Un análisis de Banamex prevé que las tasas de interés cierren el año arriba del 4 por ciento. Empresarios demandan un combate frontal a la corrupción para equilibrar las finanzas públicas.
Ciudad de México, 18 de febrero (SinEmbargo).- El ajuste al gasto del Gobierno federal y al aumento a las tasas de interés anunciado ayer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico) presenta un escenario más complicado del esperado para 2016, incluso, anuncia repercusiones en la economía que pueden resentirse hasta 2017, auguraron analistas.
Rodrigo Aguilera, analista de The Economist Intelligence Unit, dijo a SinEmbargo que, en conjunto, el recorte de 132 mil 300 millones de pesos al gasto y el aumento de 0.50 por ciento a las tasas de interés es un “minibazucazo” para México, ya que muestra que las presiones sobre el peso mexicano son aún más fuertes de lo que se pensaba. “Fue un salto baste fuerte” y sorprendente, agregó, especialmente después de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) anunció en enero que no aumentaría sus tasas.
“Esto obedece al peso, ya que el nivel del peso está llegando a un momento en el que tienen que hacer algo al respecto, desde el punto de vista monetario. La subasta [de dólares] del Banxico no es suficiente para contener la depreciación”, expresó Aguilera.
Auguró que 2016 puede ser un año más difícil de lo que se esperaba, a pesar de que se había pensado que lo peor para la economía había pasado en 2015.
Por su parte, Marco Oviedo, de Barclays, aseguró a la agencia Bloomberg que los ajustes presupuestarios deben continuar en 2017.
El 17 de diciembre de 2015, la Junta de Gobierno del Banco de México elevó su tasa de fondeo bancario en 25 puntos base, a un nivel de 3.25 por ciento, por primera vez en más de siete años y en línea con el alza de tasas de 0.25 puntos base a la tasa de interés en Estados Unidos, que se situó entre 0.25 y 0.50 por ciento.
La última vez que el Banxico subió su Tasa de Interés Interbancaria a un día fue el 15 de agosto 2008 cuando pasó a 8.25 por ciento. El último movimiento que hizo la institución sobre dicha tasa fue el 16 de junio 2014 cuando la bajó a 3 por ciento.
Sobre el recorte al gasto, Aguilera señaló que no sorprende, pero permite prever que habrá más ajustes sobre las finanzas de la petrolera estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que sufrirá un recorte de 100 mil millones de pesos.
“Pemex es una empresa que tiene una ineficiencia colosal, si uno compara Pemex con una empresa, el rendimiento por trabajadores es bajísimo y hay mucha ineficiencia”, en la que el Sindicato, dirigido por el Senador priista Carlos Romero Deschamps, “representa aún una fuerza que hay que contener”.
Ayer, el Banxico anunció también la suspensión de el mecanismo por el cual se defendía la moneda (subasta diaria de hasta 400 millones de dólares); a cambio, el banco central mexicano y la Secretaría de Hacienda intervendrán el mercado con montos indefinidos y de acuerdo a criterios del momento.
“El alza de la tasa de interés y la suspensión de las subastas de dólares en favor de intervenciones directas son una respuesta del banco central a un tipo de cambio que no se ha podido estabilizar y que a todas luces se encuentra desalineado contra la realidad económica del país”, destacó por su parte un análisis de Intercam Banco.
ACCIONES PREVISIBLES
Una nota de Banamex emitida después del anunció, destacó que, lo que se llamó “ajuste preventivo” era previsible desde el pasado 4 de febrero, pero también supone que 2016 cierre con tasas superiores al 4 por ciento.
“Asumimos que además de dicho ajuste, Banxico posiblemente mantenga su plan de vuelo alineado con el de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Por lo tanto, si partimos de los pronósticos de tasa de fondos federales de Estados Unidos, ya no prevemos que en la reunión de política monetaria de marzo se anuncie un incremento a la tasa de política monetaria. Dado que nuestros colegas anticipan un incremento de 50 puntos base a la tasa de la Fed por el resto del año, anticipamos que la tasa de política monetaria de Banxico cierre en 4.25 por ciento en 2016”, señala el análisis.
“El recorte al presupuesto implica riesgos a la baja sobre la actividad económica. Tal como argumentamos recientemente, el efecto neto depende de la medida en que la inversión privada pueda sustituir el repliegue de la pública”, advierte.
El presidente de la Confederación Patronal Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, pidió al Gobierno hacer un mayor esfuerzo para afectar lo menos posible el gasto de inversión, “porque este es el que contribuye a generar empleos”.
Consideró indispensable abatir los niveles de corrupción e impunidad, “que nos cuestan alrededor del 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según estimaciones del Banco Mundial (BM)”.
Urgió al Poder Legislativo a consolidar el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), así como el Sistema Nacional de Transparencia, “herramientas prioritarias para lograr la plena legalidad”.
LAS RAZONES
Ante el entorno mundial de volatilidad, Hacienda se vio obligada a ajustar el gasto público de 2016, principalmente por la caída de los precios del petróleo que disminuyó en 32.9 por ciento anual los ingresos petroleros del Gobierno federal al cierre de 2015. Por consecuencia, el recorte preventivo para 2016 es en su mayoría en Peme, a quien se le quitarán 100 mil millones de pesos ahora que su nuevo director es José Antonio González Anaya, luego de la salida de Emilio Lozoya Austin.
Sin embargo, el año pasado Hacienda le dio 50 mil millones de pesos para apoyar a la petrolera en el pago de pensiones y jubilaciones, y prometió inyectarle capital ante la crisis que enfrenta.
En 2012 los ingresos petroleros representaban un 32 por ciento del total de ingresos del país. Para 2015, en un intento de despetrolizar a México, disminuyeron a a 19 por ciento.
Los 32 millones de pesos restantes que se retiran del gasto público serán tomados del presupuesto del Gobierno federal y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE): 60 por ciento del gasto corriente y 40 por ciento de inversión. Esto no afectará a proyectos como el nuevo aeropuerto ni al gasto para el desarrollo social o al de seguridad. Pero se establecerán controles adicionales al gasto administrativo del Ejecutivo para racionalizar en el uso de los recursos públicos, entre ellos la disminución del monto máximo de viáticos nacionales, de gastos de alimentación del personal de mando y en telefonía, entre otros.