Ciudad de México, 18 de sep (sinembargo.mx) – En su Informe sobre Salud en las Américas 2012, develado en su 28 Conferencia Sanitaria, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alerta que México padece una virtual epidemia de obesidad debido a que un 71 por ciento de su población adulta sufre de exceso de peso corporal.
La OPS señaló que un 39 por ciento de la población adulta mexicana padece sobrepeso (índice de masa corporal de 25 a 29 kg/m2) y un 31.7 obesidad plena (índice superior a 30kg/m2).
“Considerada casi una epidemia en el país, la obesidad es un factor de riesgo que no solo conduce al desarrollo de patologías como diabetes y enfermedades vasculares, sino que además reduce la esperanza de vida y afecta la calidad de la vida”, sostuvo el estudio.
Del Informe no parece ser muy congruente con las cifras que, apenas la semana pasada, celebró el Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Apenas el pasado 14 de septiembre, el director del Instituto Nacional de Salud Pública, Mauricio Hernández, informó que en la capital del país disminuyó 20 por ciento el índice de sobrepeso y obesidad en niños de seis a 12 años de escuelas primarias públicas.
Estas cifras, que Marcelo Ebrard presumió en un evento público, dirían que la epidemia de obesidad sólo afecta a adultos, y que se ha revertido en los menores de edad.
Durante la presentación de Resultados del Censo Peso y Talla en escuelas primarias del Distrito Federal 2010-2011, el director del Instituto Nacional de Salud Pública precisó que actualmente al país le cuesta 54 mil millones de pesos atender los problemas de salud derivados de obesidad y sobrepeso y de no hacer nada para 2017, el costo será de 160 mil millones de pesos.
Además, reveló que este problema no es propio de México, sino que se trata de una epidemia que abarca a todo el mundo, siendo Estados Unidos la nación ocupa el primer lugar, seguido de nuestro país.
El Informe de la Organización Panamericana de la Salud señala que la esperanza de vida de los mexicanos es de 77.4 años en mujeres y 72.6 años en hombres, pero se reduce a 51 y 49 años respectivamente en los municipios más pobres del país, predominantemente indígenas, en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Veracruz, precisó.
Sostiene en ese sentido que el control de las enfermedades crónicas no transmisibles es considerado el principal problema de salud pública de México, en particular la diabetes sacarina.
Actualmente 14 por ciento de la población adulta de México sufre esa variante de la diabetes, que fue causante de 78 mil 121 muertes sólo en el año 2009 y continúa siendo la principal causa específica de muerte entre la población en general.
La OPS hace notar que el tabaco es responsable de unas 60 mil muertes –toda vez que 14 millones de mexicanos de entre 12 y 65 años fuman— y el consumo de alcohol es la principal causa de muerte en jóvenes y la cuarta en la población general.
El informe advierte asimismo que la tuberculosis representa una prioridad de salud pública con el surgimiento de 18 mil 850 nuevos casos en 2010 y dos mil 222 defunciones en 2009.
En el caso del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), un 59 por ciento de las personas que vivían con él no lo sabía y 14 por ciento había sido diagnosticado como portador, pero se encontraba aún sin tratamiento.
La OPS destaca que México presenta buenos resultados en cobertura de vacunación contra el sarampión, así como en prevalencia de bajo peso en menores de 5 años, en promedio de consultas prenatales en instituciones públicas y en tratamientos por malaria.
El informe resalta que han mejorado asimismo indicadores como la mortalidad infantil, en mortalidad en menores de 5 años, partos atendidos por personal calificado, prevención y control del dengue y mortalidad por tuberculosis en todas sus formas.
Pero también alerta que la mortalidad materna constituye un importante desafío. Entre 2006 y 2008 registró 12.3 por ciento de aumento en los 40 municipios con menor índice de desarrollo humano.
La OPS señala que uno de los más importantes problemas que enfrenta México es la integración funcional del sistema sanitario de salud, toda vez que existe una heterogénea normativa de las instituciones de Salud y de sus reglas de operación.
“La segmentación del sistema nacional de salud genera diferencias en las condiciones de acceso de la población a los servicios de atención y le resta costo-eficiencia”, señala el informe.
“En este contexto, se plantea el desafío de armonizar la provisión de servicios entre las diferentes entidades alrededor de las secretarías de salud estatales, con los organismos públicos descentralizados y los actores de la seguridad social”, añade.
La OPS advierte que no existe una política de recursos humanos en salud ni un plan regulador que oriente la formación de profesionales según las necesidades prioritarias del sector.
Entre los desafíos pendientes, la OPS destacó la necesidad de valorar a los médicos de familia, las enfermeras y el equipo de salud en su conjunto, así como la reducción de la mortalidad materna, la prevención y el control de enfermedades crónicas no transmisibles.