Si Leonardo DiCaprio no gana el Oscar, igual ganará el Oscar

20/02/2016 - 12:06 am

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No hay manera de que pueda negarse la importancia del actor californiano en el desarrollo del mejor cine contemporáneo. Si la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood no lo entiende, allá ella.

DiCaprio e ñárritu posan al llegar al almuerzo para los nominados al Oscar. Foto: Jordan Strauss/AP
DiCaprio e ñárritu posan al llegar al almuerzo para los nominados al Oscar. Foto: Jordan Strauss/AP

Ciudad de México, 20 de febrero (SinEmbargo).- Una nota, como usted puede ver, escrita con un fervor antiperiodístico; esa falta de distancia que nunca se aconseja en las academias ni en las escuelas del oficio, pero que en este caso tiende a destacar la prodigiosa labor de un actor inigualable.

Es probable que el próximo 28 de febrero, Leonardo DiCaprio –otra vez- no gane el Oscar. Lo merecía por Django unchained como actor secundario y el que diga que no hizo méritos suficientes en la impresionante El gran Gatsby, la incomprendida película de Baz Luhrmann, falta a la verdad.

Nos ponemos un poco fanáticos cuando del actor nacido en California hace 41 años se trata. Al parecer, que nunca haya ganado la estatuilla no sólo obedece a los prejuicios que tiene Hollywood frente a las figuras demasiado guapas como Leo, sino al carácter insoportable del que hace gala el actor en los sets de rodaje.

Tanto así que corren rumores de que Jamie Foxx y Quentin Tarantino querían conspirar para asesinarlo durante la filmación de Django Unchained y el propio Jamie llegó a decir públicamente que “hay algunos chicos caprichosos que se creen lo más porque han trabajado con Scorsese”; pero es cierto, no cualquiera puede trabajar tanto y bien con el excelso Martin.

DiCaprio dio vida en 2015 a Jordan Belfort, un broker de Wall Street cuyas operaciones fraudulentas dejaron en la ruina a mucha gente y que le otorgó su cuarta postulación al Oscar. No, no lo ganó.

Amante de la ecología y militante comprometido y fervoroso por el medioambiente, nació el 9 de noviembre de 1974 y, además de ser llamado por ello “la estrella verde de Hollywood”, se trata sin duda de uno de los intérpretes más amados por los cinéfilos de todo porte en el mundo.

Hizo de malvado, de tonto, de galán romántico, de neurótico obsesivo y de pobre muchacho lastimado al lado de un como siempre impresionante Daniel Day-Lewis en Gangs of New York, un filme de Martin Scorsese injustamente maltratado por la crítica.

Su corazón despechado lloró por la traición y el olvido de su presunta amada en The Great Gatsby y pocos astros como él pueden presumir de una vocación realmente genuina por la actuación, un bichito que se le despertó cuando apenas tenía 15 años de edad y vivía en la zona más pobre de Los Ángeles.

Tenía apenas 18 primaveras cuando Robert de Niro lo eligió en 1992 de entre un grupo de jóvenes candidatos para el drama familiar This Boy’s Life y fue el propio “Bob” quien lo recomendó ante Scorsese, dando impulso a una relación profesional que ya va por cinco películas que han unido en forma extraordinaria a cineasta y su actor fetiche.

Trabajó a las órdenes de Clint Eastwood entregando una interpretación pura del inescrupuloso y temido jefe del FBI J. Edgar Hoover en el filme J.Edgar y ahora parece que finalmente se llevará la estatuilla a casa por su impresionante trabajo en The Revenant.

Alguien podrá decir que frente a las denuncias del Papa Francisco en el sentido de que estamos a la puerta de una Tercera Guerra Mundial, ninguna importancia tiene que un actor de Hollywood gane o no un premio significativo.

Sin embargo, los claroscuros de la vida han convertido en un clamor el deseo de muchos amantes de las películas –somos de ese barrio- de que Leo gane el Oscar.

Tanto así que en España, muchos cinéfilos han prometido llenar la Plaza Colón en Madrid para festejar si le dan el galardón a nuestro muchacho.

Que ha hecho méritos, no hay quien lo niegue.

Filmar en condiciones extremas, a las órdenes de un director con fama de ultra-exigente como el mexicano Alejandro González Iñárritu, pero –sobre todo- la gran cantidad de películas que contó con su talento extraordinario nos permiten refrendar el título de esta nota.

Si Leonardo DiCaprio no gana el Oscar, igual ganará el Oscar, porque así lo ha decidido su gran masa de seguidores en todo el mundo.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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