Actualmente, en el Artículo 44 del Reglamento de la Ley de Productos Orgánicos se establece que el etiquetado de dichos artículos debe contener el número de certificado orgánico, el número de identificación del Organismo de Certificación Orgánica expedidor, además, será necesario especificar: «Se encuentra libre de organismos genéticamente modificados (OGM)».
Grupos civiles alertan que las autoridades federales buscan suprimir ese aviso y en su lugar poner la leyenda: «No se aplicaron los métodos excluidos por la Ley de Productos Orgánicos».
«Pensamos que el cambio justamente es dentro del marco de los cambios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte para tratar de suavizar las políticas en favor de los transgénicos […] Con este etiquetado buscan eliminar la distinción [entre productos orgánicos y convencionales] para poco a poco irla diluyendo y así hacer más aceptable a los transgénicos en términos comerciales, de consumo y mercadotecnia», explicó María del Carmen Colín Olmos, campañista legal de Greenpeace México.
Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).– Las autoridades mexicanas pretenden eliminar del etiquetado de los alimentos orgánicos la aclaración de que están libres de organismos transgénicos, lo que implicaría un «atentado» al derecho de los ciudadanos a conocer lo que consumen, alertaron una treintena de organizaciones de la sociedad civil enfocada al medio ambiente.
En entrevista para SinEmbargo, María del Carmen Colín Olmos, campañista legal de Greenpeace México, explicó que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) busca suprimir el aviso que contiene el etiquetado de los productos orgánicos en el que se señala: «Se encuentra libre de organismos genéticamente modificados (OGM)», mejor conocidos como transgénicos.
Ahora, las autoridades buscan limitarlo a la leyenda: «No se aplicaron los métodos excluidos por la Ley de Productos Orgánicos», advirtieron las organizaciones.
Colín Olmos criticó que la modificación resulta confusa para los ciudadanos.
«A nosotros como consumidores no nos dice nada, no nos explicita cuáles son estos métodos. Esa leyenda es poco explícita porque mucha gente no conoce sobre los procesos excluidos dentro de la Ley de Productos Orgánicos que se mencionan dentro del Artículo 3, sección X», expuso.
Al eliminar la actual leyenda, alertó la activista, el consumidor es privado de la oportunidad de saber y elegir lo que más le convenga.
Explicó que el Consejo Nacional de Producción Orgánica (CNPO) coordinado por Senasica –órgano desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa)– ha llevado a cabo algunas reuniones en las que se han discutido modificaciones al reglamento de la Ley de Productos Orgánicos, entre las que resalta la eliminación de la advertencia.
Actualmente, en el Artículo 44 del Reglamento de la Ley de Productos Orgánicos se establece que el etiquetado de dichos artículos debe contener el número de certificado orgánico, el número de identificación del Organismo de Certificación Orgánica expedidor, además, será necesario especificar que se encuentra libre de organismos genéticamente modificados.
Los métodos excluidos por la Ley de Productos Orgánicos son los procedimientos empleados para modificar genéticamente organismos o influir en su desarrollo por medios naturales y que implicaría que no sean considerados compatibles con la producción orgánica, entre ellos, el uso de reproducción tradicional, conjugación, fermentación, hibridación, fertilización in vitro o el cultivo de tejido.
Ante ello, la activista consideró que el intento por modificar el etiquetado de los productos orgánicos podría estar relacionado con la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues, el Gobierno mexicano antes del final del sexenio de Enrique Peña Nieto buscaría «suavizar» las políticas a manera de favorecer el comercio de organismos genéticamente modificados.
«Pensamos que el cambio justamente es dentro del marco de los cambios del Tratado de Libre Comercio, para tratar de suavizar las políticas en favor de los transgénicos […] Con este etiquetado buscan eliminar la distinción [entre productos orgánicos y convencionales] para poco a poco irla diluyendo y así hacer más aceptable a los transgénicos en términos comerciales, de consumo y mercadotecnia.Buscan incrementar la aceptación del consumidor por este tipo de productos», destacó.
«Es injusto, me parece que [las autoridades mexicanas] están tomando una postura en favor de los transgénicos», añadió.
Desde años atrás, organizaciones de la sociedad civil en defensa de la calidad de la alimentación han demandado la implementación de un etiquetado más explícito en el tema de los transgénicos.
En 2015, por ejemplo, la Alianza por la Salud Alimentaria, integrada por más de 30 organizaciones, entre ellas, Greenpeace México, El Poder del Consumidor y Vía Orgánica, urgió al Gobierno federal a implementar un etiquetado que advierta cuándo un producto contiene transgénicos, pues las empresas no están obligadas a hacerlo. En su momento, los grupos civiles señalaron que en el mundo más de 60 países ya ejecutaban la medida que respeta el derecho de los consumidores a contar con información.
Pero a tres años de hacer el llamado y a pocos meses de que Peña Nieto deje la silla presidencial, México no cuenta con el etiquetado que advierta la presencia de transgénicos, recrimino Colín Olmedo, quien también aplaudió que el país no se encuentre inundado de este tipo de productos y que luchan por mantenerlo así.
La responsabilidad de transparentar los etiquetados le corresponde a instituciones como la Secretaría de Salud (SSA), a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris); a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa); y a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El riesgo de los OGM, abundó Colín, radica en la falta de análisis, pues «no hay un estudio nacional realizado por autoridades o institutos de salud pública que adviertan sobre lo que ocurriría en el escenario de un alto consumo de maíz transgénico, por ejemplo, entre la población».
«No hay nadie que nos diga qué pasaría en ese escenario porque no se han hecho estudios. En ese escenario de incertidumbre, nosotros hemos demandado la aplicación del principio precautorio, es decir, que no se libere mientras no haya estudios. No sabemos qué va a pasar porque nadie ha hecho un profundo análisis de riesgo», agregó.
El pasado 10 de mayo, 31 organizaciones de la sociedad civil entregaron una carta dirigida al médico veterinario zootecnista, Enrique Sánchez Cruz, quien es director en jefe del Senasica, a fin de expresar su preocupación por el cambio en el etiquetado de los productos orgánicos.
«Queremos expresar que las autoridades mexicanas y la industria biotecnológica llevan años repitiendo a los consumidores mexicanos que los productos derivados de la biotecnología moderna son inocuos, y de hecho, señalan que los transgénicos son idénticos a los productos convencionales, usando términos técnicos como ‘equivalencia sustancial’ que como consumidores no satisface nuestro derecho a saber y a elegir, siendo una imposición gubernamental y empresarial el hecho de que tengamos que consumir este tipo de productos aún a costa de nuestra voluntad”. Por tanto, este intento de modificación, a espaldas de la ciudadanía, constituye un atentado al derecho de los consumidores a saber y poder elegir productos exentos de transgénicos», se lee en la misiva.
Finalmente, Colín hizo un llamado al Senasica a tomar en cuenta la opinión de los consumidores y de las organizaciones civiles y rechazar las modificaciones del Artículo 44 del Reglamento de la Ley de Productos Orgánicos y optar por dejarlo como se encuentra actualmente.