Ciudad de México, 17 de julio (SinEmbargo).– El Presidente Enrique Peña Nieto tiene poco tiempo para recuperar la confianza de los mexicanos que se hizo añicos cuando el principal capo de las drogas del país se escapó de su celda en una prisión de máxima seguridad, publica The Wall Street Journal.
En el artículo titulado “El líder mexicano enfrenta una tormenta política después del escape de ‘El Chapo’”, los periodistas Dudley Althaus y David Luhnow escriben que Enrique Peña Nieto enfrenta la que “podría ser la peor semana de la fecha de su Presidencia”.
“Durante su visita de Estado de cinco días a Francia, el Presidente habló sobre el escape una sola vez, y nunca mencionó al capo de la droga por su nombre. Pero ahora que está de vuelta, los analistas dicen que el líder mexicano no tendrá mucho tiempo para hacer algo más dramático para recuperar la confianza de los mexicanos, la cual se hizo añicos cuando el señor Guzmán salió de su celda el sábado”, dice la publicación.
“Una vez que el avión toque la pista, él tiene solamente un número X de horas para cambiar las cosas y mitigar esto”, dijo John Bailey, emérito en ciencias políticas en la Universidad de Georgetown a The Wall Street Journal.
La Agencia de Noticias del Estado mexicano Notimex informó que el Presidente Peña Nieto arribó esta mañana a la Ciudad de México, luego de su vista de Estado a Francia que tuvo una duración de cinco días.
El reporte indica que el avión presidencial aterrizó en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez a las 07:10 horas de este viernes. Dice que está previsto que el Ejecutivo Federal se reuna esta mañana con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y la procuradora General de la República, Arely Gómez, para analizar las acciones que se realizan para la recaptura de Joaquín Guzmán Loera, apodado “El Chapo”.
El cable informativo refiere que al mediodía Peña Nieto anunciará en la Residencia Oficial de Los Pinos el Proyecto de Expansión del Grupo Bafar en la Piedad Michoacán. No menciona nada sobre un mensaje con motivo de la fuga del capo mexicano más conocido en todo el mundo, la cual ha levantado un vendaval de críticas en la prensa internacional.
El pasado 14 de julio, a dos días del vendaval político provocado por la fuga de Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, dos viejos aliados del Presidente Enrique Peña Nieto, los partidos Acción Nacional (PAN) y el de la Revolución Democrática (PRD), se unieron en una misma voz con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) para exigir la salida de todo el Gabinete de seguridad.
El medio norteamericano menciona que hasta ahora sólo unos cuantos funcionarios de rango medio han sido despedidos, incluido el jefe del sistema penitenciario federal. El jefe de inteligencia de la policía federal fue reasignado. Aunado a ello, dice, están las promesas de hacer todo lo posible para recapturar a Guzmán Loera y tomar medidas enérgicas contra la corrupción que muchos piensan ayudó a su huida.
Recuerda que el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, ha dicho que la fuga de Joaquín Guzmán es impensable sin la participación de funcionarios corruptos y prometió que serían erradicados.
“Pero muchos se preguntan si la fuga del señor del crimen obligará al Presidente a tomar el asunto de la seguridad y la corrupción más en serio que durante sus primeros tres años, cuando la atención se centraba en poner a punto la economía e impulsar la imagen de México, que había recibido un golpe tras una década en la que la violencia del hampa se cobró 100 mil vidas”, dice el artículo.
Refiere que de acuerdo con los analistas “los eventos recientes, incluyendo la masacre de 43 estudiantes universitarios presuntamente capturados por policías corruptos y entregados a una banda de narcotraficantes, muestra que México debe tomar en serio la construcción de instituciones policiales honestas y eficientes”.
“Peña Nieto y su equipo de seguridad tomaron el control hace 2.5 años, diciendo que iban a ‘cambiar la narrativa’ sobre la violencia criminal de México. Al centrarse en reparaciones económicas, el Presidente esperaba que la gente hablara de una manera nueva sobre el país. También iba a ser un cambio de estrategia, apoyándose más en el trabajo de inteligencia y menos en poner al ejército en las calles, como fue el caso del ex presidente Felipe Calderón”, dice The Wall Street Journal.
El medio indica que mientras los homicidios del hampa disminuyeron durante los primeros años del Presidente, la caída en los índices fue vistoa en gran medida como resultado de la dinámica interna de los cárteles más que una mejora en la estrategia de seguridad de México.
“En los últimos meses, la tasa de asesinatos ha ido arriba. El Ejército se ha pedido en repetidas ocasiones en puntos calientes como Guerrero y Michoacán, estados que aparentemente permanecen fuera de control del gobierno federal, y las capacidades de inteligencia del país han demostrado ser defectuosas dada la fuga de Guzmán”, dice la publicación.
El diario norteamericano menciona que dos días antes de que se diera a conocer el escape de Joaquín Guzmán Loera del Centro Federal de Reinserción Social (Cefereso) número 1 de El Altiplano, Enrique Peña Nieto dijo en una reunión que sostuvo con los gobernadores del país: “Tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para asegurar el Estado de Derecho, para asegurarnos de que todos los mexicanos viven en paz”.
“México ha gastado por lo menos 20 mil millones de dólares en la última década en sus esfuerzos contra el crimen, además de 2.3 mil millones en la ayuda de la Iniciativa Mérida. Ese dinero ha comprado una gran cantidad de equipos y capacitación para las fuerzas de seguridad militares y civiles y años de formación financiados por las fuerzas de policía, los tribunales y los funcionarios de prisiones”, dice el artículo.
Menciona que a pesar de este esfuerzo, “el Ejército sigue siendo la herramienta más eficaz contra las bandas, mejor que las fuerzas policiales locales, estatales y federales mal formadas”. Ernesto López Portillo, director del Think Tan Insyde dijo al medio que esto demuestra “que el gobierno federal no tiene control sobre sus propias instituciones”.
The Wall Street dice que un cambio que los expertos dicen que podría ayudar es la política de extradiciones. “Las extradiciones, que sumaron casi 100 años con el señor Calderón, han disminuido. Sólo 67 personas, ninguno de ellos capos criminales, fueron enviados al norte el año pasado, de acuerdo con las cifras de Estados Unidos México.