El Fondo Mexicano del Petróleo, creado como parte de la Reforma Energética para recibir, administrar y distribuir los ingresos derivados de las asignaciones y contratos de exploración y extracción de hidrocarburos, se ha quedado corto con los ingresos estimados para 2015 y en 2016, afirman especialistas del CIEP. Apenas ha conseguido la mitad de su meta en cada uno de estos años: 99 por ciento de sus ingresos provienen aún de Pemex, mientras que menos de 1 por ciento son los recursos generados por los contratos asignados a las empresas privadas.
Ciudad de México, 19 de diciembre (SinEmbargo).– Presentada como un medio para que el Estado mexicano obtuviera mejores ingresos de la exploración y extracción de hidrocarburos, la Reforma Energética se ha quedado “corta” en esta meta.
De acuerdo con Alejandro Limón, analista del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo (FMP) creado por el nuevo marco constitucional obtuvo en 2015 solamente el 53.5 por ciento de los ingresos previstos para ese año.
Y a septiembre pasado, agrega, el nivel de recaudación se encontraba en un 49 por ciento de la meta, lo cual son tres meses de rezago en la obtención del objetivo.
“La variable principal fueron los bajos precios del petróleo, que obviamente influyeron en la mezcla mexicana, que fueron mucho más bajos”, dice Limón en entrevista.
Otro elemento, sin embargo, agrega, es el probable “abaratamiento” de las regalías para el Estado mexicano solicitadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en las diferentes licitaciones de la Ronda Uno.
“Se combinó con los mecanismos para poder recibir los ingresos de parte de los contratistas, que quizá no fueron los óptimos; fueron bajos”, explica.
El Fondo Mexicano del Petróleo, creado como parte de la Reforma Energética, recibe, administra y distribuye los ingresos derivados de las asignaciones y contratos de exploración y extracción de hidrocarburos.
También administra los aspectos financieros de dichos contratos; es decir, aquellos relacionados con el cálculo y pago de las contraprestaciones para el Estado y los contratistas. Con estas tareas este fideicomiso tiene el objetivo de contribuir “a la estabilización y el desarrollo de la Nación, en beneficio de todos los mexicanos”, dice su página oficial en la Internet.
El Fondo Mexicano del Petróleo, además, es un fideicomiso que administra el Banco de México (Banxico) como Fiduciario y en el que la Secretaría de Hacienda es el Fideicomitente.
LICITACIONES Y RESULTADOS
En un boletín publicado la semana pasada, el CIEP muestra que, por ejemplo, en la segunda licitación de la Ronda Uno, “el promedio de la participación fijada por el Estado para las tres áreas que se asignaron fue de 34.8 por ciento, mientras que el promedio de participación ofertada por las empresas fue de 75.9 por ciento”.
En promedio, agrega el análisis, las empresas contratistas que participaron en las cuatro licitaciones de la Ronda Uno ofrecieron 7.5 veces más los valores mínimos requeridos por la Secretaría de Hacienda.
“Quizá se está subvaluando”, dice Limón. “El hecho de que se tengan sobre-ofertas superiores 7.5 en promedio, tanto de la licitación uno, dos tres y cuatro, habla o de mucho interés por estos campos, o de que quizá fueron bajas las tasas que pedían”, agrega.
Lo cierto es que, al tercer trimestre del año, dice, el Fondo Mexicano del Petróleo había recaudado lo que correspondería al primer semestre.
Y si bien esta proporción de recaudación es superior a la del mismo periodo el año pasado, en millones de pesos es incluso inferior debido, dice Limón, a que el fondo ajustó sus metas de obtención para 2016 precisamente por la caída en los precios de petróleo y en la producción de Pemex.
En millones de pesos: 398 mil 805 millones de los 745 mil 99 previstos para 2015 y, a septiembre pasado, 238 mil 256 de los 485 mil 536 millones de pesos previstos para 2016.
“Creo que es la forma más directa de evaluar a la Reforma Energética”, dice Limón. “Finalmente, es lo que la refleja: los ingresos que pueda generar y, en 2015 y en lo que va de 2016, nos hemos quedado cortos. No sabemos qué pasará en 2017; pero, al día de hoy, sí nos hemos quedado cortos” agrega.
Peor aún, explica, la mayoría de esos ingresos captados por el Fondo, o hasta un 99 por ciento, son todavía ingresos pagados como derechos de la empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex), mientras que el resto, menos de un uno por ciento, son los recursos generados por los contratos asignados a las empresas privadas.
“Es un dato preocupante, porque uno de los objetivos principales de la Reforma Energética era justamente este: no solamente que las empresas pudieran venir a apoyar con tecnología y demás, sino por los ingresos que pudieran dejar”, dice.
“Y se ve con estadísticas publicadas por el mismo Fondo que, al día de hoy, se ha recibido un uno por ciento”, agrega.
Pemex, que este 2016 ha generado también menos ingresos por la caída en los precios internacionales del petróleo y en la producción, fue la única participante de la Ronda Uno en la primera parte de 2015.
Pero a partir del inicio de la Primera Ronda, en septiembre de ese año, se incorporaron las empresas privadas a las subastas. Aun así, sin embargo, dice Limón, lo que han generado es una parte mínima del Fondo.
“Es muy bajo todavía el monto. Y en octubre de este año, hace un par de meses, el Fondo Mexicano publicó un documento con estimaciones para 2017, y de igual manera traen un 99 por ciento de ingresos que vienen de pagos de Pemex”, agrega.
El pasado 5 de diciembre, el Gobierno mexicano –a través de la Comisión Nacional de Hidrocarburos– asignó a la empresa australiana BHP Belliton el contrato para participar como socia de Pemex en la explotación del bloque de Trion, el primero ubicado en aguas profundas del Golfo de México en ser licitado en el marco de la Reforma.
“La empresa BHP Billiton resultó ganadora de la licitación del bloque Trion al ofertar una regalía adicional de cuatro por ciento por arriba de la regalía base 7.5 por ciento”, informó Pemex ese día.
“Esto suma 11.5 por ciento, con lo que se garantiza que el Estado Mexicano capture el valor de la renta petrolera. Asimismo, ofreció una aportación por arriba de la mínima de 624 millones de dólares. Este monto es la inversión que el socio va a realizar en el proyecto, lo que le permitirá a Pemex no destinar recursos en cerca de 4 años”, agregó la empresa estatal.
De ese monto adicional para inversión, explica Limón, 62.4 millones de dólares se fueron al Fondo.
“Se decía que el otro ganador era el Fondo Mexicano del Petróleo; sin embargo, es muy importante traducir eso a porcentaje, y esto es sólo un porcentaje de lo que ha recabado el Fondo”, dice.
“La licitación, en cuanto a recursos iniciales significa poco para el Fondo Mexicano del Petróleo”, agrega.
El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo fue creado por la Reforma Constitucional del 20 de diciembre de 2013, recuerda Limón, con el fin de equilibrar las finanzas nacionales ante factores externos, como la caída en los precios de los hidrocarburos.
La meta, de acuerdo con el diseño del Fondo, es que cada año capte recursos por al menos el 4.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, insiste Limón, en sus primero dos años de funcionamiento, no se ha logrado el propósito.
“Sí pone en tela de juicio qué tan baratos estaban los contratos”, dice. “Al final, el objetivo del Fondo Mexicano del Petróleo es estabilizar los ingresos petroleros y tener una reserva que sirva para enfrentar caídas del petróleo”, dice.
“Sin embargo, está siendo inútil, porque no hemos recaudado esos recursos. Lo que tenemos en la agenda es ver eso: ¿cuánto necesitamos producir y a qué precio para alcanzar esas metas?”, agrega.