia ya salieron de la comunidad, mientras que los habitantes entraron al rancho del Edil priista, a quien acusan de haber hospedado a los federales en su rancho. Las autoridades no han emitido algún pronunciamiento al respecto.
“Daniel cuevas traidor, entregaste a tu pueblo, le diste entrada a los federales, los escondiste en tu rancho y ahora mira: tu pueblo sangra”, le lee en mensajes publicados en la red social Facebook.
Por la noche de ayer, el Comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, reconoció que sí hubo agentes con armas porque cuando la policía empezó a recibir disparos “de la parte contraria”, él decidió enviar un grupo de apoyo “que portaba sus armas de cargo”, aunque matizó que creía que para cuando llegaron al lugar “ya había pasado todo”.
“La obligación policial es proteger a la población”, añadió.
Durante la mañana y tarde del domingo, cuando se vivieron los momentos más difíciles en el municipio, las autoridades estatales no emitieron algún pronunciamiento, fue hasta la noche, después de que en redes circulaban informes de varios muertos y un centenar de heridos, cuando el Gobierno de Oaxaca emitió un comunicado y ofreció una conferencia de prensa para informar de los sucedido.
“El Gobierno de la República y el Gobierno del estado de Oaxaca lamentan y condenan los hechos de violencia ocurridos el día de hoy [domingo] en la entidad, en los que lamentablemente fallecieron seis personas y resultaron lesionados 53 civiles, 41 policías federales, tres de ellos con heridas de bala, así como 14 policías estatales, cinco de ellos por armas de fuego”, detalló el comunicado.
Posteriormente en una conferencia conjunta, Gabino Cué y el jefe de la Policía Federal, Enrique Galindo Ceballos, confirmaron el aumento en el número de fallecidos en localidad de Nochixtlán, donde los choques fueron más fuertes.
Veintiuna personas fueron detenidas en flagrancia y puestas a disposición de la Fiscalía, agregaron los responsables. Cué confirmó que todos los muertos eran civiles y solo dos estaban vinculados a la CNTE.
El Centro de Derechos Humanos Tepeyac del Istmo de Tehuantepec y la Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca calificaron de “inédita, absurda y sin sentido” la respuesta del Gobierno federal y estatal a la protesta social que abandera la Sección 22.
Destacaron que los maestros en fechas recientes lograron despertar la solidaridad de distintos sectores de la sociedad: salud, empresas privadas, artistas y organizaciones civiles, sin embargo, la escalada de violencia que se ha suscitado en los últimos días “nos dan la lectura de que estamos presenciando una respuesta equivocada, como sello distintivo de un estado que busca perpetuarse en la lógica del poder y la confrontación, en vez de propiciar espacios de diálogo que abran causes a esta fracturada democracia”.
REACCIONES
El movimiento Magisterial Democrático de la Sección VII del SNTE-CNTE Chiapas condenó la “brutal represión ejercida en contra de la combativa Sección XXII de Oaxaca y del pueblo oaxaqueño”. En un comunicado dijo que el “Estado fascista mexicano encabezado por el asesino de Atenco Enrique Peña Nieto utiliza armas contra el pueblo que se manifiesta en contra de las reformas estructurales, específicamente contra quienes defienden la educación del país”.
Por su parte, los legisladores de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en la Asamblea Legislativa responsabilizaron al titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, por la muerte de los ciudadanos en los ataques en Oaxaca. Llamaron a evitar más derramamiento de sangre.
Este lunes, artistas e intelectuales oaxaqueños, apoyados por Francisco Toledo, están convocando a una barricada cultural “contra la represión” en el atrio del templo de Santo Domingo de Guzmán a las 3 de la tarde.
Toledo ha sido un crítico del Gobierno de Cué. En varias ocasiones se ha manifestado en contra del proyecto del Centro de Convenciones en el Cerro del Fortín de la capital estatal.
El artista encabeza la movilización social que pide que el Centro de Convenciones sea construido en un lugar diferente por considerar el Fortín la principal zona verde de Oaxaca, en el sur de México.
En los enfrentamientos de ayer, el periodista Elidio Ramos Zárate fue asesinado, pero en el municipio de Juchitán, Oaxaca, mientras cubría los bloqueos en algunas vialidades y la quema de los autobuses.
Hombres que aún no han sido identificados dispararon a quemarropa en la cabeza al periodista.
Elidio había sido amenazado este sábado para que no cubriera los actos violentos, dijo en entrevista con Grupo Fórmula, Ivonne Flores, jefa de información de El Sur, Diario Independiente del Istmo.
“No existen condiciones aquí en la zona [para trabajar]”, dijo Flores. “No nos podemos meter libremente a tomar una foto, a mantener informada a la sociedad”.
LAS CONTRADICCIONES
Según pudo constatar la agencia The Associated Press, policías antimotines abrieron fuego para intentar disolver a los manifestantes, que habían levantado bloqueos y barricadas en algunas vías.
En un comunicado emitido el domingo en la tarde, el Gobierno federal dijo que los miembros de sus fuerzas de seguridad no estaban armados y que “las agresiones por arma de fuego registradas provinieron de personas ajenas a los bloqueos, quienes realizaron disparos contra la población y los policías federales”.
En imágenes grabadas por la AP se aprecia claramente a al menos a un policía — aunque no se puede distinguir a qué cuerpo pertenece — efectuando varios disparos junto a otros agentes, que no portaban armas de fuego visibles, y cerca de una patrulla.
La noche del domingo, Enrique Galindo reconoció que sí hubo agentes con armas porque cuando la policía empezó a recibir disparos “de la parte contraria”, él decidió enviar un grupo de apoyo “que portaba sus armas de cargo”, aunque matizó que creía que cuando llegaron al lugar “ya había pasado todo”.
“La obligación policial es proteger a la población”, añadió.
Esta mañana en entrevista con Ciro Gómez Leyva en Grupo Fórmula, el Comisionado confirmó esta información. Dijo que entre las siete y ocho del día de ayer domingo, hubo una recuperación de las carreteras tomadas sin incidentes, pero que alrededor de las 10:30 hubo un cambio radical del escenario, “vivimos una emboscada”.
“Alrededor de las 10:30 de la mañana hubo un cambio radical del escenario, vivimos una emboscada. Se empiezan a reagrupar y empezamos a ver que traen bombas molotov y bombas de alto poder, se reagrupan de manera estratégica y empezamos a oír detonaciones de armas de fuego y disparan contra policías y sociedad civil”, mencionó.
El Comisionado indicó que al empezar a ver que llegaban más personas a apoyar a los maestros ordeno el retiro de los agentes y empiezo a moverlos y solicitó el apoyo aéreo.
Alrededor de las 11:30 de la mañana, dijo, llegaron los refuerzos policiacos con armas de fuego.
Esta declaración fue cuestionada por el fotógrafo de Cuartoscuro, Jorge Arturo, quien en el mismo espacio radiofónico aseguró que la información de los videos y fotos que tiene registrados es que los disparos por parte de la policía comenzaron a las 10:30, “incluso hay un grupo de gendarmes que se tiran al suelo con las armas”.
“Un compañero de la agencia EFE me comentó que había fuego cruzado. En lo personal nunca vimos a una persona armada del grupo de manifestantes, sólo de los policías”, dijo.
El enfrentamiento duró de las 9 de la mañana a las 3:30 de la tarde que es cuando les dan la retirada a los policías federales.
“No puede haber duda de que las imágenes son verídicas, porque también las tomaron compañeros de agencias internacionales. Hay registros de que las fotografías fueron tomadas antes de las 11:30, Galindo dijo que antes de esa hora no habían armas”, explicó.
Los enfrentamientos continuaron el domingo por la tarde en las afueras de la ciudad de Oaxaca y en las localidades de San Pablo Huitzo y Santiaguito, donde los manifestantes incendiaron instalaciones de la Policía Federal.
Por la noche, las protestas seguían en algunos puntos y helicópteros federales dispersaban a los manifestantes lanzando gases lacrimógenos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que envió observadores al estado, también instó a las partes a buscar una salida negociada.
En el sur, la Policía Federal, la estatal y la Gendarmería desalojaron el sábado en la noche a los manifestantes que bloqueaban la carretera internacional 190 a la altura de la refinería de Petróleos Mexicanos ubicada en la localidad de Salina Cruz, en el istmo de Tehuantepec.
La semana pasada, la procuraduría General de la República (PGR) detuvo este mes a varios líderes magisteriales, a los que acusa de malversación de fondos.
El sindicato niega esas acusaciones e hizo un llamamiento a sus seguidores a rebelarse contra el gobierno federal, al que está enfrentado desde que el Presidente Enrique Peña Nieto sacó adelante una reforma de la educación nacional que, entre otras cosas, conlleva modificaciones laborales para el sector y el establecimiento de exámenes obligatorios con el fin de evaluar la calidad de la enseñanza.
En los últimos días, los maestros sindicalizados apoyados por algunas organizaciones de la sociedad civil han protagonizado diversos actos de protesta en carreteras, centros comerciales y calles no solo en Oaxaca sino también en el vecino estado de Michoacán, en el de Chiapas y en la Ciudad de México.
Hace diez años, los maestros organizaron una toma de la ciudad de Oaxaca, un importante destino turístico del país, que mantuvo en jaque a las autoridades de este estado durante meses.