El papel de los padres de familia juega un rol importante; aquellos niños que expresan el interés de sus papás en sus estudios obtienen mejores resultados académicos.
Ciudad de México, 19 de abril (SinEmbargo).- El informe PISA, publicado en diciembre de 2016, revela las carencias de la educación mexicana y resalta el llamado bullying o acoso escolar como uno de los aspectos de más relevancia en las escuelas del país.
El informe elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) expone la realidad del bullying en México, que se muestra como uno de los países en los que ocurre con mayor frecuencia. Cabe decir que los resultados PISA no son alentadores, estudiantes mexicanos no lograron aprobar las áreas de ciencias, lectura y matemáticas, que son el total de asignaturas que conforman la prueba.
Los niños pueden expresar con mayor facilidad que son victimas de bullying en comparacion a las niñas, además deque aquellos que sufren acosos escolar tienen un promedio menor en materias de ciencias.
"Alrededor del 14 por ciento de los estudiantes en México que declaran haber sido víctimas de acoso frecuentemente, por el 5 por ciento de los estudiantes que no lo son, informaron que no están satisfechos con su vida", se lee en el estudio PISA.
El papel de los padres de familia juega un rol importante; aquellos niños que expresan el interés de sus papás en sus estudios obtienen mejores resultados académicos que aquellos que declaran no sentir que sus familiares se preocupen por su educación escolar.
La ansiedad en los alumnos supera la media dada por el OCDE, preocuparse por no sacar buenas calificaciones, no saber qué contestar en un examen y nervios por no saber resolver un ejercicio en clase son situaciones que influyen en su bienestar.
El estudio arroja otra realidad no menos importante, el 25 por ciento de los alumnos se siente marginado en la escuela (cuando la media de la OCDE es de 17 por ciento) y un 21 por ciento se siente solo; lo que demuestra que el entorno escolar no los hace sentirse seguros ni fisica ni psicológicamente.