Ciudad de México, 18 de mayo (SinEmbargo).–La exhibición y denuncia de actos ilegales de algunos políticos y su familia por medio de las redes sociales indican que “algo positivo está sucediendo en México”, dijo el semanario The Economist en su portada de sitio web.
De acuerdo con la publicación, la utilidad de la red social Twitter es más frecuente en México que en los Estados Unidos y gracias a esto un sinnúmero de mexicanos se enteran y muestran su descontento por el derecho del que gozan algunas partes de la clase politica del país.
“Quienes tienen la posibilidad de adquirir iPhones, cámaras y dispositivos de grabación —que probablemente también viven mucho mejor que la mayoría de los mexicanos— están pidiendo cuentas a los políticos y a otros por una extravagancia injustificable, de hecho forzándolos a tomar la responsabilidad por sus acciones”, se lee en la publicación.
Casos como el de "LadyProfeco", hija del ahora ex titular de la Procuraduría Federal del Consumidor, y que fue expuesta en las redes sociales por ordenar cerrar el restaurante Maximo Bistrot después de que el mesero la hizo esperar por una mesa por no contar con una reservación.
Así como la reciente difusión de la grabación del Ex Gobernador de Tabasco, Andrés Granier que fue dada a conocer por una estación de radio local en Tabasco. Dichas grabaciones contenían audios de que Granier se jactaba de sus 400 pares de zapatos, 600 trajes y 1000 camisas la mayoría de los cuales guardaba en sus casas ostentosas en el extranjero.
De igual forma, los despilfarros económicos por parte de Paulina, la hija del líder del sindicato de los trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschamps.
Estos son los casos mencionados por The Economist, que además añade: “estas historias hacen una prensa maravillosa: ofrecen un vistazo seductor a las vidas privadas de unos cuantos privilegiados; también tocan un nervio en una sociedad harta de ver cómo una élite consentida se apodera de la prosperidad de México”.
El semanario finaliza su publicación afirmando que la buena noticia es que la sociedad mexicana cuenta cada vez más con herramientas tecnológicas para denunciar “los abusos de la clase política mexicana”.