Ciudad de México, 19 de febrero (SinEmbargo).– Después de 20 años de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) “queda bastante claro que aunque a algunos multimillonarios les fue notablemente bien, el pueblo mexicano perdió. Debería haber más debate sobre qué fue lo que falló, especialmente a luz de la propuesta de un Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) que está diseñado en base al TLCAN”, plantea un informe publicado por el Centro de Investigación Económica y Política (CEPR).
La Organización No Gubernamental (ONG) con sede en Washington, DC, expone que “México hizo todo lo que Washington deseaba y supuestamente iba a ser el gran ganador del TLCAN”. Sin embargo, el rendimiento económico del país ha sido “desalentador” en comparación con el resto de la región.
“Claro, es posible que a México le hubiera ido aún peor sin el TLCAN, pero al examinar los datos es difícil ver cómo hubiera podido suceder eso”, expuso ayer Mark Weisbrot, codirector del CEPR y autor principal del informe titulado “¿Ayudó el TLCAN a México? Una evaluación después de 20 años”.
En el documento se asientan los resultados –con fuentes de datos oficiales– de una evaluación del progreso de México bajo el TLCAN. Éstos evidencian que el país ha tenido un crecimiento lento, salarios estancados y nada que mostrar en términos de reducción de la pobreza.
Por ejemplo, destaca, México ocupa el número 18, entre 20 países latinoamericanos, en términos del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) real por persona.
También menciona que el crecimiento del PIB por persona de México fue de apenas 18.6 por ciento durante los últimos 20 años, lo que representa alrededor de la mitad de la tasa de crecimiento alcanzada por el resto de Latinoamérica.
Otro dato que ofrece el reporte del CEPR es que, según las estadísticas nacionales mexicanas, la tasa de pobreza de México de 52.3 por ciento en 2012 es casi idéntica a la tasa de pobreza de 1994, justo cuando el entonces Presidente Carlos Salinas de Gortari signó el tratado con su homólogo George W. Bush, de Estados Unidos, y el primer ministro de Canadá, Brian Mulroney.
Además, en estas dos décadas, los salarios reales (ajustados por la inflación) al cierre de 2012 se mantuvieron a casi el mismo nivel que en 1994, aumentando 2.3 por ciento en 18 años y apenas por encima de los niveles registrados en 1980”, detalla el análisis realizado por el think tank estadounidense.
Actualmente, destaca, el desempleo en México es de 5 por ciento. En comparación, el desempleo promedio entre los años 1990–1994 fue de 3.1 por ciento y alcanzó un mínimo de 2.2 por ciento en 2000. “Estas cifras no sólo subestiman seriamente la verdadera falta de puestos de trabajo, sino que muestran un deterioro significativo en el mercado de trabajo durante los años del TLCAN”, destaca el estudio de Mark Weisbrot.
Además, resume, el TLCAN también tuvo “un severo impacto en el empleo del sector agrícola”, debido a que EU subsidia el maíz y otros productos, “acabando así con familias de agricultores en México”. Entre 1991 y 2007, hubo 4.9 millones de familias de agricultores mexicanos desplazados; mientras que el trabajo estacional en las industrias de agroexportación se incrementó en cerca de 3 millones. “Esto significó una pérdida neta de 1.9 millones de puestos de trabajo”, destaca.
“Notamos que si el TLCAN hubiese tenido éxito restableciendo la tasa de crecimiento de los años antes de 1980 –cuando las políticas económicas desarrollistas eran la norma–, México hoy sería un país de ingresos relativamente altos, con un ingreso por persona significativamente mayor que el de Portugal o Grecia. Es discutible que la reforma de la inmigración se hubiera convertido en una cuestión política en Estados Unidos si no hubiera sido por el pobre desempeño de la economía mexicana durante los años del TLCAN”, expone.
El Centro para Investigación Económica y Política fue fundado en 1999 para promover el debate promover el debate democrático sobre los temas económicos y sociales más importantes que afectan el diario vivir de las personas, según se difunde en su sitio oficial de la Internet.
Fue cofundado por los economistas Dean Baker y Mark Weisbrot, y en su Consejo Asesor participan los economistas ganadores del Premio Nobel, Robert Solow y Joseph Stiglitz; además de Janet Gornick, profesora de la Escuela de Graduados de CUNY y directora del Estudio de Ingresos de Luxemburgo, y Richard Freeman, profesor de Economía en la Universidad de Harvard.