Carvalho reportaba sobre la situación de hacinamiento en el recinto penitenciario Antonio Dutra Ladeira, en Ribeirão das Neves, cuando escuchó los gritos de varios familiares que al parecer protestaban a las afueras de la cárcel. De imprevisto, una mujer se le acercó frente a las cámaras y la empujó hasta hacerla caer al piso.
Ciudad de México, 18 de enero (SinEmbargo/RT).– La periodista de televisión Larissa Carvalho fue empujada de imprevisto por una mujer, justo cuando cubría los disturbios en un penal de Belo Horizonte, en Brasil.
Carvalho reportaba sobre la situación de hacinamiento en el recinto penitenciario Antonio Dutra Ladeira, en Ribeirão das Neves, cuando escuchó los gritos de varios familiares que al parecer protestaban a las afueras de la cárcel. De imprevisto, una mujer se le acercó frente a las cámaras y la empujó hasta hacerla caer al piso.
Según la policía civil, la agresora era familiar de un detenidos en el penal. Tras el episodio, la policía puso un cordón de seguridad en la zona y apresó a la responsable del empujón.
La reportera sufrió heridas en el brazo derecho. La Asociación Brasileña de Televisión (Abert) emitió un comunicado que consideró "intolerable" la agresión a Carvalho: "Demuestran la total falta de conocimiento del verdadero papel de la prensa, cuyo único propósito es informar al público acerca de temas relevantes que afectan a su vida cotidiana. El acceso a la información es un derecho garantizado y no pueden ser violado", reza el texto.
La rebelión en la cárcel fue contenida por las autoridades alrededor de la 1:30 de la madrugada de este martes. No hubo muertos ni lesionados, informó la Policía Militar, de acuerdo a un reporte del portal EM, de Brasil. Los líderes del penal, que encendieron el motín, serán transferidos a otra cárcel aunque se desconoce la identidad de los mismos.
La razón del alzamiento dentro del recinto penitenciario, explicaron los reos en un video divulgado en redes sociales, era una protesta contra la nueva directiva del penal y los cambios en el régimen de visitas. Los presos amenazaron con "prender fuego a todos" y "matar a muchas personas".