El debate científico aún sigue abierto, y la pregunta sigue sin ser respondida: El uso continuo del celular, ¿provoca cáncer?.
Sin embargo, el Tribunal Supremo italiano ya lo dio por un hecho. En una sentencia histórica, dio estableció que un ex directivo que se pasaba seis horas al día con el celular pegado a la oreja tiene un tumor cerebral a causa de este aparato.
Los magistrados del Supremo determinaron que Innocente Marcolini ha sufrido un daño laboral.
Los jueces declararon que si ha desarrollado un tumor es precisamente por el uso desenfrenado que hizo del teléfono inalámbrico a causa de su trabajo, declarando de ese modo que la suya es una enfermedad laboral y que debe por tanto recibir una indemnización económica.
Esto parece marcar una ruta para que otros tribunales en el mundo adopten posiciones similares, y puede golpear profundamente a la industria de los celulares.
Los males de Marcolini comenzaron en 2002, cuando sufrió una semiparálisis facial. Los análisis médicos demostraron que tenía un tumor cerebral en el nervio trigemino izquierdo, próximo a la oreja a la que tenía todo el día pegado el móvil para así dejar libre la mano derecha y poder utilizarla para tomar apuntes. Fue operado en Suiza.
“No he emprendido esta lucha para obtener un resarcimiento económico, sino porque quería dejar claro que el uso de los teléfonos móviles comporta un riesgo que la gente debe saber”, dijo Marcolini al Corriere della Sera.
Desde 2011, la Agencia Internacional de Investigaciones contra el Cáncer ha incluido a los teléfonos móviles entre los posibles agentes cancerígenos, pero prácticamente todos los estudios a gran escala han resultado inconcluyentes hasta la fecha.
Sin embargo, numerosos científicos recomiendan que no duema jamás con el móvil debajo de la almohada (como hacen muchos adolescentes) y que se empleen auriculares para hablar a través de él.
