El cierre de la fábrica en el centro de Los Ángeles – donde por años un enorme cartel proclamaba “Legalize LA” (Legalicen a Los Ángeles) – dejó a miles de trabajadores a la deriva.
Por Jacqueline García
Ciudad de México, 19 de enero (SinEmbargo/LaOpinión).- Todo pasa de moda. Nadie sabe esto mejor que American Apparel, la empresa de costura y tienda de ropa que se popularizó a principios del siglo y que cerró sus puertas definitivamente esta semana, luego de enfrentar la bancarrota y tras ser vendida a dos compañías.
Significa el fin de un negocio que era visto como un ejemplo en el trato a sus empleados, una firma que también atraía atención mediática por sus controversiales espectaculares con modelos que mostraban sus atributos y la ropa que se fabricaba en el corazón de la ciudad.
El cierre de la fábrica en el centro de Los Ángeles – donde por años un enorme cartel proclamaba “Legalize LA” (Legalicen a Los Ángeles) – dejó a miles de trabajadores a la deriva.
Una de ellas es Miriam Lievano, de 39 años de edad, quien creía que regresar a su trabajo en American Apparel sería una distracción después de su trágico embarazo donde perdió a su bebé en el parto hace seis semanas.
Sin embargo, el lunes 16 de enero, su regreso fue todo menos una grata bienvenida puesto que en lugar de comenzar a trabajar fue dirigida “al primer piso” para recoger sus documentos. Ahí le notificaron que desde ese momento ya no era empleada de la empresa.
“Solo nos dijeron que firmáramos el papel y que devolviera [el gafete] de la compañía”, dijo Lievano, quien llevaba trabajando 10 años en American Apparel. Ella estaba en el turno matutino que era de las 6:00 a.m. a las 2:30 p.m. y estimó que en ese turno trabajaban más de 800 empleados.
Lievano dijo que una amiga le llamó el lunes por la mañana para que fuera a la compañía puesto que todavía no estaba claro si la iban a cerrar o la iban a mover a otro lugar. “Lo que sí me dijo mi amiga es que por los pasados días estuvieron trabajando bastante. Trabajaban los sábados y les daban mucha presión”, explicó Lievan, quien cree que esto era porque debían terminar el trabajo antes de que la compañía los descansara.
Lievano dijo que su carta de notificación explica que su seguro médico y el cobro de su pase del transporte público – dos beneficios que ofrecía la empresa a sus empleados -están vigentes hasta el 31 de enero.
DESPIDOS MASIVOS
Después de varios intentos fallidos por mantenerse en pie, American Apparel, la compañía de costura conocida por ser pionera en fabricar sus prendas en Estados Unidos se vio forzada a comenzar la reducción de trabajadores el lunes.
“[American Apparel] envió un aviso de advertencia meses atrás, avisando a los empleados que dependiendo del comprador de la compañía, la venta podría resultar en una reducción en algunas áreas”, dijo una portavoz de American Apparel quien pidió no publicar su nombre.
Las fábricas del centro de Los Ángeles y de South Gate son las más afectadas.
Aunque la portavoz no quiso especificar el número de afectados, reportes indican que hasta 2,400 trabajadores habrían perdido sus empleos.
American Apparel archivó su bancarrota bajo el Capítulo 11 en noviembre, ocho meses después de salir de su bancarrota anterior. La semana pasada la corte aprobó la venta de la compañía a dos empresas en un esfuerzo de salvar la marca.
El primer acuerdo es con Gildan Activewear, que adquirió la marca American Apparel por 88 millones de dólares. El segundo acuerdo fue con Broncs Inc., quienesplanean salvar más de 300 empleaos cuando tomen posesión de las instalaciones de la fábrica en Garden Grove.
Pese a que Gildan inicialmente había dicho que mantendría sus operaciones de fabricación en Los Ángeles, después dio marcha atrás a este plan. “Razón por la cual la compañía se ve obligada a iniciar reducciones en las instalaciones de la sede principal y de South Gate”, dijo la portavoz de American Apparel.
EL FUTURO DE MILES DE EMPLEADOS
Lievano dice que pese a la mala racha que ha enfrentado tanto en su vida personal como laboral, no le queda de otra más que “buscar otro trabajo”.
Sin embargo, ella acusa a al compañía de no haberle pagado su semana que queda de fondo cuando comienzan a trabajar los empleados. “Ellos me dieron mi último cheque [antes de tomar mi tiempo libre para el parto], pero no me dieron el cheque de fondo”, dijo, añadiendo que ahora no sabe dónde ir a preguntar.
“Ya solo hay securities [guardias de seguridad] en la entrada y como nos quitaron [los gafetes] no podemos entrar para preguntar nada”, dijo salvadoreña, madre de tres hijos.
Por el momento Lievano esta indecisa si debería o no pedir beneficios de desempleo ya que los empleados fueron “invitados” a una reunión el viernes por la mañana para ver cuáles son sus opciones.
“Mi amiga me dijo que ahí a lo mejor nos van a dar otras opciones de empleos”, dijoLievano.
Adicionalmente, la locación de La Mirada continuará activa por los próximos meses en apoyo a las tiendas minoristas, dijo la portavoz.
AYUDA
La portavoz de American Apparel no quiso especular sobre el futuro de los empleados, pero dijo que organizaciones privadas y públicas se han presentado para ofrecer ayuda.
Agregó han estado ofreciendo “un centro de recursos y mentoría profesional de alta calidad y una feria de trabajo a todos los empleados sin costo alguno para ellos” durante las últimas semanas. “Todos ellos todavía pueden aprovechar estos recursos esta semana”, explicó.
Mientras tanto organizaciones como el Centro de Trabajadores de Costura (GWC) dijeron que están elaborando un plan de acción para ayudar a los trabajadores.
“Gildan no ha decidido si va a mover sus trabajos a otros países y queremos enviarles un mensaje para demostrarles que [su acción] puede afectar a los trabajadores y a susfamilias”, dijo Mariela Martínez, organizadora con GWC. “La gente que compra la marca se sentiría mejor si saben que las prendas están siendo elaboradas en el país”, añadió.
Martínez dijo que pese a que no están seguros de los detalles de las cartas de despido, es necesario saber si los empleados fueron avisados con al menos tres meses de anticipación. “O si no se les tiene que pagar los próximos tres meses” para compensar el tiempo perdido, explicó.
DOV CHARNEY
Algunos empleados quizá hasta pudieran terminar trabajando para su antiguo jefe, Dov Charney, el carismático fundador de American Apparel, quien empezó vendiendo camisas con colores vibrantes hasta crear la multimillonaria compañía.
Charney fue separado de la empresa en 2014 luego de que empleados lo acusaron y lo demandaron por acoso sexual. En el último año intentó infructuosamente tomar control de la compañía, pero ahora planea empezar otro negocio al que llama that’s los Angeles by dov Charney.
En entrevista con La Opinión Charney dijo que aunque la nueva compañía estará lista en algunos meses, ya tiene contratados alrededor de 50 empleados afectados por los despidos de American Apparel.
“Tengo que comenzar desde cero, va a tomar meses o años para que vuelva a ser lo mismo que antes”, dijo Charney. “Pero tengo el apoyo de muchos de los ex empleados”, aseveró.
La empresa fabricará camisas para hombres y mujeres, y estará basada en Los Ángeles.