Por Mandy Fridmann / The Huffington Post
Christian Tappan interpreta a Gonzalo Gaviria, primo de Pablo Escobar, en la exitosa serie “Pablo Escobar, el Patrón del mal” que todas las noches a las 10/9 PM Centro se transmite por Telemundo. Con 30 años actuando, este actor colombiano, a quien hemos visto en personajes fuertes en series similares como “El Cartel de los sapos” o “La Reina del Sur”, asegura que nunca le había tocado un personaje tan complejo. Tanto, que hasta le pesa la historia que carga este ser oscuro. Y aunque se trata de una tira fuerte, polémica, violenta, asegura que no están haciendo una apología a la vida del Capo del Cártel de Medellín.
–¿Por qué te pesa tanto el personaje de Gonzalo Gaviria?
–Porque es contar algo que pasó, y que afectó a un país entero durante dos décadas. Aunque tenga algo de ficción, interpretar personajes que le hicieron tanto daño a un país, a una sociedad, pues siempre es complejo.
–¿Cómo lo preparaste?
–Hubo un trabajo en conjunto con Andrés Parra que hace el personaje de Pablo Escobar, porque son personajes que están muy cerca. La gente no sabía de la existencia de este primo, de Gonzalo Gaviria, hasta ahora que lo estamos contando. Él es la pieza clave en el crecimiento y desarrollo de Pablo. Uniendo todo, uno encuentra datos históricos. Los que estuvieron cerca de ellos dicen que Gonzalo fue uno de los grandes líderes del cártel y que llegó a tener más fortuna que Pablo.
–¿Qué recuerdas de aquella época?
–Ayer tuve una experiencia rara, diferente. Rodamos la escena del verdadero edificio Mónaco que es como el ícono a la mafia, a la riqueza que tuvieron ellos porque es un edificio que construyó todo para él. Es raro, impresionante, está deshecho, tuvo un bombazo. Los techos están como si ya les hubieran buscado caletas y obviamente sientes toda la energía de todo lo que pudo haber hecho Pablo Escobar en ese edificio. Fue una sensación horrible, como fuerte. Lo conecto con lo que yo pasé de este lado, de joven; que nosotros no podíamos salir ni a la esquina por miedo a que hubiera un bombazo. No podíamos ir a los centros comerciales porque había perros, te esculcaban todo, era un temor, un miedo muy bravo. Al día de hoy no puedo creer cómo un grupo de personas pusieron en jaque a todo un país. De repente estar en un lugar rodeado de jóvenes y llegar un sicario a cobrar una cuenta y uno estar mal parado. Por donde lo veas, para nosotros fue muy difícil crecer en esta generación.
–Ahora que estás sabiendo lo que sucedía del otro lado, ¿hay algo que entiendas o justifiques?
–No, jamás justificaré actos de violencia contra seres inocentes, ni siquiera en contra de la misma policía o el mismo ejército, más cuando detrás hay un negocio tan turbio y macabro como lo es el narcotráfico. Yo no veo realmente justificaciones a un personaje como Pablo Escobar, ni siquiera al principio de su historia. Hay mucha gente que opina y dice que a él lo llevaron a eso, y ¡no! Es una persona que empezó su vida queriendo estar metido en negocios y hacer dinero, mucho dinero por encima de lo que fuera.
–Hay quienes acusan a los creadores de esta serie de hacer apología de Pablo Escobar; ya tiene hasta un álbum de figuritas infantiles.
–Lo que pasa es que al principio describimos un poco personajes vivos. Todos tuvieron su historia: papás, mamás, hijos y eso es lo que quisimos mostrar, pero el desenlace de esos personajes es lo que venimos a contar en esta historia y la gente se va a dar golpes en el pecho. No estamos haciendo una apología sino contando la historia de este tipo que le hizo tanto daño a un país. No lo justificamos en ningún sentido, sino contando una historia como debe ser.
–¿Te molesta la crítica tan grande que viene acompañando el éxito?
–Hay un poco de crítica en cómo estamos contando la historia, que sí es muy violenta. Me pregunto: ¿por qué no podemos contar una historia que nos llegó y nos pegó hasta los huesos a todos los colombianos y a muchos latinoamericanos y a todo el mundo? ¿Por qué no contarla como pasó? ¿Por qué nos tenemos que aguantar con las series gringas y el cine gringo que cuenten como a ellos se les de la reverenda gana toda esa ficción violenta y nosotros no, algo que sucedió?... Tenemos que contar las cosas como fueron desde cualquier punto, porque sucedieron y muy fuertes.
–¿Te da miedo que algún capo que todavía exista decida tomar venganza con alguno de los actores porque no les gusta cómo los reflejan?
–No, no, todo el mundo sabe que somos actores contando y narrando una historia. No pasará de que la gente te pare y diga cosas. Me ha pasado en sitios que me reprochan por qué contamos estas historias tan fuertes. Pero en lo personal no creo que pase, ni pasará nada. Los que estuvieron ligados a estas historias estarán muy interesados en ver lo que estamos contando y cómo lo estamos contando, más que si les estamos haciendo un daño. Si en el 2012 hay alguna persona o ser humano que no sepa diferenciar que lo que estamos contando es una historia, que somos actores, que no estamos haciéndole mal a nadie, estaría muy loca.
–¿Qué mensaje le dejas a la gente?
–Cada quién decide lo que quiere ver, pero invito a la gente a que vea la serie porque estamos contando lo que le pasó a dos generaciones de historia en este país [Colombia], las cosas que pasan en la serie son para darse golpes en el pecho. El futuro de todos está comprometido. A donde ellos llegaron no es solo su culpa, sino de una sociedad que se dejó engañar por muchas cosas, sobre todo por dinero. Y como dice el slogan: “son historias que no hay que repetir”. Uno debe verla sin ningún tipo de prejuicio.