Conflictos con civilizaciones alienígenas, rebeliones en las colonias planetarias, ejércitos que se movilizan para luchar al otro lado de la galaxia… La ciencia-ficción militar ha generado novelas de referencia para los amantes del género, y en multitud de ocasiones han dado lugar a grandes adaptaciones en otros formatos como el cine o el cómic.
Por Iván Giménez Chueca/CaninoMag
Ciudad de México, 19 de marzo (SinEmbargo/ElDiario.es).- Damos un repaso por las principales obras de referencia que tienen como marco un conflicto armado y/0 sus protagonistas tienen alguna relación con el mundo militar. Algunas de ellas utilizan esta ambientación para ensalzar los valores castrenses, mientras que otras son profundos alegatos antibelicistas, reflejando referentes reales como Vietnam o el colonialismo. Estas son las mejores guerras estelares:
HAMMER’S SLAMMERS (1979)
En realidad se trata de un conjunto de relatos cortos de David Drake. Se centran en las andanzas militares de una unidad de tanques compuesta por mercenarios y toma el nombre de su líder, el coronel Alois Hammer. La trama es un reflejo de la experiencia del propio autor en la guerra de Vietnam, en 1970, donde sirvió en el 11º regimiento acorazado de EU.
Gracias a esta experiencia bélica que se adivina en las páginas de Hammer’s Slammers, Drake también recurre a la inspiración en relatos mitológicos como la Odisea. Este trasfondo propicia que los personajes tengan erfil de duros combatientes que se van planteando algunos dilemas: sin llegar al antimilitarismo, tampoco son superhombres simplones. Sus personajes se sumergen en el gris.
El relato de Drake es valiente porque en los años setenta la ciencia-ficción militar estaba muy desprestigiada excepto si tenía una orientación antibelicista (como la obra de Haldeman). Tenía experiencia con relatos de terror juvenil, pero se arriesgó con una historia que resaltaba la vertiente más aventurera de la guerra. La apuestas le salió bien. Hammer’s Slammersfue un éxito. Tampoco es una exaltación de la vida militar al estilo de Robert A. Heinlein, no rehúye los horrores de la guerra. El autor aplica la máxima clásica de la ciencia ficción: utilizar un entorno futurista para hablar de cuestiones actuales.
La buena acogida de esta obra le permitió a Drake publicar varias secuelas ampliando el universo de este regimiento mercenario con seis novelas más:At Any Price (1985), Counting the Cost (1987), Rolling Hot (1989), The Warrior (1991), The Sharp End (1993) y Paying the Piper (2002). Han sido reeditadas en varias ediciones cambiando el orden de algunos relatos. La gran cantidad de historias de este regimiento mercenario también ha dado lugar al universo de ficción conocido como Hammerverso.
La popularidad de estas novelas también ha propiciado un wargame con figuras, también llamado Hammer’s Slammers. Y se ha convertido en un escenario de ambientación para el popular juego de rol Traveller (1977) considerado el decano de la ambientación de ciencia-ficción para este tipo de productos.
DORSAI! (O EL GENERAL GENÉTICO) (1960)
Esta novela de Gordon R. Dickson abre el ciclo Childe (que quedaría incompleto). Pese a publicarse en Estados Unidos a la vez que otro clásico de este género como Starship Troopers no es tan conocida, e incluso muchos la han considerado de menor calidad por su formato de historias cortas con el hilo conductor de las aventuras del protagonista. De todos modos en su momento sí que tuvo buena acogida, y compitió por el célebre Premio Hugo con la novela de Heinlein en 1960, aunque sería éste quien se llevaría el galardón.
Dickson crea un universo donde la humanidad se ha expandido por las estrellas y se ha dividido en varias unidades políticas. Los planetas se especializan en generar determinados tipos de profesiones, y Dorsai es famoso por sus mercenarios que sirven en los conflictos entre las culturas humanas. La guerra se rige por una serie de leyes particulares como no invadir planetas civilizados. El protagonista, Donal Graeme, es miembro de estos mercenarios y pronto se mostrará como un líder capaz gracias a su astucia, e irá progresando en el escalafón militar. Un hecho que tendrá su reflejo en el título de cada capítulo, que corresponde a un grado del escalafón de los mercenarios.
La citada estructura de capítulos cortos y el estilo de Dickson facilitan la lectura y hacen que la obra tenga cierto aire pulp. Esta agilidad en su ritmo le ha valido la consideración de obra menor. También se le ha acusado de misoginia por el poco peso de los personajes femeninos. Pese a estos inconvenientes y críticas, se ha mantenido como un referente de la ciencia-ficción militar.
Otra muestra de la popularidad que tuvo en su momento fue la continuidad en Nigromante (1963), Soldado, no preguntes (1967), Las tácticas del error(1971), La enciclopedia final (1984) y otros relatos secundarios recogidos en El espíritu de dorsai (1979) y El dorsai perdido (1980). Con todo, Gordon R. Dickson dejó el ciclo incompleto con su muerte en 2001.
LA VIEJA GUARDIA (2005)
John Scalzi presenta una obra original. Normalmente, las obras de este género hablan de cómo un personaje, normalmente muy joven, encara la vida militar para madurar, convertirse en un gran líder, o simplemente sobrevivir. Aquí quien decide incorporarse a la carrera castrense son ancianos que quieren dejar atrás su vida en la Tierra. La novela estuvo nominada al Premio Hugo en 2006, que finalmente ganó Spin (2006) de Robert Charles Wilson. En cualquier caso, La vieja guardia está considerada como una de las mejores novelas de ciencia-ficción de la primera década de este siglo, ya que se atreve a romper con algunos clichés del género y no deja de lado cuestiones científicas. Scalzi ha reconocido en numerosas ocasiones que Robert A. Heinlein es una clara influencia en su obra, en especial con la creación de personajes.
Está narrada en primera persona, desde el punto de vista del soldado John Perry, que llega a ser capitán. Si en otras novelas el conflicto se centra con una sola raza alienígena, aquí hay una variedad de civilizaciones que compiten por los planetas habitados en la galaxia. Las tropas humanas están mejoradas genéticamente y con nanotecnología. Como se ha comentado, el protagonista no es un joven que descubre los rigores de la vida militar, sino un antiguo publicista de 75 años que se presenta voluntario en las Fuerzas de Defensa Coloniales. Vivirá sus últimos años combatiendo, cambiando la solitaria vida de anciano en la Tierra por la dureza del frente. La ingeniería genética le dota de un nuevo cuerpo a partir de su ADN.
La novela destaca por su ritmo ágil, al servicio de la acción, en el contexto de continuas batallas contra las diversas razas alienígenas, pero sin descuidar cuestiones más existenciales como el amor, qué nos convierte en humanos o hasta dónde se debe alargar la vida humana. El final prepara al lector para las siguientes entregas de la saga: Las brigadas fantasmas(2006), La colonia perdida (2007), La historia de Zöe (2008), The Human Division (2012) y The End of All Things (2015).
LA PAJA EN EL OJO DE DIOS (1974)
El atractivo de esta obra está en su manera de tratar el primer contacto de la humanidad con una raza alienígena, un tema muy habitual en la ciencia-ficción. Está escrita a cuatro manos por Larry Niven y Jerry Pournelle, dando lugar a uno de los primeros bestsellers del género, pero sin descuidar la importante base científica que ha caracterizado a otros trabajos de ambos autores. Aunque La paja en el ojo de Dios no consiguió ningún premio, ese año estuvo nominada para los Premios Hugo, Nebula y Locus, los referentes del género. Finalmente, quien se llevó el gato al agua fue otra gran obra como es Los desposeídos (1983) de Ursula K. Le Guin.
La trama se centra a inicios del cuarto milenio: el Segundo Imperio de la Humanidad detecta una nave de una especie alienígena de inferior desarrollo tecnológico. Se envía una expedición dirigida por militares para conocer a la nueva raza, denominada pajeños (traducción demoties), cuyas costumbres y organización social desconcierta a los humanos. El conflicto entre humanos y pajeños acaba estallando, pero no debido a que unos sean malos y otros buenos, como suele suceder en la ciencia-ficción, con una especie con intenciones predatorias sobre la otra. La lucha llega por las dificultades de comprensión entre ambas civilizaciones. De hecho, la acción se sitúa en el denominado universo deCoDominium, creado por Pournelle y donde ha ambientado varias de sus otras obras.
Niven y Pournelle no han tratado de imaginar un futuro muy distinto al nuestro. El Segundo Imperio Humano es una sociedad muy similar a la contemporánea, y con un toque conservador atribuido a Pournelle, de quien se dijo que estaba más a la derecha que Genghis Khan.
BILL, HÉROES GALÁCTICO (1970)
Aunque estemos con historias ambientadas en la guerra, también encontramos relatos como éste con una buena dosis de humor. Harry Harrison se atrevió con esta parodia del género, que según algunos especialistas en ciencia-ficción como Miquel Barceló, satirizaba directame a la célebre Starship Troopers de Heinlein. En cualquier caso es una crítica al militarismo. La novela cumple el tópico de ser hija de su tiempo, ya que se publicó en Estados Unidos en 1965 en una época en que comenzaba la contestación social contra el conflicto en Vietnam.
Un campesino es reclutado obligatoriamente por un imperio decadente y corrupto. Tras pasar por un entrenamiento con el implacable sargento Pulsión Mortal, deberá enfrentarse a la guerra contra los Chingers, una especie de pequeños reptiles. Se convierte en héroe condecorado en una batalla que va mal para los humanos, pero por unos absurdos del destino pasa a ser considerado un desertor. A partir de aquí, el autor se sirve de la trama para mostrar su crítica contra los totalitarismos, tanto el comunista como el de Estados Unidos: no hay que perder de vista el contexto de la época. Esta contextualización tan necesaria es uno de los principales inconvenientes para el lector de hoy en día.
Aún así, la novela ha tenido su legión de seguidores, lo que propició que aparecieran secuelas mucho después de su publicación original. Entre 1989 y 1992 aparecieron seis novelas: En el planeta de los robots esclavos (1989),En el planeta de los cerebros embotellados (1993), En el planeta de los placeres insípidos (1993), En el planeta de los zombis vampiros (1993), En el planeta de los diez mil bares (1993) y ¡El final de la epopeya! (1994), muchos en colaboración con el también experto en ciencia-ficción humorística Robert Sheckley.
En 2014 se estrenó la adaptación al cine de la novela original, dirigida por el británico Alex Cox (Sid & Nancy, 1986). Como muchas obras de creadores de culto fue acogida con división de opiniones.
TROPAS DEL ESPACIO (STARSHIP TROOPERS) (1960)
La novela de Robert A. Heinlein es la más polémica de este listado y le valió su primer Premio Hugo en 1960. Sus lectores se dividen entre quienes la aman y la consideran un clásico imprescindible de la ciencia ficción, y quienes la odian porque ven una defensa del militarismo, o incluso, una apología del fascismo. Heinlein dibuja una sociedad humana en guerra contra las “chinches”, una raza alienígena de seres con apariencia arácnida. Para conseguir los derechos que otorga la plena ciudadanía, tanto hombres como mujeres deben servir en el ejército (o prestar algún servicio a la comunidad, en el caso de los menos aptos). Heinlein decidió escribir esta novela cuando en Estados Unidos aparecieron algunas voces que defendían la suspensión de las pruebas nucleares. De hecho, dejó de escribir Forastero en tierra extraña para continuar con esta obra.
La ideología de Heinlein es compleja. Si bien es cierto que muchos pasajes de Starship Troopers transmiten posturas militaristas, en especial las opiniones del profesor Dubois, los defensores del autor dicen que en realidad trataba de abrir un debate en el contexto de la Guerra Fría sobre la relación entre ejército y sociedad. Sin embargo, en otra de sus grandes novelas, la citada Forastero en tierra extraña (1961), el autor fue catalogado de progresista por algunos de los postulados que aparecen en sus páginas, como la libertad sexual.
En 1997 Paul Verhoeven firmó una adaptación cinematografica. El film también despertó opiniones encontradas. Por un lado, sus detractores vieron una estúpida historia de adolescentes con tintes de acción espacial, mientras que sus defensores detectaron un giro a las pretendidas intenciones de Heinlein con una excelente sátira antimilitarista.
Los lectores de la novela también habrán detectado una clara influencia enAliens: el regreso (1986): James Cameron reconoció que se inspiró en la infantería móvil (el principal cuerpo militar en la novela) para crear a los marines coloniales. Incluso a los actores que iban a interpretar a esos soldados se les hizo leer la novela.
LA GUERRA INTERMINABLE (1978)
Esta obra de Joe Haldeman se ha presentado como el contrapunto a Tropas del espacio de Heinlein. El autor es un veterano de Vietnam que traslada su experiencia allí a las páginas de su novela, mostrando el desarraigo de los soldados al combatir en un conflicto lejano a la sociedad que en teoría deben proteger. La novela fue todo un éxito en su momento de publicación, ya que consiguió los premios Hugo, Nebula y Locus. Pese a las comparativas ideológicas, Heinlein siempre mostró una gran admiración por la historia de Haldeman.
Al igual que en Starship Troopers, el argumento de La guerra interminable nos sitúa en un conflicto con una especie alienígena, los taurinos. Aquí los soldados son elegidos entre la población más inteligente y son entrenados duramente en el planetoide Caronte (antes de que se descubriera la luna de Plutón). El protagonista, William Mandella, no vive la instrucción como el paso a la madurez, y detesta la violencia. Solo aguanta en el ejército porque aún soporta menos volver a una sociedad que cada vez reconoce menos.
Este desarraigo social se debe a que los soldados viajan a velocidades cercanas a la de la luz para llegar a los planetas en el frente. Estos desplazamientos tienen efectos en la relatividad del tiempo: mientras ellos están de campaña unos pocos meses, en la Tierra han pasado años. Esto propicia que los militares se encuentren con grandes cambios cuando regresan a sus hogares. Heldeman también nos va presentando otros temas, como el inicio absurdo de algunos conflictos armados, los nuevos modelos sociales (la homosexualidad y la eugenesia como métodos para controlar el crecimiento de la población), o la absurdidad de la carrera de armamentos (ambos bandos acaban luchando con armas primitivas porque contrarrestan cualquier avance del enemigo).
El libro posee una excelente adaptación en novela gráfica de Marvano y Haldeman, y es otro de los proyectos que siempre suenan para ser llevados a la gran pantalla. Ridley Scott mostró su intención de tirar adelante el proyecto en 2010. Tras siete borradores de guión, Warner Bros ha asumido el proyecto con Channing Tatum como protagonista.
EL JUEGO DE ENDER (1985)
¿Hasta dónde puede llegar la Humanidad para ganar una guerra? Este sería el punto de partida de la trama de la obra icónica de Orson Scott Card. Tuvo su origen en un relato del mismo título publicado en la revista Analog en 1977 y le valió el premio de autor más prometedor del año. En formato de novela obtuvo los Premios Hugo y el Nebula. También se centra en la dura formación castrense de un joven, en este caso un niño de seis años, con las implicaciones morales que supone enviar a la guerra a menores de edad. Se diferencia de Starship Troopers y La guerra interminable en que se centra en la preparación de un futuro líder militar, y no tanto en la evolución de un soldado raso.
El universo que se presenta al lector muestra a la Tierra que se prepara para una nueva guerra contra los insectores. Esta especie alienígena había intentado invadir nuestro planeta en el pasado, pero fueron rechazados gracias al heroísmo de Mazer Rackham. Ahora hace falta buscar a un nuevo líder, y los niños son monitorizados para detectar aptitudes de grandes líderes militares. Card plantea una historia con un fuerte componente psicológico: el conflicto interno de Ender para ser un alto mando es realmente complejo. Uno de los principales ejes de la novela son las reflexiones sobre el liderazgo. De igual manera, las escenas de los combates están narradas con gran maestría y ayudan al lector a hacerse una imagen muy clara de lo que sucede.
Como otras obras de este listado, también ha recibido críticas, reforzadas por las polémicas opiniones de Card en contra de la homosexualidad y otros temas. Concretamente ha sido acusado de apología de la violencia por algunos pasajes en la Escuela de Batalla, y de defender el uso de menores en conflictos.
La novela ha tenido una muy discutida adaptación al cine en 2013 con Asa Butterfield en el papel de Ender y Harrison Ford en el de coronel Graff (uno de los personajes que más pierde con el traslado de las páginas a la pantalla). En el mundo del cómic, Marvel se encargó de la traslación a las viñetas, con mejor acogida.
LA GUERRA DE LOS MUNDOS (1898)
H. G. Wells es uno de los padres de la ciencia ficción, y esta novela es la que ha marcado el camino a todas las invasiones alienígenas a las que ha tenido que enfrentarse la humanidad. Obras como Los viajes de Gulliver (1726) de Jonathan Swift, Micromégas (1752) de Voltaire y The Germ Growers (1892) de Robert Potter ya habían tratado de la presencia de extraterrestes en la Tierra; pero La guerra de los mundos fue un gran éxito desde su publicación. Además, la obra es una evolución del género denominado literatura de invasión, que hablaba de una posible agresión de Francia o Alemania sobre Gran Bretaña. Alcanzó una amplia popularidad en el mundo anglosajón entre 1870 y 1914, en cuyo período se publicaron más de cuatrocientos títulos del subgénero. En su momento, La guerra de los mundos se clasificó como romance científico.
El argumento es de sobra conocido: los marcianos lanzan una invasión total y la humanidad se ve impotente para detenerlos. En esta novela el protagonista no es un militar, sino un escritor de artículos de ciencia especulativa (nunca menciona su nombre y se ha interpretado como un alter ego del propio Wells). Pese a ser un civil, da detalles al lector de la marcha de la guerra. Los alienígenas parecen invencibles con sus trípodes de guerra (aunque no tan invulnerables como en las versiones cinematográficas) que disparan rayos calóricos y emiten un letal humo negro. Esta superioridad militar se interpretó como una critica de Wells al colonialismo, en especial el británico, y aún más concretamente al caso del exterminio de nativos en Tasmania, al que menciona específicamente en las primeras páginas.
Wells también muestra temas científicos que estaban muy de moda a finales del siglo XIX. Por un lado, el interés por Marte, consecuencia de los trabajos de Giovanni Schiaparelli y Percival Lowel. A todo ello se suma el debate sobre el Darwinismo.
La guerra de los mundos ha inspirado adaptaciones en diversos medios. La más célebre es la retransmisión de radio que hizo Orson Welles en 1938. Luego tenemos las dos películas. La primera de 1953, reconocida también como clásico del género. La segunda de 2005 fue obra de Steven Spielberg y no fue tan celebrada por la crítica, aunque recupera algunos elementos de la novela como los trípodes marcianos y la dieta vampírica de los alienígenas. También ha disfrutado de un musical y el mockumentary The Great Martian War (2013)
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