Alrededor de 5 mil personas viven desplazadas y en condiciones precarias en las montañas de Chiapas a raíz de una confrontación entre los municipios de Chalchiuatán y Chenalhó a causa de un conflicto territorial.
Como consecuencia, los habitantes se desplazaron a una zona montañosa conocida como Los Altos de Chiapas, donde se han establecido distintos campamentos improvisados con chabolas realizadas a partir de palos y cobijas, y expuestos a las inclemencias del tiempo.
A través de un comunicado, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas informó que una brigada se desplazó hasta el lugar del conflicto y constató que la precariedad y vulnerabilidad en las que viven los pobladores, que son en su mayoría mujeres, niños y personas de la tercera edad.
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Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– Organismos defensores de derechos humanos informaron que al menos once personas del municipio de Chalchihuitlán, Chiapas, desplazadas a causa de un conflicto territorial que mantienen con la comunidad de Chenalhó, han muerto en los últimos días a causa de las bajas temperaturas.
Los indígenas viven en la montaña. Los muertos son, en su mayoría, menores de edad, mujeres y ancianos, de acuerdo con las mismas organizaciones.
Aunque organismos internacionales y nacionales han llamado a los gobiernos a hacer algo por ellos, ni el de Manuel Velasco ni el del Presidente Enrique Peña Nieto se han pronunciado. Hace tres días, Christian Skoog, representante de Unicef en el país, dijo: “Es absolutamente inaceptable que hoy en día, en México, mueran niños de hambre y de frío”.
A través de un comunicado, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas informó que una brigada se desplazó hasta el lugar del conflicto y constató que la precariedad y vulnerabilidad en las que viven los pobladores, que son en su mayoría mujeres, niños y personas de la tercera edad.
“El frío es tremendo y la gente duerme debajo de plásticos que no los protegen, están muriendo de enfermedades que podrían evitarse”, denunció el colectivo.
Según información proporcionada por la brigada en los campamentos instalados en la sierra se vive con un miedo intenso pues en la noche se escuchan disparos de arma de fuego. Por este motivo, señalan, los grupos de desplazados permanecen durante el día en lugares públicos, pero en la noche prefieren dormir refugiándose en la montaña.
Hasta el pasado 15 de diciembre, 10 personas habían perdido la vida, en la lista está incluido Samuel Luna Girón, quien murió por arma de fuego en octubre, las 9 restantes ocurrieron durante el desplazamiento forzado como consecuencia de la violencia estructural que está viviendo la población, 4 adultos mayores, 1 mujer adulta, 3 menores (2 eran mujeres) y 1 muerte fetal.
Sin embargo, en las últimas horas se confirmó el fallecimiento de un joven de 18 años de edad llamado Raymundo Luna Pérez con quien la cifra aumentó a 11 decesos.
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Alrededor de 5 mil personas viven desplazadas y en condiciones precarias en las montañas de Chiapas a raíz de una confrontación entre los municipios de Chalchiuatán y Chenalhó derivada de una reforma agraria de hace 40 años, la cual, trazó una línea recta para establecer los límites territoriales de cada municipio, en lugar de respetar el recorrido natural del río que les separa.
La división conllevó un intercambio forzado de tierras entre ambos municipios lo que provocó un conflicto entre familias que se ha agudizado en las últimas semanas con ataques armados.
Como consecuencia, unos 5 mil habitantes se desplazaron a una zona montañosa conocida como Los Altos de Chiapas, donde se han establecido distintos campamentos improvisados con chabolas realizadas a partir de palos y cobijas, y expuestos a las inclemencias del tiempo.
Se estima que en los campamentos hay cientos de niños, mujeres embarazadas y ancianos quienes en su mayoría padecen algún tipo de enfermedad. Además, diversas organizaciones han denunciado que los desplazados no cuentan con comida y viven a la interperie soportando las inclemencias del clima.
Los campamentos de las montañas están distribuidas según las distintas comunidades indígenas y se componen de chabolas de pocos metros cuadrados donde, en algunos casos, llegan a dormir 8 familias con sus 22 niños.
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Sobre el desplazamiento, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indicó hoy en un comunicado que la protección de la infancia es un deber de todos los involucrados en el conflicto.
El organismo exhortó a la resolución pacífica del conflicto en Chenalhó y Chalchihuitán y a cumplir con el deber de velar por la integridad física y emocional de niñas, niños y adolescentes afectados.