Desde la liberación de su precio, el gas LP ha incrementado en 17 por ciento en México. Para que los precios bajen se requiere de mayor competencia pero no la hay, ni tampoco la liberalización real por falta de infraestructura y transparencia: actualmente el mayor proveedor de la molécula de gas a los distribuidores, es Pemex; pero su falta de transparencia ahuyenta a los inversionistas, sostuvo Arturo Carranza, especialista en temas energéticos.
El analista sostiene que la reducción del costo del energético se podrá observar quizá a mediano o hasta a largo plazo. De momento, las familias comienzan a cambiar sus hábitos para consumir menos o de plano ya no hacerlo.
“Yo creo que uno de los errores que cometió el gobierno es, precisamente, haber prometido una baja de precios”, apuntó Miriam Grunstein Dickter, investigadora del Mexico Center Rice University.
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Ciudad de México, 18 de junio (SinEmbargo).- Mireya pagó poco más de 500 pesos por un tanque de 30 kilos de gas LP, tamaño que usualmente compra y mismo que hace un año le costaba cerca de 400 pesos. “Y eso que para ahorrar, de plano, ya dejamos de usar el boiler ”, explica.
A partir de 2017 se liberaron los precios del gas LP, es decir, que dejaron de ser controlados por autoridades mexicanas y están sujetos a partir del precio de referencia internacional y estacionalidad, además de que ya se reconocen los costos de logística y transporte.
Tras esta medida, los precios del gas LP se han encarecido en más de 17 por ciento en el país; en la región norte, el alza se acentúa en hasta 30 por ciento.
Esta liberación se presentó como parte de la Reforma Energética y se esperaba una disminución de costos ante las promesas del gobierno, pero no ocurrió así y el incremento acumulado no es lineal con el comportamiento del precio de referencia internacional: en el mismo periodo, los costos internacionales de gas LP bajaron 6.3 por ciento.
“Los distribuidores cargaron a los consumidores los aumentos que no se presentan en el mercado internacional”, explicó el Banco de México en su más reciente reporte trimestral.
Para mayo el precio promedio por kilogramo de gas LP se ubicó en 15.99, de acuerdo a las cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Los municipios que reportan un mayores costos del gas, de enero a abril, fueron: Tijuana, Baja California, 33 por ciento; Mexicali, Baja California, en 32. 8 por ciento: Monclova, Coahuila, 31, 4 por ciento; Torreón, Coahuila, en 26 por ciento; Ciudad Juárez, Chihuahua, con 25.1 por ciento; Tampico, Tamaulipas, con 25 por ciento; Jiménez, Chihuahua, con 22.8 por ciento; Huatabampo, Sonora, con 22.7 por ciento, Hermosillo, Sonora con 22. 4 por ciento y Matamoros, Tamaulipas, con 18.3 por ciento.
Mientras que Tlaxcala, Tabasco, Chiapas y en la Ciudad de México son los estados donde se presentaron los precios más bajos en el gas LP: 15.71, 15.82, 15.97 y 15.81 pesos por kilo de gas LP en cilindros, respectivamente.
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El 70 por ciento de los hogares mexicanos consumen gas LP, principalmente para cocinar y calentar el agua para bañarse. Algunas familias han cambiado sus rutinas para poder ahorrar ante la escalada de precios.
“En mayo dejé de comprar gas. Yo creo que compraré de nuevo cuando empiece el frío”, sostuvo Yanine, una joven de 28 años, soltera y que vive en un departamento de la ciudad de Chihuahua.
Dejar de consumir el gas durante el verano, cocinar en una parrilla eléctrica, y un horno eléctrico, son algunos de los cambios que hizo la joven que trata de consumir productos frescos o que se puedan servir “fríos”, según narró en un sondeo hecho por SinEmbargo.
“En agosto del año pasado el tanque (de 30 kilos) me costaba como 400 pesos; ahora anda en 500 o más”, añadió la joven.
Otras familias, como el caso de Olivia R. de Ciudad de Juárez, han tratado de ahorrar al cambiar sus calentadores de agua por otros de energías limpias pero el clima extremoso les ha dado unas malas jugadas.
“Yo intenté con el boiler solar, cayó una granizada de esas que nomás acá caen y se dañaron las celdas; mejor me compré un boiler de paso (sic)”, narró.
José Luis, otro ciudadano del norte del país, coincide en que para ahorrar deja de usar el calentador de agua en la temporada de verano: “No tiene caso”, arguyó.
NO HAY COMPETENCIA: AUTORIDADES
En el análisis sobre Evolución Reciente del Precio del Gas L.P. y Consideraciones sobre su Mercado, el Banco Central anotó que la falta de competencia en los estados es parte de las causas del aumento:
“La evidencia para las distintas entidades federativas del país muestra que en aquellos estados con un mayor número de empresas minoristas distribuidoras de gas L.P. tanto los precios como los incrementos acumulados durante 2017 han tendido a ser menores. Los resultados previos parecen sugerir que el mercado del gas L.P. en México inició su liberalización con niveles de competencia que difieren entre las entidades”.
El Banco Central relacionó la diferencia de precios en las regiones con el número de empresas distribuidoras: “resulta que las entidades que registraron alzas en el precio del gas L.P. por arriba del crecimiento promedio nacional son las que tienen un menor número de empresas distribuidoras. […] en algunas regiones con menos oferentes exista un mayor margen para incrementar los precios del gas L.P. al consumidor”
En las regiones donde los ensanchamientos son de al menos 23.3 por ciento, el número de empresas establecidas promedio fue de 12.6 compañías, mientras que las entidades que tienen un menor agrandamiento en sus precios(14.4 por ciento), su promedio de empresas distribuidoras es de 20 por estado, ejemplificó el Banco Central. “sería recomendable contar con un mayor número de empresas distribuidoras de este energético, en aquellas regiones donde más ha subido el precio, en beneficio de la competencia”, sugirió Banxico.
Arturo Carranza, especialista en temas energéticos del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), coincidió en que hay pocos distribuidores, aunque precisó que los precios no bajan porque Petróleos Mexicanos (Pemex) es el principal proveedor de este combustible para los grupos que lo distribuyen y lo comercializan.
“Los precios no han sido del todo liberalizados, porque hay un precio de venta de primera mano, ya que, el principal proveedor de la molécula de gas a los distribuidores es Pemex” explicó Carranza.
Se calcula en en México se consumen 710 mil toneladas mensuales de gas LP, de las cuales, 70 por ciento son de producción nacional y el resto importaciones, que hasta antes antes del año pasado sólo realizaba Pemex.
En el país hay permisos de importación de gas LP pero son insuficientes, es decir, que aunque hay otros proveedores que importan gas LP en pequeñas cantidades, son muy pocos, por lo que los distribuidores tienen muy pocas opciones, explicó el especialista.
“No es fácil porque es un mercado muy cerrado, está muy bien organizado pero son muy pocos los proveedores” detalló.
Explicó que una reducción podrá ser a mediano y largo plazo, pero que se necesita de mayor infraestructura y mayores competidores no sólo en la comercialización sino en proveedores de la molécula de gas.
FALTA DE TRANSPARENCIA AHUYENTA LA COMPETENCIA EN LA COMERCIALIZACION
El especialista Carranza sostuvo que hay poca competencia en la comercialización del gas por la falta de transparencia de Pemex no incentiva la participación en el mercado.
“Es complicado generar condiciones de plena competencia en esto del gas LP, porque hay grupos de gas LP que son muy fuertes y abatir su presencia es bastante complicado”, comentó el analista energético.
En México existen mil 200 plantas de almacenamiento de gas LP, que cuentan con un parque vehicular de 6 mil pipas y 18 mil vehículos repartidores de cilindros contenedores, de los cuales hay aproximadamente en circulación 21 millones con capacidad de 20, 30 y 50 litros.
Los grupos caseros Tomza, Nieto, Global Gas y Soni, son los que por años manejaban por lo menos 10 terminales terrestres y marítimas.
Los mercados, para que funcionen en plenitud necesitan contar con información oportuna, en este caso, -por ejemplo- requieren saber uánto cuesta la molécula del gas Lp, en cuánto se va a adquierir y en cuánto la vas a vender; sin embargo Pemex, aunque publica diariamente el precio de esta molécula, lo hace de forma privada, no pública, explicó.
Carranza detalló que la poca transparencia con la que funciona el sistema de mercados de gas LP favorece a los grupos dominantes de distribución, sobre todo de comercialización, y es así como “no fomentan la competencia”.
“Yo creo que para este mercado funcione óptimamente o al menos camine a un funcionamiento óptimo tiene que haber información transparente, sobre todo de Pemex, que es el principal proveedor, y la información que publica Pemex”, recomendó.
Por lo que el panorama para el especialista es que el precio se mantendrá sin mayores cambios en el transcurso del año.
“No se esperan variaciones muy importantes, porque te digo que Pemex como proveedor ofrece el precio de la molécula, o sea es una venta de primera mano y la utilidad que le sacan los distribuidores que la distribuyen y la comercializan no es muy grande; no se esperan fluctuaciones importante ni para arriba ni para abajo, son precios que funcionan relativamente estables aún cuando funciona por estacionalidad”, señaló.
VOLTEAR HACIA LAS ENERGÍAS LIMPIAS
Para Miriam Grunstein Dickter, investigadora del Mexico Center Rice University, y del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), el gobierno mexicano cometió el error de prometer una baja de precios con la Reforma Energética y la liberalización, porque lo que hace la liberalización es soltar los precios a las fluctuaciones del mercado y en México el mercado es inmaduro, según explicó.
“La liberalización de precios lo que hace soltar el precio a las fluctuaciones del mercado, pero no es Walmart, no podemos decir que habrá precios bajos. […]entonces, es estamos entre azul y buenas noches porque no tenemos un mercado maduro y también tenemos la presencia de un ente como Pemex, que está muy lastimado, no por la Reforma, sino por una administración insuficiente por mucho tiempo”, apuntó.
La investigadora del CIDE coincidió que falta infraestructura para la importación y hay poca participación de los actores en el mercado lo que hace que el gas LP sea caro; sin embargo, para Grunstein Dicket, lo recomendable es que el país caminara hacía el uso de gas natural y voltee a ver a las energías limpias con el objetivo de, en un futuro, dejar de utilizar lo mayor posible el gas LP, el cual “es artificial, pesado y peligroso”, calificó.
“El gas LP es un buen hidrocarburo pero para una transición a energías más limpias, es decir, primero podemos pasar de gas LP a gas natural y después irnos, incluso, a tecnologías más nuevas como energías limpias, o sea podemos jugar con gas natural y energías limpias […] hay países en los que ya no se usa el gas LP, en la gran mayoría de los países desarrollados el gas LP es ínfimamente consumido”.
El pasado 29 de mayo, el diputado federal Ulises Ramírez Núñez presentó una iniciativa de punto de acuerdo para que el Congreso solicite a la CRE y a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), que analicen el mercado de gas LP y, en caso de que se compruebe la inexistencia de condiciones de competencia efectiva, establezcan la regulación de precios máximos.
El legislador destacó que la falta de competencia en este mercado ha provocado subidas “exorbitantes de hasta 39 por ciento respecto a los precios de diciembre pasado”, de acuerdo con sus palabras citadas en un comunicado
“No podemos mostrar indiferencia a los reclamos de la sociedad ante los precios del gas LP, debemos ser conscientes de que estos aumentos están afectando a más del 70 por ciento de la población”, sostuvo el congresista quien destacó que este mercado no muestra la madurez suficiente que permita suponer que existen condiciones reales de competencia.
“Por ello, es vital la intervención del máximo órgano en materia de competencia económica para que analice este mercado y genere una opinión en la que se precisen recomendaciones que deriven en mejores precios para la sociedad”, exigió.