Ciudad de México, 19 de junio (SinEmbargo).- Los detalles y particularidades del mundo de la moda no son para todos, definitivamente. Sin embargo (oh, gran paradoja), todos tenemos que recurrir a ella, de algún modo u otro, tarde o temprano. No obstante, estar al tanto de tendencias o, simplemente, saber qué prendas son las apropiadas para determinada situación suele tornarse en algo complicado para algunos. Para ellos un software especializado puede ser la salvación.
Ahora, a la par de expertos en imagen, las computadoras también van a ser críticos de cómo nos vemos. Los algoritmos entran así en el mundo de la moda.
“No todo el mundo tiene acceso a un experto”, dice Raquel Urtasun, científica computacional en la Universidad de Toronto, que desarrolló, con colegas en España, el software capaz de orientar a todos aquellos que busquen un atuendo apropiado.
Por su parte, el nuevo software juzga los atuendos a partir de una fotografía y ofrece consejos para que aquellos que pregunten por ello se vean aún más elegantes, publicó New Scientist.
“Puedes imaginar esto siendo utilizado para fotos de estilo, para sitios de citas y perfiles de Facebook”, agrega Urtasun.
La moda es tan difícil de dominar para las máquinas como lo es para nosotros, si no es que más, en gran parte porque es muy subjetiva. Lo que es popular ahora puede llegar a ser cosa del pasado en pocos meses y lo que funciona bien en una cultura o entorno particular podría ser salvajemente inapropiado en otra. Por otra parte, se agregan otras variantes complejas. Así, pensar en ropa de noche, de temporada y para la oficina, por ejemplo, son otros factores que se agregan a la fórmula. De modo que, antes que una computadora funcione con cualquiera de estos datos, tiene que ser capaz de identificar correctamente cada prenda de vestir que una persona lleve puesta.
Para enseñarle sobre moda al nuevo software, el equipo de Urtasun le mostró miles de fotografías de Chictopia, un popular sitio web especializado en moda. El modelo fue muy básico: mientras más votos a favor tuviera determinada pieza, era calificada como más “a la moda” por el programa.
Además el algoritmo no sólo se limita a las meras prendas. Así, se vale de otra información como la ubicación geográfica del usuario, la fecha en la que fue puesta en la red, el fondo de la imagen y descripciones escritas de la ropa misma.
El software resultante utiliza esta información para categorizar los atuendos y hacer sugerencias basadas en lo que ha sido exitoso para otros en situaciones similares, como agregar botas negras o probar una prenda en colores pastel, por ejemplo. El equipo, por su parte, perfecciona aún más los resultados, mostrándole al programa una gama más diversa de fotos de otras fuentes.
El trabajo fue presentado en la conferencia Computer Vision and Pattern Recognition en Boston, Massachusetts, a principios de este mes. Mientras tanto, su equipo planea mejorar el software para que pueda automatizar el trabajo de un experto en moda humano.
No obstante, frente a todo este entusiasmo, también hay que mantiene cierto recelo. Tal es el caso de Alexandra Greenawalt, una consultora de moda de Nueva York quien se pronuncia escéptica sobre las computadoras metiéndose a la fuerza a su campo laboral. “Verse bien es algo más que últimas tendencias”, dice.
Greenawalt asegura que cuando viste a clientes, ella considera un amplio rango de factores como la edad, oficio y forma del cuerpo, por lo que señala que un algoritmo efectivo debería tomar en cuenta esos datos también.
Sin embargo, siente curiosidad por ver esta tecnología desarrollándose. “Lo que sería interesante de ver es si puede predecir la moda antes de que ocurra”, dice. “Me imagino que a adolescentes y veinteañeros que quieren en gran medida estar a la moda les resultaría valioso”, agrega.